Les manifestaba en mi anterior columna que, en una próxima, les comentaría acerca del ritmo de vacunaciones.
Al respecto, se viene extendiendo una cierta terminología marinera en España, (no podía ser menos), como la del titular, pero ¿por qué no?, aplicable a la producción y aplicación de las ansiadas inoculaciones a la población, cuando aún no se logra frenar el número de contagios y muertes en el mundo.
Días atrás, me contaba una de nuestras fuentes (US Military), que llegado el caso de efectividad, la Administración Biden y valga el supuesto en este ejemplo, se podría convertir en una especie de USNS-Spearhead, buques expedicionarios de transportes muy rápidos, capaces de alcanzar 43 nudos (unos 80 kilómetros por hora) y con escasa tripulación. ¡Oh, qué poderío de esperanzas!
Periódicamente, transmitimos a nuestros lectores el devenir de nuestros ‘hermanos mayores’ (el gigante americano), ojeando The Washington Put up, diario hoy mejor posicionado políticamente que en la period Trump por su tendencia hacia el partido demócrata.
Un país en el que apenas es ya noticia que ronde los 31 millones de contagios y 550.000 fallecidos, se agarra desesperadamente, como todos, a la evolución de las vacunas y su producción masiva.
Tampoco se crean que allí se encuentran en permanente luna de miel, al sufrir ‘baji-bajos’ de vez en cuando, derrapando como cualquier hijo de vecino, pero, aun así, su potencial sigue intocable. Ocurre, que cualquier tipo de resfriado, a unos se nos podría convertir en pulmonía doble, pero ellos, usan sus “kleenex” y en paz.
Un ejemplo, lo constituye, el reciente caso Baltimore.
Según información de W.P, junto a otros medios, la Farmacéutica Johnson & Johnson (Jansen), en su planta de producción situada en Maryland, echó a perder unos quince millones de dosis debido a error humano al combinar inadecuadamente antídotos, al unirlos con otros procedentes de Astra-Zeneca. Ni que decir tiene que a estos últimos parece que tuvieran alguna conjunción astral en su contra. Aun así, según dicha multinacional, podrían estar en condiciones de entregar unos 24 millones de dosis a finales del próximo abril.
Volviendo al Washington Put up, indica que alrededor del 18% de la población complete (+320 millones), o sea, unos seis millones, se encuentra totalmente inmunizada, y al menos con una dosis un 31%.
La UE, con 446 millones de habitantes, y según el Centro Europeo para la Prevención y Management de Enfermedades, únicamente el 5.7% de su población se encuentra totalmente vacunada.
Según RTVE, con alguna dosis recibida, el 17.34% a día 2 de abril.
Según datos del 31 de marzo, en EEUU la tasa acumulada por coronavirus (14 días por cada 100.000 habitantes) es de 260.
Europa, con datos al 5 de marzo, Chequia, Francia, Suecia, Italia y Países Bajos presentaban tasas superiores, inclusive a España.
Uno de los recursos que utiliza la Administración USA para alentar a sus ciudadanos sobre la conveniencia de vacunarse, son los medios de comunicación, a través de inversiones millonarias en campañas publicitarias.
El slogan procede de influencia ‘Obamística’, titulándose: ‘We can do this’.
Probablemente no se tarde mucho en reproducir el modelo en otras latitudes.
Otro de los objetivos prioritarios en EEUU es el relativo a las vacunas para niños y adolescentes, aun considerando su rango inferior de riesgos.
Si resultan aprobadas, estas últimas podrían estar accesibles para del inicio del próximo curso escolar.
La población menor de 18 años en este País asciende a unos 73 millones de personas.
Finalmente destacar, según expertos de aquellas latitudes, respecto al cálculo de duración de inmunidad después de inoculada la vacuna, podría ser de al menos de tres meses, aunque las respuestas de anticuerpos podrían disminuir con el paso del tiempo, las células de memoria pueden reconocer de nuevo al virus de forma permanente.
Jesús Antonio Rodríguez Morilla
Physician en Derecho (Cum Laude)
Diplomado en Estudios Avanzados de la UE
Caballero de Mérito por Actual Orden Noruega
” Fuentes www.lacomarcadepuertollano.com ”