No importa sobre qué aspecto de la vida hablemos, cada etapa merece un cierre digno.
Así como las despedidas de solteros, los viajes de egresados dan punto y aparte a una de las etapas más lindas de nuestra vida.
De hecho, esa experiencia única que representa el viaje no solamente significa el fin de la escolaridad, sino también el fin de la adolescencia.
En tiempos precovid, los jóvenes soñaban con su típico viaje a Bariloche o a otros puntos turísticos. Por supuesto, no importa dónde, sino compartir. El problema es que la pandemia ha modificado esa costumbre.
Ilusiones
“Somos conscientes de que no vamos a tener un viaje normal, pero es vivir la experiencia… Toda mi familia se fue cuando estaba en último año y me lo cuentan como si fuera lo mejor. Quiero vivirlo”, cuenta Máximo Vargas, con las ilusiones intactas. “Hasta ahora, las agencias nos dijeron que nos íbamos en octubre, así que estamos pendientes”, agrega.
Las agencias de viajes recibieron la confirmación por parte del gobierno hace semanas, pero todavía no ha sido firmado y publicado en el Boletín Oficial el decreto que oficializa ese anuncio.
“Hemos estado muy expectantes. Creemos que el gobierno no se va a volver atrás, a no ser que suceda algo grave con el tema salud”, reflexiona Jorge Ponce, protesorero de la Asociación Tucumana de Agencias de Viajes y Turismo (Atavyt).
“Si bien hicieron el comunicado oficial, aún no hay nada firmado -explica Fernando Herrera, gerente de la sucursal tucumana de una reconocida empresa de viajes-; se habla en los medios pero no hay nada legal. Vos podés decir ‘se arranca el 1’ y después queda todo en promesas”
Expectativas
“Yo no espero que sea como ha sido siempre, pero sí parecido y que las empresas intenten darnos lo mejor, como los años anteriores. La agencia no nos dice mucho, el grupo que teníamos está muerto, pero los padres se hicieron cargo y empezaron a activar, a hacer que la empresa dé la cara. Nos dijeron que en octubre le tocaba a Tucumán, que ya nos iban a dar fecha, pero nada en específico”, relata Florencia Movane.
“Muchos de mis compañeros están ilusionados, pensando en dónde irán por la noche, en qué se van a poner, etcétera, pero hay otros que nos la re bajan, nos dicen que no se va a hacer, que no nos ilusionemos, que para qué pagamos… Otros están en la espera de qué nos dicen para pagar, porque tienen ganas de hacer el viaje, pero no quieren pagar y después no ir”, añade Florencia.
“Hay mucha incertidumbre. No sabemos cuándo viajamos al final, se supone que a principios de octubre, cuando en una situación normal viajaríamos en agosto -remarca Pia Gómez López-; nosotras esperamos poder ir y que sea una experiencia lo más normal posible, lo más parecido a lo que anhelamos”
“La idea es mantener el viaje lo más normal posible, con las nuevas reglas del juego, que son los protocolos”, explica Herrera. Según comenta, estos ya se están preparando y tratarán de mantener todas las actividades que cada grupo tenía por contrato. En caso de tener que reemplazarlas, será por otra actividad del mismo valor o mayor”, agrega.
¿Más bajas?
Mucho se ha hablado sobre lo que sucederá con los viajes: que muchos decidieron no viajar, que hay menos ganas… Lo cierto es que los chicos están esperando a ver cómo se desenvuelve la cuestión epidemiológica para pagar el viaje.
“No se bajaron muchos. De hecho se sumaron -explica Maxi-; vi que desde el 1 de octubre ya están habilitados, entonces eso da un poco de confianza”
“Estaba muy frío pero va mejorando día a día. A medida que va pasando el tiempo y nos vamos acercando, el entusiasmo va creciendo, empieza a averiguar, cada vez más público… Las bajas ya se produjeron, ahora se ve más entusiasmo hay más consultas sobre los viajes”, agrega Ponce.
Las bajas, en su mayoría, tienen que ver con la incertidumbre. Joaquín Martínez siempre soñó con ir a Bariloche hasta que llegó la pandemia y truncó ese como tantos otros proyectos.
“Ahora no viajo, porque me parece exagerada la cantidad de plata que hay que gastar para ir solamente siete días y encima estar con el riesgo de contagiarme el primer día y pasar el resto aislado”, confiesa.
“La decisión de no ir la tomé hace muy poco, cuando me enteré del precio y de las consecuencias. Antes de la pandemia, seguro que iba”, añade.
“Igualmente, tengo miedo de arrepentirme más adelante, pero no me puedo arriesgar, sobre todo teniendo en cuenta que puedo volver a casa y contagiarlos a todos”, expone sus dudas Joaquín.
Ni hablar del precio
Una cosa son las ganas de los jóvenes expectantes y otra la realidad económica. Lo cierto es que para quienes decidan pagar a último momento el costo será mayor. “Los precios se van actualizando constantemente y hay aumentos. Al precio final no lo tenemos, porque hay proveedores que aumentaron un 50%, otros un 100%. Seguramente el piso de aumento sea del 50%”, alerta Ponce.
“Hay que entender que las agencias somos intermediarios, sí, somos responsables de los servicios, pero como intermediarios de las empresas”, aclara.
Herrera, en cambio, calcula que el aumento en el caso de la empresa donde trabaja será sólo del 15%, puesto que los servicios se pagan con anticipación.
“Por todos los viajes cancelados de la promo 2020 los prestadores no devolvían el monto, sino que quedaba a crédito, lo que nos permite a nosotros mantener el precio más o menos estable”, finaliza.
” Fuentes www.lagaceta.com.ar ”