La Casa de Galicia en Madrid retrocedió esta semana a un nostálgico y hermoso pasado de la mano de las crónicas elaboradas por el periodista y ensayista Alfonso Armada y recogidas en “Cuadernos de viaje al país natal”, publicados por FARO DE VIGO.
El volumen se presentó en primicia el pasado año en Vigo, ya que “la propuesta nació de FARO DE VIGO, donde empecé mis primeras prácticas de verano. Su director me propuso recrear el viaje del siglo pasado de Álvaro Cunqueiro desde Piedrafita hasta Santiago con el fotógrafo Magar. Y es así como empieza este libro”, explicó ayer Armada, que estuvo acompañado por los también periodistas Pedro García Cuartango, la gallega Lucía Taboada y Luis Meana, así como por un nutrido grupo de asistentes –periodistas, escritores, amigos y curiosos– , que escucharon las anécdotas que sobre el camino recorrido o sobre su pasado private fue desgranando su autor.
“Es un libro indispensable. Original y distinto en el panorama español, contado como un viaje a pie por un caminante que ve las cosas a ras de tierra, que se para a contemplar un crucero, a tomar un ribeiro o a charlar con una campesina”, en palabras del periodista Pedro García Cuartango.
Un tomo de 600 páginas y 36 capítulos con recorridos publicados, 28 de ellos, cada semana en el suplemento dominical Estela, del diario decano, aunque de modo más escueto. “Este libro viene a ser la Odisea de Alfonso Armada, que nos cuenta su viaje de regreso al país natal. Según vamos leyendo, descubrimos las cicatrices que el viaje de la vida le ha ido dejando en el alma de este Ulises que salió un día ya lejano para recorrer los agitados mares del mundo. África con Ruanda, la guerra de Bosnia y Sarajevo para el diario El País. O la corresponsalía de Nueva York de ABC con las Torres Gemelas”, recordó Luis Meana.
“Los viajes te cambian y, por suerte o desgracia, yo he vivido historias muy terribles que ya forman parte de mi memoria para siempre”, admitió el propio Armada, durante años presidente de Reporteros Sin Fronteras. El libro esté editado por La Umbría y La Solana.
“Al empezar a leer este cuaderno me sentí ya conmovida porque en la primera página Alfonso describe las manos de su abuela Emilia. Esas manos de mujer gallega, curtidas por el trabajo de la tierra, llenas de arañazos y de quemaduras por la cocina. Siempre he pensado que Galicia se puede contar a través de las abuelas. Yo también echo de menos las manos de mi abuela”, confesaba Lucía Taboada.
La periodista (autora de un libro dedicado al Celta, al igual que Armada) quiso comentar el capítulo del Alcampo del barrio de Coia, “donde yo también crecí e instantáneamente me sentí como en casa”. Armada aprovechó para detallar que cuando llamó al director del Alcampo “para pedile permiso para entrevistar a empleados y clientes, este llamó a FARO DE VIGO para preguntar por qué un periodista quería hablar de literatura si estaba haciendo un reportaje sobre ellos. Pero hablar de Alcampo era fundamental porque cumplía entonces 40 años, mi madre era clienta y nos cambió la vida a los de Coia y a toda la ciudad”.
Para Pedro García Cuartango, “estamos ante una gran creación literaria, escrita desde la nostalgia y el amor, y a quienes no la han leído les va a divertir”.
El propio director de la Casa de Galicia en Madrid, Juan Serrano, afirmó, al dar la bienvenida al acto, su “agradable sorpresa” cuando en la página 49 vio aparecer el nombre de Portomarín, del que es oriundo.
“Este libro refleja Galicia, la recopila en mil aspectos y la ilumina dándole una interpretación personal. Es una rapsodia de lugares, posadas, garitos gastronómicos, ríos, paisajes, personas y sucesos. No es fácil, en mi opinión, encontrar hoy un espejo o una lámpara como esta para explicar Galicia”, resumía Meana, quien destacó los dos capítulos sobre el río Miño, “especialmente el de La Guardia y el monte de Santa Tecla, del que el autor dice, y es verdad, que se trata del mejor balcón sobre la mar infinita”, el de las nieblas de Mondoñedo, el de la costa de la muerte y las páginas sobre Rosalía de Castro y Simone Weil.
“El libro está muy bien escrito y pone a los lectores ante lo trascendente, no ante lo pintoresco, porque Armada nos quiere introducir en el infinito que es Galicia a través de la veneración que muestra por la palabra. El autor es heredero de la gran tradición literaria de Galicia, un continuador de nombres como Cunqueiro, Camba, Cela, Torrente Ballester…”, argumentó García Cuartango.
” Fuentes www.farodevigo.es ”