El Alentejo destaca por sus espectaculares paisajes y la arquitectura de sus encantadores pueblos, idóneos para visitar en cualquier temporada. Aunque la región mantiene a lo largo del año temperaturas suaves y una baja tasa de precipitaciones, permitiendo las actividades al aire libre incluso en invierno, también existen múltiples alternativas para conocer su explicit tradición, exquisita gastronomía y rica cultura a la par que permanecer a cubierto.
Conocer de cerca la cultura y artesanía alentejanas
La producción cultural de la región alentejana se encuentra arraigada en la tradición, y por ello existe un buen número de instituciones dedicadas a salvaguardarla. La villa de Arraiolos es conocida por su elaboración de alfombras artesanales, y para descubrir la historia de esta técnica que se remonta al siglo XV y los diferentes diseños que pueden tomar estas ornamentadas creaciones de lana, nada mejor que una visita al Centro Interpretativo de Tapetes de Arraiolos. Aquellos que lo deseen podrán adquirir una de estas únicas piezas elaboradas a mano en alguna de las tiendas dedicadas a vender estas obras de arte.
Siguiendo la misma línea, otra ciudad afamada por su producción textil es Portalegre, donde encontramos el colorido Museo de Tapices de Portalegre Man Fino, repleto de espléndidos ejemplares contemporáneos creados en la Fábrica de Tapices de la misma localidad. Algunas de estas obras de laboriosa confección reproducen conocidos cuadros de la historia del arte portuguesa.
Para pasar a la acción y crear una pequeña obra de arte inspirada por las costumbres locales, Odemira y São Pedro do Corval son los lugares idóneos. Estos importantes representantes de la tradición alfarera del país albergan diversas fundaciones y talleres que imparten cursos de modelado y pintura cerámica. La inspiración no faltará tras visitar la Asociación de Artesanos del Concejo de Odemira (CACO), que ejerce de hogar para las fantásticas piezas de arcilla de la artista Inês Viana.
Y si, por el contrario, el viajero prefiere descubrir las tendencias contemporáneas del arte luso, puede visitar el Museo de Arte Contemporáneo de Elvas. Situado en un edificio blanco de ribetes amarillos, como es característico en esta ciudad tan cercana a la frontera con España, el MACE alberga una colección permanente de más de 650 obras realizadas sobre diferentes soportes y formatos que se ve complementada por exposiciones temporales de artistas portugueses.
Maravillarse con la lograda arquitectura religiosa
La ciudad de Évora, que por el perfect estado de conservación de su bellísimo casco histórico es considerada Patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO, esconde entre sus calles magníficos ejemplos de arte religioso. Uno de los ejemplos más sorprendentes es la Capilla de los Huesos adyacente a la Iglesia de San Francisco, una enigmática construcción con un inside enteramente recubierto por huesos y cráneos humanos provenientes de unos 5.000 esqueletos. Las sobrecogedoras vistas resultan inolvidables para los visitantes, que al atravesar las puertas de la capilla pueden leer el aviso “nosotros los huesos que estamos aquí, esperamos por los vuestros”.
En un estilo más representativo de la arquitectura lusa y a tan solo cinco minutos a pie se erige la Iglesia de la Misericordia. Si bien su humilde fachada puede pasar desapercibida, su inside aparece revestido de clásicos azulejos blancos y azules que contrastan con el dorado retablo y sus pinturas y frescos barrocos, elementos que comparte con la también próxima Iglesia dos Lóios. De construcción mucho más robusta, otro monumento de obligada visita en la ciudad es la Catedral de Évora, a caballo entre los estilos románico y gótico.
Disfrutar de la gastronomía native con comodidad
Un viaje por el Alentejo no puede terminar sin que la riqueza de sus tierras pase también por el paladar. Las bodegas de la región no solo ofrecen una experiencia gastronómica única, sino también un refugio perfect para los días más fríos y lluviosos. Adega Mayor oferta un acercamiento a la tradición vitivinícola de la zona a través de sus catas y visitas guiadas por la bodega, complementadas por otros cursos y actividades para convertirse en enólogo.
En Vidigueira, una de las ocho subregiones vinícolas con Denominación de Origen, se encuentra la Quinta do Quetzal, un perfecto ejemplo de la fusión de costumbres y modernidad que tanto caracteriza al Alentejo. Además de excelentes caldos, esta bodega alberga una exposición de arte.
Pero las catas no sólo son de vino: los gourmets que se queden con hambre de conocer más encontrarán cerca del precioso pueblo amurallado de Marvão el Museu do Azeite, perfecto para degustar esta joya dorada tan característica de la cocina regional. Y, combinando el enoturismo con tratamientos de bienestar y estancias de diseño, otra opción fantástica para unos días de desconexión es L’AND Vineyards, un resort que estructura todas sus experiencias alrededor del vino y la observación de estrellas.
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