Tras 401 días de obligatoriedad, ayer, sábado, las mascarillas volvieron a ser opcionales en España cuando se esté en un espacio al aire libre y se pueda mantener una distancia de metro y medio con otras personas, en una jornada que trasncurrió sin incidentes reseñables y entre la alegría de algunos ciudadanos y la cautela de otros ante un posible escenario de repunte en los contagios. Ya desde la medianoche del viernes al sábado dejó de ser obligatorio llevar mascarillas en exteriores, tras entrar en vigor la medida aprobada el jueves en el Consejo de Ministros, que modificó así la imposición que regía desde el 21 de mayo del año pasado, cuando habían pasado más de dos meses desde la declaración del estado de alarma por la pandemia.
Sigue siendo obligatorio el uso de la mascarilla en los medios de transporte público, incluidos los andenes de estaciones de viajeros y teleféricos, al igual que en los vehículos de hasta nueve plazas, incluido el conductor, si los ocupantes no conviven en el mismo domicilio. En los eventos multitudinarios al aire libre la mascarilla es aún obligatoria cuando los asistentes estén de pie o, si están sentados, cuando no se pueda mantener 1,5 metros de distancia entre personas.
Este primer día sin mascarillas coincidió con el atraque del primer crucero en Barcelona desde hace catorce meses. Los casi 2.000 turistas, en su mayoría alemanes e italianos, del buque MSC Grandiosa pudieron pasear por Barcelona sin mascarilla, por lo que a la imagen de rostros sin cubrir se le sumó la de cruceristas por las calles de la capital catalana para incrementar la estampa de regreso a la normalidad. Otra imagen que muestra el fin de las mascarillas como norma se dio en Mérida, ante el Templo de Diana, donde los quince alcaldes del Grupo de Ciudades Patrimonio de la Humanidad de España se quitaron el atuendo para posar para la foto de recuerdo de su asamblea, aunque la volvieron a vestir para pasear juntos hasta el Parlamento extremeño.
En Logroño, la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, reclamó “responsabilidad”, especialmente a los jóvenes, ante el nuevo escenario, ya que, añadió: “Hay que tener prudencia, porque no estamos en condiciones de pensar que la pandemia se ha ido”. Maroto participó en la firma de una declaración institucional sobre el Camino de Santiago, junto a los presidentes de Galicia, Alberto Núñez Feijoo; Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco; Navarra, María Chivite, y La Rioja, Concha Andreu, en el que todos coincidieron en instar a la responsabilidad.
RECOMENDACIONES
La entrada en vigor del fin de la obligación de llevar mascarilla al aire libre -una liberación y un alivio para la mayoría de la población- puede provocar también mucha angustia a los que temen contagiarse de covid, así como “miedo a la cara vacía”, por lo que los psicólogos recomiendan “respetar los tiempos de cada uno” ante la relajación de las normas. Así lo manifestó en una entrevista la psicóloga Raquel Huéscar, en la que precisó que “dejar ir las mascarillas simboliza el acercamiento a lo presencial, al contacto de nuevo con los otros, a cierta sensación de libertad” tras las restricciones impuestas por la pandemia y habrá parte de la población que no esté preparada en este momento y necesitará más tiempo.
“No poder o no querer hacerlo ahora no quiere decir que más adelante se pueda”, según afirmó la representante del Colegio Oficial de Psicólogos, quien insiste en que es necesario dejar pasar un tiempo para el cambio y para volver a sentirnos seguros sin ella.
En este sentido, se refiere a la sensación de la “cara vacía”, que aunque rechaza que tenga que ser una patología, si cree que se puede producir al dejar de usar una protección que oculta parte del rostro y de la expresión. “Ciertas relaciones personales se han establecido en este tiempo con personas a las que nunca hemos visto la cara, por lo que imaginamos como es su rostro. Incluso en este curso muchos niños no han podido conocer el rostro de los profesores, ni estos de sus alumnos”, detalla. Por ello, esta experta advierte de que será necesario un tiempo de adaptación para el cambio, para dejar ir la mascarilla y volver a sentirnos seguros sin ella.
” Fuentes www.atlantico.net ”