Por. Sergio González Rubiera
Por si alguno de mis ocho lectores, no sabe que es el Visitax, les cuento que es un “derecho”, que para efectos prácticos se traduce en impuesto, que fue instrumentado en la administración del Gobernador Carlos Joaquín González, hoy Embajador de México en Canadá, ante la crisis por la pandemia del Covid 19, debido a la bajísima recaudación del impuesto al hospedaje, toda vez que los hoteles de todo el estado estuvieron prácticamente vacíos, por meses. Las necesidades del estado y del gobierno eran de máxima prioridad y eventualmente se podía justificar este nuevo derecho, que, aunque no era recibido con buen gusto por los empresarios, ya que mientras en República Dominicana, se les abrían los brazos a los turistas y se les pagaban las pruebas por el covid, nosotros les recibíamos con un nuevo impuesto.
Nuestros gobernantes, siempre han sido muy buenos para multiplicar; turistas X dólares = muchos ingresos…
Pero, el asunto es que la pandemia culminó, la emergencia fue superada y el citado derecho no tiene razón de seguir existiendo.
Sin embargo, siempre es una tentación para los gobiernos mantener aquellos escenarios de recaudación creados por gobiernos anteriores, que les permiten ingresos sin tener que dar explicaciones por algo que no fue instituido ni propuesto por ellos.
Eso me recuerda un impuesto que se inventó un Presidente Municipal de mala memoria, con una denominación larga y rimbombante, que supuestamente era para el DIF (Desarrollo Integral de la Familia), absolutamente inconstitucional, que suponía un diez por ciento de todas las contribuciones municipales que todos los ciudadanos hacemos, desde tramitar una licencia de conducir, pagar una infracción de tránsito o cumplir con el predial y que significaba millones para las arcas del ayuntamiento municipal.
Los ciudadanos lo pagaban sin saber, sin conocerlo, sin chistar, hasta que el buen amigo Fernando García Zalvidea, que en paz descanse, se amparó contra el mismo. Confieso, que no sé hasta la fecha si lo seguimos pagando o no. Pero el tema, es que cuando nos quejamos ante los nuevos munícipes que heredaron ese ilegal ingreso para el gobierno,
nos escucharon, nos “comprendieron”, prometieron estudiarlo, pero NO lo eliminaron, porque el ingreso era jugoso, ilegal, pero atractivo, suficiente, jugoso pues.
Lo mismo ocurre con el VISITAX estatal, ilegal, injusto, fuera de contexto, arbitrario, pero puede antojarse jugoso, suficiente y atractivo, por lo que en lugar de eliminarlo como es debido y justo, no solo lo han mantenido, sino que ahora pretenden incrementarlo, oficializarlo y regularizarlo, convertirlo en una norma que deban no solo aceptar, sino recaudar los empresarios.
Yo en lo personal le tengo profundo aprecio a nuestra Gobernadora, a quien conozco desde que ambos éramos muy jóvenes, admiro su tremendo ascenso, me encanta su enjundia y aplaudo su gran labor como líder, como la mejor gobernadora que hemos tenido, y por su enorme capacidad de gestionar ante la federación en beneficio de Quintana Roo, mis respetos para ella.
En este tema del VISITAX, me parece respetuosamente, que estamos teniendo grandes diferencias, a la vista de que, lo que nuestro estado y nuestro país necesitan para engrandecer al turismo y con ello generar mayores derramas y mejor calidad de vida es incentivos y estímulos para la actividad turística.
Repetidamente he señalado en este y otros espacios, que nuestro país y nuestra industria requieren de leyes de fomento para la actividad turística, carecemos de ellas en absoluto.
No han trabajado en absoluto los legisladores de partido ninguno en iniciativas que signifiquen fomento, incentivo o estímulo, ni para el empresario, ni para el consumidor en materia turística.
En ese sentido, el gobierno de Quintana Roo, tiene una enorme oportunidad de enviar una señal positiva a empresarios, consumidores, colaboradores y de manera importante, a mercados emisores, al eliminar de manera definitiva el derecho denominado VISITAX, que no solo es inoperante y difícil de recaudar, sino que es contrario al espíritu de promover, incentivar y estimular el incremento del turismo en México.
El VISITAX, debe desaparecer, porque no solo no se puede recaudar de la forma actual que, inhibe y amenaza a los turistas en el aeropuerto, sino porque se suma a una serie de contribuciones que actualmente ya efectúan los turistas además de sus tarifas de alojamiento como son IVA, Impuesto al Hospedaje, Derecho de Saneamiento Ambiental, además del Derecho de No Residente (DNR), que pagan al comprar su boleto de avión y que recientemente se ha incrementado en un 14%, por acuerdo de la Cámara de Senadores.
La carga tributaria para turistas y empresarios del sector es alta y suficiente, como para agregarle algo más que simplemente nos coloca en desventaja frente a otros destinos del Caribe.
A la vista de lo expuesto, y a lo expresado suficientemente por los empresarios hoteleros, lo lógico y lo deseable es que el denominado VISITAX se elimine de manera definitiva.
Se entiende por otra parte, que el Gobierno requiera de una mayor recaudación para poder acometer todas las asignaturas y retos que enfrenta, que cumple con deudas heredadas, que la población crece a cada día y de manera importante, que la federación no solo no contribuye como debiera, sino que nos resta en participaciones, que le reduce presupuesto al estado y que no cumple como se esperaría, para una entidad que genera tanta riqueza, tantos empleos y tantos impuestos.
El Gobierno de México, está en falta sin duda con Quintana Roo, y las pocas obras de infraestructura que se han realizado en los últimos años, no compensan en absoluto el enorme rezago de años. Ni los gobiernos municipales, ni el gobierno del estado reciben la contribución que les corresponde de parte del gobierno federal a cambio de lo que aquí se genera.
Ver al enorme número de turistas que recibimos como una solución para aminorar la carga, verlos como un número en la ecuación que significa mayores ingresos es un tremendo error, que a la larga puede traer consecuencias irreversibles en pérdida de competitividad, en participación de mercado y en percepción negativa.
Crear más impuestos, aprovechando a los turistas es mala idea, es pésima estrategia y debe reconsiderarse.
Por hoy el VISITAX, debe ser eliminado. Si se permite, si se consciente, si se mantiene, se quedará para siempre, como muchas otras cosas en México que nacieron de una coyuntura y se quedaron… Hay que pensar en bien de la República a largo plazo.
Al Buen Entendedor…
