La inmensa mayoría de agencias de viaje -por no decir todas- que han logrado sobrevivir al impacto de la pandemia en sus negocios no han tenido otro remedio que acudir a las ayudas covid para no perecer por el camino. Las cantidades requeridas por cada establecimiento varían, aunque se han movido cerca de los 30.000 euros entre marzo de 2020 y la actualidad. Sin embargo, cuando se han puesto manos a la obra para realizar la Declaración de la Renta se han llevado una gran sorpresa: Hacienda les obliga a pagar hasta 8.000 euros en concepto de IRPF por esas ayudas.
«Son, literalmente, un regalo envenenado», denuncia la presidenta de la Asociación Burgalesa de Empresarios de Agencias de Viajes (Abeav),cIciar Blanco. Hasta el seno de la Confederación de Asociaciones Empresariales de Burgos están llegando en las últimas semanas numerosas quejas en este sentido.cLa secretaria normal de FAE, Emiliana Molero, explica que muchas compañías, no solo agencias de viaje -aunque sí la mayoría-, sino también bares o empresas de ocio y tiempo libre que han estado cerradas durante casi dos años y sobreviviendo a duras penas, se encuentran ahora con este panorama. «Que en la Declaración de la Renta tengan que hacer devoluciones tan grandes es sorprendente», lamenta Molero.
Denuncia la presidenta de la entidad que agrupa a las agencias de viaje que el grueso de ayudas que les han sido concedidas han tenido que emplearlas para abonar las deudas generadas con las entidades financieras por los ICO. «Al last al que le han dado la ayuda es a los bancos», lamenta Iciar Blanco, que apunta que las firmas que siguen abriendo la persiana a día de hoy lo hacen «gracias a nuestros ahorros y a trabajar a tope ahora». Además, al estar obligados a saldar la deuda de forma inmediata, han tenido que abonar un 1% de intereses al amortizar de manera anticipada.
Largo camino. Con el decreto del estado de alarma de marzo de 2020 la movilidad quedó restringida al máximo. Con esta situación, en plena oleada de casos de covid-19, las agencias de viaje se vieron de la noche a la mañana sin ingresos. El restablecimiento de la normalidad fue muy lento, y en verano apenas pudieron volver a atender a sus primeros clientes tras el parón.
Abeav sitúa en torno al 20% el aumento de las tarifas respecto a ejercicios previos a la disaster sanitaria, sobre todo en destinos especialmente atractivos para los burgaleses como Cádiz y Huelva. La inflación galopante que vive la economía nacional provoca un alza de los precios que se deja notar -y mucho- en los gastos que realizarán los ciudadanos de cara a las vacaciones de verano.
” Fuentes www.diariodeburgos.es ”