China vive envuelta en una paradoja de la que no consigue salir. Es el país más poblado del mundo, con 1.200 millones de habitantes, y el mayor mercado emisor de turistas. Sin embargo, esos viajeros optan mayoritariamente por pasar sus vacaciones en China o en algún país cercano como Japón, Corea, Singapur, Malasia o Indonesia. “Antes de 2019 era la costumbre; después han sido las severas restricciones impuestas por el Gobierno para evitar la propagación del coronavirus”, remarca Ada Xu, directora regional para Europa, Oriente Medio y África de Fliggy, la plataforma de viajes de Alibaba. Una tendencia que puede romperse en las próximas semanas, ya que la industria descuenta que el Ejecutivo chino levante las restricciones para los viajes. Xu advierte de que la recuperación no será inmediata porque primero habrá que superar los trámites burocráticos necesarios para renovar pasaportes y visados, pero constata que la demanda existe. “Hay 372 millones de turistas chinos listos para viajar en cuanto abran las fronteras”, constata Xu, que acudió el pasado viernes a una conferencia en el congreso de turismo Forward_Mad, celebrado en Madrid.
Lleva desde 2016 en París liderando la estrategia de Fliggy en Europa como nexo de unión entre el mercado de origen (China) y el de destino (Europa). ¿Qué conclusiones saca de estos seis años tan agitados con una pandemia de por medio?
Mi primer objetivo es que Fliggy, como marca del ecosistema de Alibaba, sea reconocida en Europa y resulte atractiva para todos los operadores de la industria por lo que ofrecemos. Fliggy no es una agencia de viajes on-line, sino que funciona como una plataforma de viajes. Alcanzamos acuerdos con socios, como el Museo del Louvre, el Museo del Prado o Disneyland, y ofrecemos experiencias exclusivas para los viajeros. Un buen ejemplo son los streamings que hicimos durante el confinamiento para enseñar alguna de sus grandes obras.
Hasta la pandemia, el turismo chino a otros países period solo un fenómeno emergente y los viajes se solían hacer en grupo y con turoperador para reforzar la seguridad ante el desconocimiento del idioma. ¿A qué tipo de clientes se dirige Fliggy?
El principal objetivo de Fliggy es captar viajeros individuales que descarten hacer viajes en grupo. Una parte muy importante son ciudadanos chinos que estudiaron o pasaron tiempo en Europa, que aprendieron el idioma, y que están buscando experiencias únicas del país que visitan. En España buscan sol y playa, pero quieren descubrir también el lujo, la cultura, el patrimonio o la innovación. Les gusta probar tecnología permanentemente, por lo que la tecnología es very important en la industria de viajes de China. Son gente muy ligada a los móviles, que les gusta estar conectados permanentemente y comprar todo por el móvil.
“Francia es la puerta de entrada a Europa, e Italia y España, las paradas obligatorias”
Otra de las ventajas es su elevado poder adquisitivo…
Son viajeros muy formados, que hablan la lengua del país que visitan y que priorizan las compras de lujo como parte esencial del viaje. Tienen un presupuesto elevado para comprar en tiendas de referencia, alimentación o vinos porque quieren unirse a esa atmósfera de lujo.
España es uno de los países más visitados del mundo junto a Francia. Sin embargo, París le lleva gran ventaja a Madrid como primer destino europeo en turismo de compras y de lujo. ¿Ha cambiado esta percepción después del Covid?
España esta muy bien posicionada dentro de Europa en el rating. Antes de que estallara la disaster del Covid empezamos a ver algunas cifras en España [alcanzó en 2019 el máximo histórico con 700.000 viajeros] e Italia muy interesantes, confirmando que se habían convertido en destinos muy atractivos para los turistas chinos. Tradicionalmente, los viajes de los chinos incluían varias ciudades en Europa. La puerta de entrada period Francia y las paradas obligatorias eran España e Italia. España tiene todo lo que un turista chino puede necesitar: el viajero chino busca una experiencia en la que se mezcle lujo, cultura y tecnología. Pero las Administraciones y las empresas españolas tienen que trabajar más y mejor la promoción del destino en China. En Francia y Reino Unido están trabajando de manera muy intensiva y en Oriente Medio también.
“Soy optimista sobre la reapertura de fronteras, pero habrá que renovar millones de pasaportes y visados”
Hoteles, restaurantes o tiendas de lujo de toda Europa están a la espera de que el turismo chino vuelva a viajar. Fue el primer afectado por la disaster del coronavirus y el último en salir, ya que todavía no se puede viajar al extranjero. ¿Es optimista respecto a una reapertura inminente?
Sí, soy optimista. Pero no será una recuperación inmediata. La política china es muy estricta. Tras tres años de confinamiento, millones de pasaportes y de visados tendrán que ser renovados. Sin esos dos elementos no se podrá viajar. Esos dos elementos son muy controladores. Pero si finalmente se levantan las restricciones en las próximas semanas se producirá una explosión de viajes. Solo en Fliggy tenemos 372 millones de usuarios ansiosos por viajar en los próximos meses.
Ha mencionado la tecnología como uno de los elementos de atracción para el turismo chino. Ponga algún ejemplo.
En China estamos revolucionando la manera de visitar los museos. Hemos dado un paso más allá de las audioguías y estamos usando gafas de realidad aumentada. Se puede recrear con tecnología una escultura que perdió un brazo para entender como fue antes. También se puede reconstruir un templo en ruinas. Nuestra obsesión es aportar valor añadido a socios y consumidores. Sería importante contar con este tipo de experiencias en Europa, que ya son comunes en China.
” Fuentes cincodias.elpais.com ”