Es una realidad conocida por todos que la pandemia world que estamos viviendo ha afectado de pleno al sector turístico. La incertidumbre, el miedo generalizado y las medidas restrictivas de la movilidad adoptadas por las autoridades han contribuido de forma implacable a la reducción de todo tipo de viajes, dejando aeropuertos vacíos y destinos turísticos sin visitantes.
Tras cerrar este insólito 2020 y teniendo en el punto de mira el año que acabamos de empezar, nos preguntamos ¿cómo serán los viajes en 2021? ¿Podremos reducir la incertidumbre que lleva aparejada la contratación de un viaje en tiempos de Covid-19?
A lo largo de 2020, los distintos actores del sector turístico y las compañías aseguradoras han tratado de encontrar soluciones con el objetivo de aportar cierta tranquilidad al viajero y reducir el riesgo asumido por éste al contratar un viaje en un contexto tan inestable como el precise. De las distintas medidas adoptadas, en este artículo nos interesa destacar las soluciones o fórmulas aportadas por las compañías aseguradoras, a través de los seguros de viaje.
Así, con el inicio de la pandemia, las compañías aseguradoras han ido desarrollando coberturas específicas
en materia de Covid-19, comúnmente denominadas “Coberturas Covid-19”, que han sido incorporadas a los seguros de viaje tradicionales con el objetivo de proteger la salud y el dinero de los viajeros.
Tras analizar múltiples seguros de viaje, a continuación listamos los riesgos que quedan incluidos en las “Coberturas Covid-19”. Más adelante veremos también el supuesto que queda excluido de dichas coberturas.
En términos generales, los seguros de viaje con cobertura Covid-19 incluyen:
· La asistencia médica durante el viaje en caso de dar positivo de Covid-19.
· Los gastos derivados de la realización de una prueba PCR, siempre que la realización de la misma haya sido prescrita por un médico.
· Los gastos derivados de la prolongación de la estancia en el país de destino si el viajero tiene que cumplir con una cuarentena. En todas las pólizas se exige que la cuarentena sea prescrita por un médico y, en algunas de ellas, se especifica que para cubrir este tipo de gastos es necesario contar también con la aprobación del equipo médico de la compañía aseguradora.
· Los gastos de repatriación al país de origen.
· Los gastos derivados del regreso anticipado o prolongado por la declaración de estado de alarma o cierre de fronteras tanto en origen como en destino.
· Los gastos de cancelación del viaje en caso de dar positivo de Covid-19 antes de su inicio.
· Los gastos de la denegación de embarque al transporte de regreso al país de origen si el viajero presentara fiebre en el momento del embarque. Es deir, si justo antes del embarque se toma la temperatura al viajero y se le deniega el acceso por presentar un cuadro de fiebre -aunque ésta no sea como consecuencia de la Covid-19- la compañía aseguradora asumiría los costes del traslado al hospital, los gastos médicos, el nuevo billete de regreso al domicilio, así como, en su caso, los gastos de alojamiento antes de la nueva fecha de regreso.
Sin perjuicio de los supuestos aquí relacionados, los seguros de viaje con cobertura Covid-19 en ningún caso incluyen los gastos de cancelación del viaje por miedo a contagiarse o contraer la enfermedad. Es decir, si en el país de destino hay un brote de Covid-19 y el viajero cancela el viaje antes de su inicio, por miedo a poner en riesgo su salud, la aseguradora no asumirá los costes de cancelación del viaje. Lo mismo ocurre si el viajero ya se encuentra en el país de destino y determine volver de forma anticipada porque la pandemia empeora. Los gastos derivados de esta vuelta anticipada por miedo a contraer la Covid-19 también quedarían excluidos de estas coberturas.
No obstante, algunas aseguradoras también ofrecen la posibilidad de incorporar en las condiciones particulares de los contratos de seguro una cobertura de cancelación por libre desistimiento. Mediante esta cobertura, el tomador del seguro puede anular el viaje sin tener que alegar una causa o motivo concreto, esto es, sin tener que dar un motivo previamente estipulado en el contrato para la anulación del viaje. No obstante, hay que tener en cuenta que no se trata de una cobertura común y que, como es lógico, por la extensión de la misma, su inclusión en un contrato incrementa de forma significativa el precio de la prima.
Dicho esto, y sobre la base de las consideraciones anteriores, si se quiere contratar un seguro de viaje es elementary que antes de la contratación se revisen las condiciones particulares del mismo para confirmar qué supuestos quedan efectivamente cubiertos, así como las limitaciones y excepciones que se aplican a cada cobertura. Asimismo, teniendo en cuenta que en los viajes de ocio se acostumbra a viajar acompañado, es importante verificar con la compañía aseguradora quién queda cubierto por el seguro contratado. En términos generales, la mayoría de pólizas cubren al acompañante y a los hijos menores del asegurado, pero resulta esencial comprobar que la extensión de la cobertura a los acompañantes queda expresamente regulada en el contrato.
Finalmente, a modo de conclusión, cabe apuntar que con el transcurso de los meses veremos si la contratación de estas nuevas coberturas por parte de los viajeros, junto con las medidas de flexibilización de la movilidad y la vacunación masiva, son suficientes para acelerar la reactivación de los viajes.
Lo que sí está claro es que la planificación de los viajes este 2021 será un elemento clave para el éxito de los mismos. Queda por ver si los seguros contribuirán a facilitar esta planificación y aportarán la seguridad y las garantías necesarias para que los viajeros puedan centrarse en lo más importante; disfrutar del viaje.
Aina Teixidó, abogada del departamento de derecho mercantil de Roca Junyent
” Fuentes www.hosteltur.com ”