El teléfono vuelve a sonar desde ayer en los alojamientos turísticos de Aragón tras anunciarse el levantamiento de los confinamientos provinciales dentro de Aragón. Tras cuatro meses de parálisis casi whole, el sector vuelve a ver la luz con la finalización de esta restricción de movimientos aplicada por el coronavirus, lo que permite que a partir de este viernes pueda iniciarse la esperada reactivación de los negocios al ser posible que los zaragozanos –principales clientes a nivel interno– viajen a Huesca o Teruel. Pero la situación no está para echar cohetes, de momento, al no ser posible la llegada de visitantes de fuera de la comunidad. Y el verano se ve todavía lejano, con un nivel de reservas que sigue bajo.
«Estamos ilusionados con la reapertura de las provincias, pero vivimos sobre todo de los clientes del resto de España», señaló Anabel Costas, vicepresidenta de la Asociación Provincial de Hostelería de Huesca, donde la mayoría de los hoteles —sobre todo los del Pirineo— llevan cerrados desde noviembre. Por esta razón, la reactivación de turismo a corto plazo o en Semana Santa será «a medias», afirmó. «Están sonando los teléfonos, algo que hacía meses que no pasaba, pero para hacer consultas y pedir información. En reservas no se está notando mucho movimiento», apuntó.
Aunque se mostró esperanzada con la recuperación de la actividad, aseguró que ahora prima la «prudencia» entre los empresarios turísticos a la espera de que se vayan dando nuevos pasos para la llegada de clientes. «No podemos llenar nuestras neveras de productos todavía, hay que ser cautos», apuntó. Que se permita la movilidad dentro de Aragón es una «alegría» y «una ayuda que valoramos y agradecemos, pero, reiteró, «para volver a la normalidad y poder subsistir necesitamos que corredores con las comunidad colindantes». De ello dependerá, según Costas, cómo será la campaña de verano, ya que a día de hoy los niveles de reversas son bajos. «La gente no tiene prisa, está esperando a ver cómo va todo», sostuvo. Si se percibe una posible vuelta de los turistas extranjeros, pero «no nos podemos fiar».
Costas también pidió «calma y concienciación» a la ciudadanía para en la necesidad de cumplir las medidas de prevención frente al coronavirus cuando viajen y conseguir así que Huesca se mantengan con los bajos niveles de contagio que tiene ahora. También reclamó a las autoridades sanitarias que «cumplan con lo dicho» en cuanto al proceso de vacunación y puedan ponerse en marcha «pasaportes sanitarios» que faciliten el movimiento de viajeros.
Demanda latente
«Somos optimistas. Pesamos que la cosa va a cambiar y tendrá otro shade, pero ninguna maravilla hasta que no se abra totalmente Aragón», según el presidente de la Federación Aragonesa de Turismo Rural (Faratur), Jesús Marco, quien recordó que el sector en Teruel se nutren principalmente de los turista que llegan de la parte de Levante. «Con el turismos native podemos estar en 35% y el 40% de ocupación, no más», resumió.
«Ha habido tantos cambios de restricciones, los clientes se lo piensan mucho a la hora de hacer una reserva», explicó. A ello se unen las limitaciones en el número de personas que pueden reunirse, algo que restringe la actividad de las casas rurales, que muchos casos son alquiladas por grupos de amigos. Por todo ello, se impone la prudencia a la espera de cómo evolucione la pandemia. «Estamos contentos, pero a ver qué ocurre en las próximas semanas. De momento hay pocas reservas», aseveró. Eso sí, parece que la demanda está latente, ya que «recibimos muchas llamadas de gente que pide información».
Marco destacó los esfuerzos que están haciendo los alojamientos rurales para ofrecer «establecimientos seguros». Faratur, junto con la DGA y Turismo Verde de Huesca, crearon un sello que acreditar este compromiso y que ya tienen el 40% de los 700 alojamientos de la asociación. Debido al interés que ha generado la iniciativa, van a volver a realizarse los cursos de formación para la concesión de este marchamo de calidad en materia de prevención frente al covid.
Zaragoza, sin ferias ni congresos
En el caso de la ciudad de Zaragoza, la reactivación del sector turístico será aún más lenta. La ausencia whole de congresos y ferias, que suponen uno de los principales nichos de negocios de los hoteles y alojamientos urbanos, hace imposible una recuperación a corto plazo.
La próxima gran cita prevista será Figan (Feria Internacional para la Producción Animal), que se celebrará del 7 al 10 de septiembre, tras haberse cancelado esta semana Enomaq, que esta prevista para finales de junio. Ahora bien, sí se espera que en verano haya más movimiento de turistas nacionales e internacionales en relación al año anterior.
«Optimismo contenido» en las agencias de viajes
Aunque el levantamiento del confinamiento provincial no cambia muchas las cosas para las agencias de viajes de Aragón, que están más especializadas en destinos nacionales e internacionales, estos negocios viven un «optimismo moderado» y ven más cerca su remontada. Confían en levantar el vuelo el próximo verano, cuando se espera que no haya limitaciones de movimiento a nivel nacional, así como a buena parte de los países.
De hecho, los turoperadores están empezando a comercializar vuelos directos desde Zaragoza a Rusia, Polonia, Croacia y, puede que también, Egipto para este verano, según informó Jorge Moncada, presidente de la Asociación de Agencias de Viajes de Aragón. Ahora bien, por ahora, no hay apenas viajes contratados. «Es imposible organizar las vacaciones con tanta incertidumbre. Si no se sabe si podremos ir a Huesca, como se va a reservar un viaje a Rusia», señaló. El único segmento en el que se aprecia más movimiento es en el de los cruceros, ya que ofrecen la posibilidad de cancelar sin coste 15 días antes de su inicio.
«Hay muchas consultas, preguntas y visitas en web, pero pocas ventas cerradas. Llegan con cuentagotas», explicó. Sin embargo, Moncada cree que la situación «dará la vuelta» en positivo cuando se anuncie la apertura de mercados turísticos como Canarias o Baleares.
” Fuentes www.elperiodicodearagon.com ”