Sin embargo, gracias a la app de Didi Meals, Marisa descubrió que podía realizar sus entregas de forma cotidiana y que la gente sí estaba interesada en consumir su paella en cualquier día de la semana. Pese a no ser una nativa digital, a sus 65 años, Marisa supo adaptarse a las nuevas tecnologías e implementarlas a su favor.
“Durante el proceso me he sentido muy acompañada y siempre me han orientado para poder ser parte de los restaurantes que entregan, esta quizá fue una de las peores crisis para todos, pero gracias a las entregas mi negocio sobrevivió”, relató en entrevista Marisa.
Marisa está muy contenta de seguir brindando el servicio a sus clientes y asume la responsabilidad que le dejan las buenas recomendaciones.
“Me da mucha alegría que recomienden mis platillos, pero también es una responsabilidad enorme, porque de uno depende que la otra persona quede bien con un ser querido, en un trabajo, con algún socio o cliente, entonces damos lo mejor en cada preparación, para cada persona que quiere disfrutar de una pandemia en una ocasión especial”, dijo Marisa.
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