Desde la época mesoamericana, la importancia de las hierbas comestibles en la dieta alimentaria de las diversas culturas que poblaron lo que hoy conocemos como México fue trascendente, una muestra es la lámina 462 del Códice Florentino, manuscrito del siglo XVI, titulada “El consumo del quelite”, donde se observa a un indígena que arrancar hierbas del suelo para recolectarlas en su tilmatli. Precisamente este grupo de alimentos conocidos como quelites, entre los que se encuentran hojas, flores, tallos y brotes, de los cuales existen en México más de 350 especies diferentes, es el tema del 19º concurso gastronómico interno La Sazón del Claustro 2024, que se realizará el viernes 1 de noviembre, a partir de las 9 horas, en la Universidad del Claustro de Sor Juana (UCSJ).
“De hojas, flores y brotes: quelites, tesoros nacionales”, es el tema de esta edición del certamen culinario que busca rescatar la importancia de la cocina mexicana y sus ingredientes, mediante la elaboración de platillos con perspectiva multidisciplinaria en los que los alumnos de la Licenciatura en Gastronomía de la UCSJ, de todos los semestres, participen aplicando los conocimientos y competencias adquiridas a lo largo de la carrera.
De esta forma, el concurso que se celebra desde hace 19 años busca fortalecer el uso y conocimientos de los quelites, haciendo énfasis en la biodiversidad existente en México, así como de sus características, distribución geográfica e importancia cultural, mediante las propuestas culinarias diversas, fomentando así la cercanía con este preciado insumo.
El concurso está dividido en 3 categorías: Amateur (de 1 y 3 semestre), Platina (5 y 7) y Dorada Platina (5 y 7). Los primeros deberán realizar en hora y media (90 minutos), un plato fuerte con dos guarniciones, el cual deberá de contener por lo menos dos de los quelites mencionados en la convocatoria.
Los participantes en la siguiente categoría, en dos horas (120 minutos), deberá presentar un postre al plato, el cual deberá de contener por lo menos dos de los quelites referidos y, finalmente, los concursantes en la última, en dos horas y media (150 minutos), deberán cocinar una entrada y un plato fuerte con dos guarniciones, el cual deberá de contener por lo menos tres de los quelites mencionados.
Previo al inicio del concurso, a las 9:30 horas, tendrá lugar la ponencia “La presencia de los quelites en la cotidianidad y la ritualidad en México”, por parte de la Chef Montserrat Castillejo Pichardo, responsable del Centro de Interpretación de la Fundación Herdez y la gestora cultural en materia de alimentación en México, maestra Magdalena Pérez Palomo.
Mientras se suscita el certamen, a las 11:35 horas se realizará la conferencia “Las hierbas comestibles en la cocina chinanteca del Valle Nacional, Oaxaca”, con Alexis Jiménez Añorve, quien encabeza los restaurantes de comida oaxaqueña Comixcal y Guie’ Huini. A las 13: 40 horas, la maestra Natalia Alonzo Romero Lanning dictará la charla “Defendiendo a las malas hierbas”.
Los ganadores por categoría se harán acreedores a premios otorgados por los patrocinadores del concurso entre los que se encuentran Rich, Victorinox, Ánfora, Fundación Hérdez, Hamilton Beach, entre otros.
De acuerdo con datos de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad, en México se consumen más de 350 especies de quelites, entre los más comunes se encuentran el pápalo (Porophylum ruderale subsp. Macrocephalum), la verdolaga (Portulaca oleracea), el quintonil (Amaranthus spp.), el romerito (Suaeda nigra), el huauzontle (C. berlandieri subsp. nuttalliae) los alaches (Anoda cristata), el epazote (Dysphania ambrosioides), la chaya (Cnidoscolus aconitifolius), la hoja santa (Piper auritum) y los chepiles (Crotalaria spp.)
Al brotar espontáneamente en las milpas y con la llegada de nuevos patrones de producción agrícola, los quelites han perdido espacios naturales a para crecer. Si bien aún no están en peligro de extinción, el uso de pesticidas y herbicidas, pues en algunos casos los consideran plagas, las atacan hasta erradicarlas, lo que, sumado a la moda de los monocultivos extensivos, han hecho que se pierda la diversidad en los sembradíos.