Gran Bretaña planea utilizar su presidencia en el Grupo de las Siete potencias económicas para impulsar un sistema internacionalmente reconocido de pasaportes para vacunados, que podría permitir la reanudación de los viajes por el mundo, aunque el primer ministro Boris Johnson reconoció el martes que la concept plantea cuestiones éticas “complejas”.
El gobierno británico dijo anteriormente que no estaba contemplando la posibilidad de expedir pasaportes etiquetados a las personas que hayan sido vacunadas. Sin embargo, ahora ha puesto en marcha una revisión de la “certificación del estatus de COVID” que examinará las formas en que las personas pueden demostrar que no tienen el coronavirus, ya sea a través de la vacunación o mostrando un resultado negativo en las pruebas.
El gobierno dijo que “buscaría introducir un sistema que permita a las personas vacunadas viajar más libremente a nivel internacional”. Añadió que trabajaría con otros países a través de la Organización Mundial de la Salud, el G7 —cuya presidencia ocupa Reino Unido este año— y otros organismos en “un marco internacional claro con estándares que brinden congruencia, tanto a los pasajeros como a la industria”.
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“La introducción de un sistema de este tipo también debe ser justa y no desfavorecer indebidamente a las personas a las que aún no se les ha ofrecido una vacuna o que no han obtenido acceso a ella”, dijo el gobierno en un documento que describe sus planes para levantar las restricciones pandémicas de Gran Bretaña. “Siendo ese el caso, el gobierno no espera que esta solución esté disponible rápidamente, y es probable que las restricciones como las vigentes en todo el mundo continúen en el futuro cercano”.
El gobierno británico también estudia cómo los empleadores, los propietarios de foros u organizadores de grandes eventos podrían utilizar dicha prueba. Una opción que se está analizando es usar la aplicación de rastreo de contactos del Servicio Nacional de Salud, que millones de personas en Gran Bretaña tienen en sus teléfonos, para mostrar los resultados de la prueba diagnóstica de COVID-19.
Johnson admitió el martes que “hay cuestiones profundas y complejas que debemos explorar” antes de tomar una decisión.
“No podemos discriminar a las personas que, por cualquier motivo, no pueden recibir la vacuna”, afirmó. “Puede haber razones médicas por las que ciertas personas no puedan recibir una vacuna o algunas personas pueden rehusarse genuinamente a ser inyectadas. Creo que eso es un error, creo que todo el mundo debería tener una vacuna, pero tenemos que sortear todo esto”.
” Fuentes www.viveusa.mx ”