En los últimos años, la Ciudad de México ha experimentado un boom turístico que ha llevado a un fenómeno preocupante: la gentrificación. Este término se refiere al proceso de transformación de un barrio, generalmente urbano, en un lugar de clase alta, lo que desplaza a los habitantes originales.
Uno de los últimos ejemplos de esta situación se ha dado en el cielo de la CDMX, donde agencias de viajes han comenzado a vender recorridos en el recién inaugurado Cablebús por la exorbitante cifra de 700 pesos por persona. Este servicio de transporte, que originalmente fue creado para beneficiar a los habitantes de las zonas marginadas de la ciudad, se ha convertido en un atractivo turístico exclusivo para unos pocos privilegiados.
Esta situación plantea interrogantes sobre la verdadera naturaleza del turismo en la Ciudad de México. ¿Estamos realmente promoviendo la inclusión y el desarrollo de las comunidades locales, o estamos contribuyendo a su marginación y exclusión?
Es fundamental reflexionar sobre el impacto que nuestras acciones turísticas tienen en el entorno que visitamos. ¿Estamos siendo conscientes de las consecuencias de nuestra presencia en esos lugares? ¿Estamos respetando a sus habitantes y su cultura, o simplemente estamos aprovechándonos de ellos?
Como viajeros, debemos cuestionarnos constantemente sobre el tipo de turismo que queremos promover. Si verdaderamente deseamos contribuir al desarrollo sostenible y equitativo de las comunidades que visitamos, debemos priorizar el respeto, la inclusión y la colaboración con los habitantes locales.
La gentrificación en el cielo de la CDMX es solo un ejemplo de cómo el turismo puede convertirse en un factor de exclusión y desigualdad. Depende de nosotros, como viajeros responsables, tomar conciencia de estas problemáticas y actuar de manera ética y solidaria en cada uno de nuestros viajes. Solo así podremos construir un turismo más justo y equitativo para todos. ¡Viajemos con conciencia!
” Sources heraldodemexico.com.mx ”
” Fuentes heraldodemexico.com.mx ”