Mallorca, destino consolidado para las primeras nupcias de extranjeros, se afianza en ese nichoen el mercado norteamericano gracias al vuelo directo con Nueva York. Las peticiones para celebrar bodas en hoteles y agroturismos de la isla se están incrementando por la facilidad que supone la conexión de United Airlinespara que viajen los invitados. Estas celebraciones suman estancias hoteleras antes y después de las bodas.
Relacionadas
Hoteles singulares y con historia de Ciutat y del resto de Mallorca son algunos de los lugares elegidos para las celebraciones, entre ellos Belmond La Residencia, Castell Son Claret, Jumeirah Port Soller, Nixe Palace o Son Doblons.
La organizadora de bodas y eventos Marian Clavel confirma que «ha venido un boom con el vuelo directo» con el aeropuerto de Newark que se puso en marcha la temporada pasada. Desde su empresa, MC Event Planner, organizaban bodas con contrayentes norteamericanos y perciben mayor interés. «Tenemos seis parejas para 2024» y este 2023 están notando el efecto de la ruta.
«Ya venían estadounidenses porque suelen llegar invitados de todo el mundo» y la conectividad de Son Sant Joan favorece los desplazamientos. En muchos casos se trata de «gente joven con amigos en diversas partes del mundo».
Primera llegada para testear
El cambio que observa Marian Clavel es que «antes llegaban para casarse y ahora vienen a ver el menú y conocer el lugar» elegido para la celebración. Así se «facilita que se decanten más por Mallorca».
Los contrayentes que vienen a decirse el ‘sí quiero’ a la isla proceden de diferentes puntos de Estados Unidos. E incluso de Canadá aunque en menor medida, apostilla Clavel. Para algunos la celebración abre la puerta para descubrir este destino del Mediterráneo y en otros casos escogen Mallorca porque la han visitado antes.
Los novios aprovechan la ruta directa con la isla para venir a comprobar el menú y el enclave elegido
El interés en vender la isla en Estados Unidos y Canadá como enclave para celebrar bodas se constató en abril en las jornadas de comercialización del mercado norteamericano organizadas por Turespaña en Palma. Agentes de viajes y turoperadores mostraron «muchísimo interés», acota Maria Renart, gerente de Essentially Mallorca.
Igualmente en Ciutat se está percibiendo la organización de bodas de norteamericanos a raíz de la conexión aérea de United Airlines, dice Javier Vich, el presidente de la Asociación Hotelera de Palma. Lo que supone más estancias hoteleras y que dicho mercado vaya escalando posiciones entre los establecimientos del casco antiguo, para algunos ya es el tercero en importancia tras los clásicos alemán y británico.
Las parejas y sus invitados se desplazan a Mallorca «como mínimo cuatro días, lo que dura el jet lag», bromea Marian Clavel. Pueden alargar la estancia hasta doce días. «Hacen preboda, posboda, alquilan barcos…». Entre los lugares para la celebración que menciona la organizadora de bodas y eventos figuran Castell Son Claret, en Es Capdellà, Son Marroig, en Deià, o Son Doblons, en Santa Margalida. La fiesta después puede continuar en un beach club con lo se experimentan los diversos atractivos de la isla. Si los invitados también se puedan alojar en el enclave elegido para la boda, más que mejor.
Mejor hotel europeo
«Están ayudando mucho» los reportajes que se publican sobre Mallorca en medios norteamericanos, agrega Clavel. Lo han comprobado en Castell Son Claret. La possesió, propiedad de un alemán, fue elegida el año pasado Mejor Hotel Europeo por Hemispheres, la revista de United Airlines. «El hotel favorito de nuestros lectores (y de toda Europa) no está en el mar», reza la reseña sobre el alojamiento que este año celebra su décimo aniversario. «Esa publicación y otros artículos nos han beneficiado», dice Laura Ripoll, directora de Ventas para Grupos y Eventos de Son Claret. «Solo con el inicio del vuelo de United lo notamos, empezaron a llegar solicitudes y tenemos una boda este año y siguen las peticiones para esta temporada y para invierno».
«Los norteamericanos ya tienen el ojo puesto en Mallorca», continúa Ripoll, como están comprobando los wedding planners y otros hoteles de la isla.
Castell Son Claret, que forma parte de The Leading Hotels of the World, la organización que aglutina a hoteles de gran lujo, cierra «en exclusividad» para los novios y sus invitados durante dos noches y tres días para las celebraciones. La directora de Ventas considera que seguirán aumentando las bodas de norteamericanos por el incremento de llamadas y correos electrónicos que reciben desde el invierno y esta temporada por el vuelo de Nueva York, demanda que se suma a las celebraciones ya consolidadas de alemanes, británicos, suecos o franceses.
En La Residencia las bodas representan el porcentaje más alto de sus eventos y las de los estadounidenses han repuntado desde 2015, superan las de los canadienses», explica Toni Bujosa, director de Alimentos y Bebidas. Cada temporada observan un crecimiento de entre un 5-6%. En el caso de los norteamericanos las fechas más solicitadas son de junio a septiembre, coincidiendo con el vuelo de United. Llegan atraídos por «la propiedad, su entorno, el perfil alto de servicio y, por supuesto, las recomendaciones». Se trata de grupos grandes, de unas 80-120 personas. Británicos, estadounidenses y alemanes, en ese orden, son los que más eligen este hotel.
Otro clásico para las parejas de novios en la isla es el Jumeirah Port Soller, donde el mercado estadounidense ya es prácticamente el segundo para el establecimiento y en el caso de las bodas es uno de los relevantes. Además de las diversas que tendrán lugar este año de clientes americanos destacan que ya tienen otras confirmadas para 2024, señalan desde el hotel.
«Es una realidad que el americano es un mercado emergente», dice Delia Guzmán, directora de Ventas del Nixe Palace. El año que viene acogerán su primera boda, con 80 invitados, entre una estadounidense y un valenciano al que «le gusta mucho el hotel». Las celebraciones de parejas británicas, alemanas o escandinavas tienen lugar en este «hotel con historia, uno de los primeros que abrió en los años sesenta» en temporada media.
” Fuentes www.diariodemallorca.es ”