La Finca Munoa se ha convertido en los últimos tiempos en uno de los principales atractivos turísticos de Barakaldo. A medio plazo, estas instalaciones en las que viviera hasta sus últimos días el empresario Horacio Etxebarrieta, acogerán una oficina turística, un equipamiento que el Ayuntamiento de Barakaldo ya ha comenzado a diseñar. En concreto, dicha oficina de atención turística estará ubicada en el antiguo edificio de cocheras de la Finca Munoa, pero no serán las únicas instalaciones que habrá en este inmueble, ya que también se habilitarán varias salas polivalentes para uso y disfrute de la ciudadanía. Este proyecto se financiará gracias a los fondos Subsequent Era de la Unión Europea, unas aportaciones que están gestionadas por el Gobierno vasco, institución que ha reservado una partida de 2,2 millones para impulsar esta iniciativa.
Con la puesta en marcha de esta nueva oficina de turismo, Barakaldo busca afianzar su posición de puerta de entrada a la comarca de Ezkerraldea y, con ello, a una interesantísima oferta de patrimonio industrial de la comarca en normal y, en specific, de la localidad fabril, municipio en el que se asientan referentes del patrimonio industrial como, por ejemplo, los cargaderos de mineral, el museo Orkonera en Lutxana y la propia Finca Munoa. “Tenemos un potencial tremendo para ser la puerta de entrada de todas esas personas que recorren los municipios descubriendo su pasado industrial, y vamos a apostar por aprovechar la oportunidad que nuevamente está suponiendo la industria para nuestra ciudad”, destacó Gorka Zubiaurre, edil de Alcaldía del Consistorio fabril.
En todo este proceso de recuperación del pasado industrial de Barakaldo, además de las diversas instalaciones industriales que aún se conservan en el municipio, la ría también contará con un papel destacado. En este sentido, el Consistorio barakaldarra ha puesto en marcha la iniciativa La Ría: Futuro con Pasado. En el marco de esta acción se han colocado en la Dársena de Portu varios paneles con códigos QR que permiten acceder a imágenes antiguas que reflejan cómo eran hace tan sólo unas décadas las márgenes de la ría. De esta manera, desde el Consistorio fabril se busca que, a través del visionado de estas imágenes, tanto la ciudadanía barakaldarra como los visitantes al municipio tengan bien presente las raíces industriales, el ADN fabril de Barakaldo.
Para hacer posible este nuevo proyecto turístico, el Gobierno vasco también ha facilitado una subvención a Barakaldo, una localidad que quiere poner en valor su patrimonio industrial. – M. A. Pardo
” Fuentes www.deia.eus ”