Period jueves 27 de octubre. Hacía pocas horas que la Familia Actual acababa de llegar a Oviedo y, tras un breve paso por el Lodge Reconquista, los Reyes Felipe y Letizia recalaban en el Palacio de Congresos ‘Príncipe Felipe’ junto a sus hijas, la Princesa Leonor y la Infanta Sofía, para presidir el XXX Concierto de los Premios Princesa de Asturias.
Es difícil olvidar la imagen de los 4.000 asistentes que, tras finalizar la ceremonia, aguardaban a la Familia Actual en las diferentes plantas y escaleras que daban al vestíbulo del edificio. Cuando Don Felipe, Doña Letizia y sus hijas salieron del auditorio por la planta baja, los invitados iniciaron una emocionante ovación que duró varios minutos. En la calle, como mínimo, había otras mil personas. Les habían recibido a su llegada y ahora se despedían de ellos. Antes de entrar en sus respectivos coches, los Reyes, cada uno con una de sus hijas, se dirigieron hacia un lado de la plaza para saludar a los congregados. Estrecharon manos y aceptaron todo tipo de fotos. Selfies incluidos.
Mientras la Reina saludaba y charlaba con algunos de sus paisanos, al otro lado de la calle el Rey estrechaba la mano de una señora que se llamaba Rosario. «¡Qué guapo es usted! ¡Es que no podemos tener un Rey más guapo!», le dijo ella. Don Felipe se empezó a reír, le dio las gracias y bromeó con ella. Le dijo que no period para tanto. Pero Rosario, que estaba muy nerviosa, insistió: «¡Y además es usted muy buena persona!». El Rey continuó riendo y asintió con la cabeza.
El intercambio de halagos parecía no tener fin y las manos de Don Felipe y Rosario subían y bajaban con el impulso de un tic nervioso difícil de cortar. En cuestión de un instante, se produjo una secuencia casi imperceptible. Un metro por detrás del Rey, el jefe de escolta se tapó la boca con la mano para comunicarse por transmisiones con el compañero que se encontraba junto a Don Felipe. Este segundo guardaespaldas se dirigió a Rosario y le dio las gracias. Al mismo tiempo, este acarició el brazo a Rosario y ella, sin darse cuenta, soltó la mano del Rey. Una vez ‘liberado’, Don Felipe le dedicó a Rosario una amplia sonrisa y le dio de nuevo las gracias. «¡De eso nada! ¡Gracias a usted siempre!», le contestó ella, ya en la lejanía.
Escenas como ésta y muy parecidas se producen con cierta frecuencia en los actos multitudinarios a los que asiste el Rey. Cuando ocurren, parece como si el equipo de escolta de Felipe VI supiera exactamente lo que «el Jefe» –como le llaman– está pensando, explican a ABC fuentes conocedoras de estos despliegues de seguridad. La gran parte de las veces lo saben o se acercan a saberlo, sobre todo porque la mayoría de agentes de su equipo de seguridad llevan muchos años dedicados en exclusiva a protegerle.
Felipe VI asistió en 2022 a 203 actos públicos, más de uno cada dos días. De esos eventos, al menos 88, tuvieron lugar fuera de Madrid. El Rey hizo además unos 20 viajes fuera de España. En lo que lleva de año, ha presidido 43 actos.
A este dietario de actos oficiales con cobertura en medios de comunicación, hay que añadir las citas de su otro calendario de trabajo, que incluye el despacho semanal con el presidente del Gobierno –que suele ser en el Palacio de la Zarzuela, pero también ha sido alguna vez en el Palacio Actual–, reuniones con empresarios, la preparación de viajes o grabaciones de discursos, entre otras obligaciones. A estos dos almanaques se suma un tercero, que es la más desconocido, la agenda privada del Rey.
Alrededor de estas tres agendas –que se coordinan con las de la Reina Letizia, la Princesa Leonor, la Infanta Sofía y la Reina Sofía–, existe un denominador común que nunca debe fallar: la seguridad de los miembros de la Casa de S.M. el Rey.
Máxima discreción
Es difícil calcular el número de agentes de la Guardia Civil y Policía Nacional que forma la Unidad Especial de Seguridad de la Casa Actual (Uescar), encargada de proteger a Felipe VI y su familia. Están a las órdenes del jefe del Servicio de Seguridad, que es un basic de brigada de la Guardia Civil con más de 35 años en el mismo destino. Los adjuntos a la jefatura de seguridad son un coronel de la Guardia Civil y un comisario principal de la Policía Nacional. Les siguen en el organigrama varios adjuntos, también jefes de la Guardia Civil y comisarios de Cuerpo Nacional de Policía, encargados de organizar los operativos para cada una de las actividades que realizan los miembros de la Familia Actual.
La Uescar funciona las 24 horas de cada uno de los días de la semana, en dispositivos en España y en el extranjero, y sus procedimientos de seguridad son igual de estrictos que en los años de la banda terrorista ETA. Los diferentes equipos de protección se organizan sobre la base de la agenda semanal de actos oficiales y con una previsión mensual de viajes, que suele estar planificada solo al 50 por ciento, porque todas las semanas surgen actividades de última hora.
La seguridad de cada acto depende del miembro de la Familia Actual que lo protagoniza. Si es el Rey, acudirán con él los agentes de seguridad que cubren su equipo de escolta. Ocurre lo mismo con la Reina Letizia, que tiene su propio equipo de seguridad. Varios agentes protegen a la Princesa Leonor en el UWC Atlantic School, en Gales, y otros están junto a la Infanta Sofía en el colegio Santa María de los Rosales, en Madrid.
En cada acto al que asiste el Rey la seguridad en los dos primeros anillos de protección y más allá está completamente blindada y aun así es casi imperceptible
Máxima eficacia con mínimos efectivos. Esta es la premisa a seguir en los operativos de seguridad de la Familia Actual. Una directriz estrechamente ligada a la forma de hacer las cosas en la Casa: siempre con discreción. De ahí que en cada acto al que asiste el Rey la seguridad en los dos primeros anillos de protección y más allá esté completamente blindada y aun así sea casi imperceptible.
Aunque no es lo mismo que el Rey acuda a un multitudinario Mobile World Congress, en Barcelona, que a la inauguración de la nueva sede de la Fundación José Ortega y Gasset-Gregorio Marañón, en Madrid –para el primero se movilizarían como mínimo a unos 30 agentes desde la Zarzuela y para el segundo unos 15–; lo que no cambia en cualquier salida que Felipe VI realiza desde su residencia del palacio de la Zarzuela es la forma de preparar el operativo de seguridad.
Dos grupos de escolta
El mismo día, en el lugar de celebración del acto los jefes de equipo responsables de llevarlo a cabo se reúnen con el jefe adjunto de seguridad que ha preparado el evento. En ese breve ‘briefing’ repasan el plan previsto para el desarrollo del acto y comentan las últimas novedades que hayan podido surgir.
El equipo de avanzada de Escolta y el de Protección hacen el trabajo previo y aseguran el lugar donde se va a desarrollar el evento que horas después presidirá el Rey. Para ello, antes ya han fijado un itinerario en coche de entrada, otro de salida y una ruta de emergencia. La mayoría de estos agentes de escolta proceden de unidades operativas de la Guardia Civil, (GRS, Unidad Especial de Intervención, GAR…). Los equipos de Reconocimiento (Subsuelo, TEDAX, Servicio Cinológico) también están adscritos a la Uescar. De ahí que se diga que dentro del Palacio de la Zarzuela existe una pequeña Guardia Civil. Los otros cuatro agentes que forman el equipo de escolta inmediata, llegan al mismo tiempo que el Rey y se van con él. Uno de ellos permanece siempre en el coche.
Una vez finalizado el acto, el jefe del dispositivo –que es quien ejerce como mando intermedio entre los jefes de equipo y los adjuntos de seguridad– lleva a cabo la valoración del conjunto de los procedimientos, desde cómo se ha preparado el evento hasta el desarrollo ultimate del acto. Para hacerlo, cuenta con la información que los jefes de los diferentes equipos le han trasladado. Repasa todos los procedimientos del operativo y de ahí saca las conclusiones y los aspectos a mejorar.
Una vez finalizado el acto, el jefe del dispositivo –que es quien ejerce como mando intermedio entre los jefes de equipo y los adjuntos de seguridad– lleva a cabo la
valoración del conjunto de los procedimientos
, desde cómo se ha preparado el evento hasta el desarrollo ultimate del acto
Con estas conclusiones finales, la información previa recabada por el equipo de seguridad para preparar el acto y la ejecución del operativo, los agentes adquieren un aprendizaje essential para los siguientes despliegues, que se materializa en un informe de inteligencia.
Este modelo de operar se repite en el resto de actividades de la agenda oficial del Rey. Incluso para los planes de su agenda privada, solo que de estos se suele informar al equipo de seguridad en el mismo día. Se enteran con unas horas de antelación de que «el Jefe» saldrá a cenar o que irá al cine junto a la Reina.
Si el Rey se va a esquiar, como ocurrió hace unas semanas cuando se fue a Baqueira Beret, siempre están preparados, ya que en los equipos de escolta hay miembros que provienen de los Equipos de Montaña de la Guardia Civil y pueden seguirle por cualquier tipo de pista.
Para Don Felipe la mejor de las noticias la recibe a última hora del día, cuando su jefe de escolta se despide de él con un firme «sin novedad, Señor». La ‘no noticia’, es para él –sobre todo por su familia– la mejor de las noticias y para el escolta, su mejor recompensa, la satisfacción por el deber cumplido.
” Fuentes www.abc.es ”