Actualiza tu lista de sitios saludables para desayunar, tomar el brunch o comer y cenar. Estas son algunas novedades interesantes en la capital.
Hay pocos platos más castizos que un cocido. ¿Por qué renunciar a este tradicional manjar si eres vegano? Eso pensó el equipo del Barceló Think about, ahora que el 75% de las empresas plant primarily based vaticinan un crecimiento exponencial de la población vegana en apenas dos años.
Son los datos del último informe presentado por las startups españolas Higher Steadiness, Backyard Connoisseur, Heura, The Vegeterian Butcher o Zyrcular Meals. “Nuestra idea ha sido readaptar el cocido, con todos sus vuelcos, a esta tendencia, porque cada vez más visitantes preguntan por este tipo de alimentación”, expresa Gema Fernández Rodríguez, directora del lodge que ofrece esta propuesta tan diferente.
La sensación es que se trata de un cocido de verdad. Incluida la pringá del puchero, que se consigue a través de trampantojos “con buen resultado en boca”, promete el chef. Garbanzos lechosos, morcilla de calabaza, chorizo vegetal y buñuelos de la abuela. También hay encurtidos de la tierra como entrante y croquetas veganas.
El menú estará disponible todos los viernes, aprovechando que estamos en Cuaresma, también para clientes no alojados por 29 euros por persona. Y no se olvidan de la temática musical del lodge, con actuaciones en directo y una propuesta canalla basada en el Madrid de La Movida diseñada por Ariel Rot para bajar el cocido con un paseo.
“Queremos que los madrileños veganos y no veganos lo prueben, disfruten y dejen de tener reparo a eso de disfrutar de sus hoteles, ahora que disponemos de tanta y tan buena oferta”, anima Fernández. ¿Dónde? En la calle de Agustín de Foxá, 32.
EL BRUNCH MÁS ADORADO
¿Hay un mejor plan de domingo para resetear el cuerpo que un desayuno tardío a medio camino entre la comida? En los locales de moda Adorado Bar, que cuentan con un coqueto establecimiento en Lavapiés y otro en la céntrica calle Ferraz, abogan por la versión más saludable del brunch, su Vrunch Vegano (sí, con v), y a un precio de sólo 14 euros apto para todos los bolsillos.
La propuesta incluye berenjena asada, aguacate en rodajas, hummus de remolacha, rúcula, pepino encurtido en foccacia de curry, porridge y frutas, su power ball (dátiles, nueces, sésamo blanco y chocolate) y café o té. La parte más positiva es que se puede disfrutar en cualquier momento del día, sin tener que ceñirse a unos horarios.
Y si quieres darle un respiro al cuerpo o llevar a comer a tu padre próximamente para celebrar el 19 de marzo, también cuenta con una carta repleta de otras opciones verdes como sus originales ensaladas Loreto o Imperio, que lleva hummus de remolacha, rúcula, berenjena asada, maíz, tomate confitado y faina. La pretensión en este bar de aire hípster es que cualquiera se sienta como en casa y no se impongan restricciones a la hora de pedir lo que se desee, ni tampoco en cuanto a los tiempos de ocupación de las mesas.
LA CENA ‘HEALTHY’ DE MODA
Y para coronar las propuestas nos vamos hasta el barrio de las Salesas, convertido en una de las zonas más en tendencia en la capital. Porque al atractivo de estas construcciones arquitectónicas tan bien conservadas en Madrid se le suma ahora un growth de propuestas gastronómicas que aúnan tradición y vanguardia. En nuestro recorrido saludable aterrizamos en el místico Zíngara, de inspiración gitana y viajera, y donde uno no tiene por qué reconocer que se trata de un restaurante vegano (haz la prueba con otro comensal y verás cómo no se percata).
Capitaneado por una pareja de emprendedores argentina con mucho mimo y ganas de crear su propia “caravana de sabores con espíritu libre”, cuentan, lo definen como un lugar orgánico y con un toque espiritual gracias a la tenue luz y el interiorismo de Eme Carranza, con un resultado magnético. Abanicos, panderetas, candelabros… Apetece quedarse, además de por los platos estrella que firma el chef Maximiliano Rossi, quien apuesta por la reducción de la huella de carbono y el fomento de la comida de disfrute consciente.
Cuesta distinguir que sugerencias como la remolacha y yogur en ensalada con queso boffard, eneldo y anarcardos fritos; los brócolis con bagna cauda y pan gratato; el saam coreano de paté de almendras, en hoja de shiso, o la milanesa de berenjena, son totalmente veganas. Al menos, en lo que a sabor se refiere. Se armonizan con cócteles diseñados por Angelita y Amarguería, donde hay cabida para maceraciones con té. Y hay que dejar hueco para el postre estrella: un refrescante cremoso de aguacate con lima y leche condensada de coco.
Un ambiente mágico y animado, bien diferente a los típicos sitios seriados que copan Madrid. “Todo desde el buen gusto, sin excesos, a media luz. Original, sofisticado y apetecible”, describen los emprendedores. Su tícket medio es de 45 euros por persona.
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