Tras el anterior bombardeo masivo del pasado 10 de febrero, que fue la represalia de Moscú por el recibimiento como un héroe que en Europa dispensaron al presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, Kiev esperaba otro ataque a gran escala coincidiendo con el aniversario del comienzo de la guerra. Sin embargo, las fuerzas rusas lo han desencadenado a penas finalizaron las celebraciones del Día Internacional de la Mujer, durante la noche y madrugada del miércoles al jueves. Zelenski ha calificado esta nueva andanada de «tácticas miserables».
Todavía no se ha terminado de contabilizar el número de muertos, el steadiness provisional habla de una decena, pero ya es sabido que los misiles llegaron hasta Leópolis, en la parte más occidental del país, pasando por Odessa, Zaporiyia, Dnipró, Járkov, y, por supuesto, Kiev, la capital. En complete, se han visto afectadas por la lluvia de bombas y misiles 10 de las 27 regiones del país. Los desperfectos causados por la incursión, además de cercenar vidas humanas, han destruido infraestructuras, principalmente energéticas.
Járkov quedó con el fluido eléctrico completamente cortado, así como también los de agua y la calefacción, situación que se repitió en otras muchas zonas de Ucrania. La central nuclear de Zaporiyia también vio interrumpido el suministro eléctrico, en donde tuvieron que conectar generadores diesel, según informó el operador Energoatom, que alertó del peligro de que se produzca un accidente de consecuencias imprevisibles.
Numerosos desperfectos
En la región de Leópolis un misil cayó sobre una barriada residencial de dachas pequeñas, provocando, según el gobernador native, cinco muertos. El jefe de la administración de la Presidencia ucraniana, Andriy Yermak, dio cuenta de cuatro fallecidos en la ciudad de Jersón al alcanzar las bombas una estación de transporte. En Dnipró, según las autoridades regionales, murió un hombre y dos personas resultaron heridas.
Maxim Marchenko, gobernador de Odesa, declaró que los ataques destrozaron centrales eléctricas y causaron desperfectos en edificios de viviendas. El gobernador de la región de Jmelnitski, Segii Gamalii, también denunció impactos contra «infraestructuras críticas». En Kiev hubo heridos, según el alcalde, Vitali Klichkó, quien informó de cortes eléctricos en un 15 por ciento de los hogares de la capital. Los bombardeos dejaron multitud de vehículos incendiados o agujereados por la metralla, según fotos de usuarios difundidas a través de las redes sociales.
El mando del Ejército ucraniano aseguró que Rusia lanzó 81 misiles, de los que 34 fueron derribados por los sistemas de defensa aérea. «La pasada noche, el enemigo lanzó un ataque masivo de misiles contra infraestructuras críticas en Ucrania. Disparó 81 misiles desde diferentes bases. Ucrania destruyó 34 misiles de crucero», declaró el comandante en jefe del Ejército ucraniano, Valeri Zaluzhni.
Rusia utilizó, según el mando ucraniano, drones kamikaze Shahed, cohetes S-300, X-22, misiles de crucero Kalibr e hipersónicos Kinzhal. El portavoz de la Fuerza Aérea Ucraniana, Yuri Ignat, sostuvo que «por primera vez, los rusos dispararon contra Ucrania con tipos de misiles tan diferentes, no recuerdo que esto haya sucedido antes».
El mando del Ejército ucraniano aseguró que Rusia lanzó 81 misiles, de los que 34 fueron derribados por los sistemas de defensa aérea
Tras los ataques de hace un mes, Ucrania había logrado prácticamente reparar las infraestructuras dañadas y restablecer los servicios de luz, agua y calefacción.
Esta nueva serie de bombardeos tiene lugar mientras las fuerzas ucranianas esperan la llegada de armamentos de Estados Unidos y la Unión Europea, que tienen ya apalabradas nuevas ayudas por valor de varios miles de millones de euros.
Pero, según el Ministerio de Defensa ruso, «en respuesta a las acciones terroristas organizadas por Kiev en la región de Briansk el pasado 2 de marzo las Fuerzas Armadas de la Federación Rusa llevaron a cabo un ataque masivo de venganza». La nota castrense rusa señala que «han sido golpeados elementos clave de infraestructura militar, energética y de la industria militar de Ucrania con armas de alta precisión, incluyendo cohetes hipersónicos Kinzhal (…) todos los objetivos seleccionados fueron destruidos».
«Easy barbarie»
El ministro de Exteriores ucraniano, Dimitro Kuleba, dijo a través de Twitter que Rusia no atacó objetivos militares. Según sus palabras, «el ataque masivo ruso con cohetes y vehículos aéreos no tripulados no alcanzaron ninguna infraestructura militar, fueron easy barbarie».
A juicio del ministro de Defensa de los prorrusos de Donetsk, Ígor Guirkin (Strelkov), los bombardeos de este jueves «no buscan la victoria sobre Rusia porque así nunca se puede obtener». «Parece más bien que el mando ruso trata con esos ataques de forzar a Kiev a negociar», manifestó Guirkin a través de su canal de Telegram. El problema es que, y eso no lo dijo el antiguo líder separatista, la salida negociada que Moscú contempla da por hecho que, además de Crimea, Donetsk, Lugansk, Zaporiyia y Jersón son territorios rusos, algo inaceptable para Kiev.
Mientras tanto, en la región de Donetsk continúa la cruenta batalla de Bajmut. El jefe de los mercenarios del grupo Wagner, Evgueni Prigozhin, afirmó este jueves que sus combatientes se han apoderado del poblado de Dubovo-Vassilivka, al norte de Bajmut. Prigozhin asegura que sus hombres controlan toda la mitad este de la ciudad. El secretario basic de la OTAN. Jens Stoltenberg, avisó el miércoles que Bajmut podría caer completamente en manos rusas en los próximos días.
” Fuentes www.abc.es ”