Negocios en los barrios marginales no llegan ni a los L500,000 al año. Los tratantes les quitan más de la mitad del dinero a las mujeres, las vigilan y hasta restringen sus salidas.
Casas de masaje
San Pedro Sula, Honduras.
El ecosistema de la explotación sexual comercial es complejo de abordar y contrarrestar para las autoridades de cualquier país del mundo y Honduras no es la excepción.
Se estima por investigadores que este delito es el tercer negocio más lucrativo después de la venta de droga y armas a nivel mundial.Los tratantes generalmente son personas con un tipo de poder político, económico y social. Comúnmente son gente en entrada edad y con alguna autoridad, personalidad autoritaria, ambiciosa al poder y distintos roles.
Se calcula que tan solo un negocio catalogado como prominente a través del servicio de mujeres VIP, sin contar quienes están involucradas en la prostitución de calle, genera al año alrededor de 20 millones de lempiras (más de 800,000 dólares).
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En algunos casos, principalmente en zonas turísticas como Roatán, se llevan mujeres de distintas partes del mundo, las mantienen encerradas hasta por tres meses en casas y luego las someten a explotación sexual.
Las mujeres que trabajan como damas de compañía y asisten a hombres adinerados pueden llegar a recibir más de 246,000 lempiras mensuales (cerca de 10,000 dólares); sin embargo, los tratantes usualmente les descuentan los gastos de traslado, renta del lugar (si es un espacio externo) y en algunos casos imponen hasta multas por el incumplimiento de reglas, según investigaciones.
LA PRENSA Premium entrevistó a Sonia Hernández, abogada penalista, exprocuradora fiscal de República Dominicana, con basta experiencia en la lucha contra la explotación sexual y precise directora authorized de la Misión Internacional de Justicia (MIJ) de ese país.
“Los países de la región no son tan diferentes en cuanto a este delito, Honduras presenta un alto índice de trata de personas, donde niñas y mujeres son las más afectadas. También somos conscientes que existe una baja persecución del delito por tratarse de criminalidad organizada”, apuntó.
Recordó que ha aumentado la vulnerabilidad ante la pobreza de los países y los tratantes se aprovechan de esta situación ofreciendo “mejores” fuentes de trabajo, un estilo de vida “diferente” y “buenos ingresos”.
La experta detalló que en el engranaje de estas redes están, entre otros, la persona que capta o recluta a las víctimas a través del engaño o amenaza, otro papel lo desempeña quien las transporta y las lleva al lugar de acogida, pero quien se lucra más es el cabecilla, que puede ser un nacional o extranjero, más aún cuando en un país hay muchos extranjeros viviendo.
La exfiscal destacó que en los últimos tiempos ha cobrado fuerza el uso de hoteles para esta actividad; sin embargo, es difícil hacer pesquisas legales e investigativas.
El camino ideally suited pasa por identificar los puntos, realizar una investigación previa con oficiales infiltrados, hacer un levantamiento de información, movies, fotografías y solicitar al juez la debida autorización. Una vez comprobado el delito, pedir la orden judicial para allanar, concretar los arrestos y rescatar a las víctimas.
Aunque no se da en todos los casos, según la especialista, los propietarios de hoteles donde operan estas redes conocen de la situación porque algunas de ellas hasta permanecen encerradas en estos lugares y entonces aprovechan la oportunidad para lucrarse. También suele pasar que en ciertos hoteles hay mujeres con restricciones de movilidad porque las redes tienen temor a que huyan, mientras que en otras casas de masaje casi siempre tienen más libertad.
Los centros de masaje han crecido en otros espacios del mundo exterior para evadir a la Policía. En algunos spa, por ejemplo, aparentan dar un servicio regular, pero ocurre con frecuencia que en las partes traseras mantienen otros espacios para ofrecer servicios sexual como un plus.
La profesional mencionó que los negocios de trata que funcionan en barrios y colonias de bajo perfil no generan ingresos altos. Se habla de entre 246,000 y 370,000 lempiras al año (no más de 15,000 dólares); sin embargo, representa un numero significativo para el tratante porque la finalidad es generar dinero.
Normalmente ellos retienen la mitad de lo que se recibe, suman los gastos de traslado al lugar donde las explotan y generan multas por llegada tarde, por si hacen algo que no está dentro del servicio o duran más tiempo de lo ordenado. De esa supuesta ganancia, la víctima recibe lo mínimo.
Por otro lado, los tratantes casi siempre les dan un día libre, pero tienen private que las vigila o anotan la placa del vehículo donde se movilizan, aunque por lo common reducen al máximo el contacto con sus familias.
La exfiscal informó que Estados Unidos califica a los demás países en informes anuales sobre explotación sexual en cuatro rangos: la capa uno (la mejor), son aquellos que cumplen los estándares para enfrentar este delito y responden a las víctimas. La capa dos, donde está Honduras, es cuando luchan contra la trata, pero reconocen que falta mucho por hacer. En tanto, la capa tres son aquellos que no hacen nada al respecto, como es el caso de Nicaragua, por tanto Estados Unidos corta el apoyo.
Detrás de este negocio está el crimen organizado, y en el caso del Triángulo Norte, a consideración de la experta, intervienen fuertemente las maras y pandillas.
” Fuentes www.laprensa.hn ”