Amanecer en el Masai Mara mientras una familia de elefantes se interpone entre el sol y la vista; contemplar el fenómeno lumínico de las auroras boreales; experimentar la magia de un viaje espiritual entre budistas; coronar el hielo de la Antártida... Son algunas de las experiencias (que no destinos) que todo aguerrido viajero quiere hacer una vez en la vida. O dos. Y esperar a más adelante no está en sus planes tras la pandemia. “La gente se ha dado cuenta de que el futuro es hoy“, sentencia Pilar Vivet, directora ejecutiva de Atlántida Journey. Las agencias de lujo como esta de Barcelona ya percibieron en el segundo semestre de 2022 una vuelta a los grandes viajes, es decir, aquellos itinerarios que duran más de una semana y que requieren de un presupuesto que parte de los 12.000 euros por persona. “Este 2023 ha comenzado en la misma línea y estamos vendiendo muchos grandes viajes”, añade Vivet, quien apunta al crecimiento de las reservas multigeneracionales, en la que es “el abuelo el que reúne a la familia y costea las vacaciones”.
Nicole Robinson, directora de Márketing de andBeyond, marca que incluye alguno de sus hoteles dentro de Past Inexperienced -enseña enfocada en el lujo sostenible-, señala también el crecimiento de estos viajes “únicos en la vida” y de “las estancias largas en un solo destino” como tendencias para 2023. Crece a la par la filosofía de viajar con un propósito: “Las personas son menos sensibles a los precios altos, siempre y cuando puedan ver el valor. Esto incluye no solo experiencias significativas para el viajero, sino que también sean sostenibles y de bajo impacto”, explica.
Desde la agencia de viajes de lujo Nuba también han notado que esta tipología de recorrido ha vuelto “incluso con más fuerza que antes de la pandemia”, cube su responsable de Márketing, Tatiana Pankratof, quien recalca que “ahora se buscan experiencias más exclusivas y hoteles no masificados… todo lo más privado posible”. La planificación del viaje sí que se ha reducido con una media de tres meses de antelación frente a los seis de 2019, afirma Pankratof. Si dispone del tiempo y el presupuesto, ahora solo le queda elegir cuál es (o son) los viajes de su vida. ¿Concepts?
Safari en Kenia
Un safari en África es el sueño de cualquier aventurero porque es la experiencia de viaje más diferente que existe, pero aquí es básico elegir un buen lodge, pues este será la base de operaciones y el que organice sus excursiones. Si quiere un trato personalizado y exclusivo, andBeyond Bateleur Camp, miembro de Past Inexperienced, cuenta con sólo 19 tiendas tipo suite repartidas en dos zonas con mayordomo y terraza con vistas a la reserva del Masai Mara, en Kenia. En la pista de aterrizaje le esperará, copa de champán en mano, el guía que le acompañará durante todos los safaris. Como en las comidas no hay carta y es el chef el que prepara un menú variado durante la estancia, la única decisión que tendrá que tomar es si prefiere tomar el desayuno en el lodge y emprender la expedición después o comenzarla antes del amanecer, para ver el espectáculo de emerger el sol en las llanuras de Masai Mara desde el coche y observar a los animales antes de que se resguarden por el calor. La recompensa de madrugar es también otra: tomar el desayuno en mitad de la sabana.
Durante los safaris, que también tienen una variante a pie para observar huellas de animales y avistar pájaros, podrá ver a los Large 5 de África: león, elefante, rinoceronte, leopardo y búfalo. En esta inolvidable estampa funcionan como extras jirafas, guepardos o hipopótamos.
Al regresar al lodge, puede refrescarse en la piscina, donde aves, pequeños antílopes y los conocidos como Pumbas (sí, como el de El Rey León) campan a sus anchas. Si prefiere un baño más privado, pueden prepararle la bañera en su habitación y después cenar en su terraza iluminada con velas. En andBeyond Bateleur Camp también organizan viajes en globo sobre el Masai Mara o visitas para conocer cómo vive esta tribu milenaria. Precio por persona y noche, desde 870 dólares, alcanzando los 1.815 durante la Gran Migración.
Antártida, para unos pocos
Esquí, túneles de hielo, motonieves, trekking, excursiones en 4×4, charlas sobre el Polo Sur… son algunas de las actividades que podrán realizar los viajeros intrépidos que se atrevan con la Antártida, el considerado sexto continente. Atlántida Journey propone un viaje que comienza con vuelos en enterprise hasta Ciudad del Cabo para coger después un jet privado hasta la Antártida y alojarse en White Desert, dividido en su campamento Wichaway, el proyecto más reciente de la compañía, o Echo, que ofrece una aventura de glamping único inspirado en los astronautas y la period de los viajes espaciales. Los huéspedes tendrán acceso exclusivo a las partes más inexploradas del continente y Echo será desmantelado sin dejar rastro una vez que finalice la temporada, asegurando así un impacto ambiental bajo y transitorio.
Con el blanco como telón de fondo, el campamento cuenta con cooks y guías y con seis sky pods, burbujas con calefacción y amplios ventanales cuyo inside ha sido confeccionado en composite de fibra de vidrio. Decoradas con accesorios retro de la primera period espacial combinados con lujoso mobiliario y fotos originales tomadas desde la Estación Espacial Internacional por el exastronauta Terry Virts. El campamento cuenta, además, con un salón principal, cabinas de ducha con calefacción y un moderno comedor. Imprescindibles, además de las actividades ya citadas, ascender al pico montañoso de Nunatak o ir en avioneta privada a Atka Bay, que alberga una colonia de pingüinos emperador.
Cada sky pod tiene capacidad para dos personas, así que limita la experiencia a solo 12 personas. El precio tampoco es para muchos, desde 107.635 euros por persona para el programa de 13 días de viaje. Eso sí, con todo incluido.
Peregrinación espiritual
Escondido entre montañas y protegido por una política que lo mantuvo aislado del turismo hasta 1974, Bután es un reino por el que el paso del tiempo es apenas perceptible. En él transcurre uno de esos grandes viajes que Nuba recomienda hacer una vez en la vida por su componente emocional. La ruta permite a los viajeros (más bien peregrinos) participar de la espiritualidad que se respira en ciudades como Paro o Timbu, cuya identidad religiosa, tradicional y ecológica, constituye su mayor patrimonio. Anclado en un pasado no tan lejano, pero para los occidentales, casi inconcebible, Bután es conocido como el país más feliz del mundo como deja de manifiesto la eterna sonrisa de sus gentes. Viajar a Bután supondrá un regreso a los orígenes, pues su población conserva aún la esencia de la humanidad, entendida como la bondad entre semejantes. El viaje, además de permitir observar cómo viven los monjes budistas, invita a ver el día a día de sus habitantes. Sus propios moradores le enseñarán de primera mano cómo en las aldeas tradicionales las casas son muy grandes, de tres pisos, cada uno de los cuales tiene una función clara: el piso bajo, para los animales; la segunda planta está destinada a almacén y cocina, y en el tercer piso se ubica el lugar para la familia. Comunidades en las que la manera de funcionar está muy relacionada con la ayuda y la asistencia de unos a otros habitantes; lecciones que el viajero puede poner en práctica a su vuelta a España. El viaje ronda los 9.000 euros por persona.
Auroras boreales, en vivo
El Ártico noruego acoge alguno de los paisajes más espectaculares del planeta y permite ver ese fenómeno de la naturaleza que son las auroras boreales. El viaje que organiza Nuba del 31 de marzo al 7 de abril de este año propone, entre otras experiencias, cruzar el Océano Glaciar hasta al paralelo 78, donde se encuentran las últimas tierras antes del Polo Norte, navegar en las Islas Lofoten entre fiordos y paisajes marinos, conocer Longyearbyen, el municipio más al norte del planeta o conducir motos de nieve en los paisajes de Svalbard y los glaciares.
Uno de los hits del viaje es el recorrido por las islas Lofoten, a 300 kilómetros al norte del Círculo Polar Ártico. Las corrientes marinas de las islas, que han sido nombradas por escritores como Julio Verne o Edgar Allan Poe, enmarcan pueblos dedicados a la pesca del arenque y del Skrei, el bacalo prémium de esta región, donde sus habitantes viven en estos pequeños municipios que se levantan sobre encajonadas bahías e islas de playas azul turquesa.
Otro momento de altura es el del recorrido por Tromson, unas montañas que se levantan en una península y que son populares entre escaladores experimentados y aficionado al esquí extremo. Aquí podrá ver fiordos como el de Lyngen, de 82 kilómetros, convertido en el más largo de la zona. Los amantes de los animales también verán águilas y delfines. Hablando de animales, los viajeros puede hacer también safaris en motos de nieve por las tierras del oso blanco, viajar con perros huskies para llevar a impresionantes cuevas de hielo o reponer fuerzas en una granja por el valle de Bolterdalen.
Los hoteles prometen ser tan exclusivos como el viaje: Svalbard Polffareren Lodge, un alojamiento boutique de 31 habitaciones con chimenea y diseño nórdico o Nyvagar Rorbu Lodge, encantadoras cabañas situadas en el Mar de Noruega. ¿El precio de viaje? 7.500 euros sin incluir vuelos.
” Fuentes amp.expansion.com ”