Redacción/CAMBIO 22
La organización Greenpeace denunció este martes que solo cuatro empresas controlan al menos el 70% del comercio mundial del cereal y exigió “un cambio a un modelo de soberanía alimentaria” para proteger el acceso de las personas más vulnerables a los alimentos, que son un “bien común y un derecho humano”, según la ONG.
En su informe “Injusticia alimentaria 2020-22”, Greenpeace lamentó que las corporaciones de negocios agrícolas más grandes del mundo “han aumentado sus ganancias en miles de millones de dólares desde 2020, aprovechando la especulación desenfrenada” causada por la guerra en Ucrania y la pandemia de coronavirus.
Sin management, sin regulación, sin responsabilidad: cómo las grandes corporaciones agroindustriales se enriquecen en medio de la disaster
Amsterdam, Países Bajos a 28 de febrero de 2023.- Las empresas de agronegocios más grandes del mundo obtuvieron ganancias de miles de millones de dólares desde el 2020, cantidad que, según estimaciones de la ONU, podría cubrir las necesidades básicas de los más vulnerables del mundo, según un nuevo informe de Greenpeace, que expone la especulación desenfrenada generada por estas empresas a partir de la guerra en Ucrania y de la pandemia por coronavirus.
Greenpeace Internacional llevó a cabo una investigación para analizar los ingresos de las 20 empresas transnacionales de agronegocios más importantes a nivel mundial; la investigación se llevó a cabo del 2020 al 2022, el período de la pandemia por Covid-19 y de la invasión de Rusia a Ucrania; con el objetivo de saber cuántas personas se han visto afectadas por la inseguridad alimentaria y el aumento extremo en el precio de los alimentos [1]. Los hallazgos obtenidos muestran cómo las grandes corporaciones agrícolas explotaron estas disaster para obtener ganancias grotescas, hundiendo a millones más en el hambre y reforzando su management sobre el sistema alimentario mundial, solo para pagar cantidades escandalosas de dinero a sus dueños y accionistas. Las 20 transnacionales, las más grandes en los sectores de granos, fertilizantes, carne y lácteos, repartieron $ 53.5 mil millones de dólares a sus accionistas en los años financieros de 2020 y 2021, mientras que la ONU estima que una cifra menor, $ 51.5 mil millones, sería suficiente para proporcionar alimentos, vivienda y apoyo para salvar las vidas de las 230 millones de personas más vulnerables del mundo. [2]
Davi Martins, campañista de Greenpeace Worldwide, mencionó: “Lo que estamos presenciando es una enorme transferencia de riqueza a unas pocas familias ricas que básicamente son las propietarias del sistema alimentario de todo el mundo, en un momento en que la mayoría de la población mundial está luchando por llegar a fin de mes. Estas 20 compañías podrían, literalmente, salvar a las 230 millones de personas más vulnerables del mundo y les sobraría dinero de sus millonarias ganancias. Pagar más a los accionistas de unas pocas corporaciones de alimentos es simplemente escandaloso e inmoral”.
Davi Martins agregó: “Solo cuatro empresas, Archer-Daniels Midland, Cargill, Bunge y Dreyfus, controlan más del 70 % del comercio mundial de granos, pero no tienen la obligación de revelar lo que saben sobre los mercados globales, incluídas sus propias reservas de granos. Greenpeace descubrió que la falta de transparencia en torno a las cantidades de grano almacenadas después de la invasión rusa de Ucrania fue un factor clave que alimentó la especulación en los mercados de alimentos y el incremento de precios [3]. Estas corporaciones son tan codiciosas que han expulsado del sistema a los agricultores y agricultoras de pequeña escala y productoras locales, cuyo propósito es alimentar a la gente. Los gobiernos y los tomadores de decisiones deben actuar ahora para proteger a las personas de los abusos cometidos por estas grandes empresas. Necesitamos políticas que regulen y reduzcan el poder de las empresas sobre el sistema alimentario mundial, o las desigualdades sólo se profundizarán aún más. Esencialmente, necesitamos cambiar el sistema alimentario. No hacerlo está costando millones de vidas”, dijo Martins.
De las 20 corporaciones analizadas en la investigación realizada por Greenpeace Internacional, 7 no tienen presencia en México (correspondientes al sector de fertilizantes, carne y leche.) De las 13 corporaciones que sí tienen presencia en nuestro país, Danone, Nestlé y Cargill Inc., presentan una mayor presencia. Esto confirma que el management de la alimentación mexicana se encuentra en manos de pocas empresas que son las dueñas de las marcas de muchos de los productos que se comercializan y se consumen en México.
De acuerdo a la investigación de Greenpeace Internacional, México tuvo una variación de 6.5 % en los precios locales de los alimentos en el periodo del 14 de febrero del 2020 al 09 de julio del 2020. De acuerdo al CONEVAL en las zonas rurales, el cambio porcentual anual de la línea de pobreza extrema, tomando en cuenta la capacidad de adquirir la canasta alimentaria, tuvo un incrementó del 14.7% en 2022, respecto a septiembre de 2021, mientras que en las zonas urbanas el aumento que se presentó fue de 14.4% en el mismo periodo de tiempo.[4]
Greenpeace apoya la transición a un modelo de producción de alimentos agroecológico que tenga por objetivo la soberanía alimentaria, un sistema de alimentación que sea sustentable, y socialmente justo, donde las comunidades tengan el management y la decisión sobre cómo producen, qué consumen y cómo se organizan; los gobiernos a nivel internacional, nacional y native tienen roles clave que desempeñar para poner fin al management corporativo y de los oligopolios en el sistema alimentario.
Corresponde a los gobiernos y las y los tomadores de decisión crear y adoptar políticas públicas que garanticen la transparencia y una regulación más estricta en las operaciones del sector.
“En México se debe garantizar el derecho a una alimentación nutritiva, suficiente y de calidad tal como lo dicta el Artículo 4º de la Constitución. Se debe realizar un cambio de raíz que transforme el sistema agroalimentario de uno industrializado hacia uno agroecológico que evite el uso de transgénicos y su paquete tecnológico. Para lograrlo, es necesario generar políticas públicas y asignación de presupuesto que apoyen la transición agroecológica en México, siempre, buscando garantizar la soberanía alimentaria.” Concluyó Viridiana Lázaro, campañista de Agricultura de Greenpeace México.
[1] Las 20 compañías que comprenden la investigación de Greenpeace Worldwide son Archer-Daniels Midland, Bunge Ltd, Cargill Inc., Louis Dreyfus Firm, Cofco Group, Nutrien Ltd, Yara Worldwide ASA, CF Industries Holdings Inc, The Mosaic Firm, JBS S.A., Tyson Meals, WH Group/Smithfield Meals, Marfrig International Meals, BRF S.A., NH Meals Ltd, Lactalis, Nestlé, Danone, Dairy Farmers of America, Yili Industrial Group.
[2] Según la International Humanitarian Overview de 2023, el costo estimado de la respuesta humanitaria en lo que va de 2023 es de 51.5 mil millones de dólares, es decir, un aumento del 25 por ciento en comparación con el comienzo de 2022. Esta cantidad podría salvar y apoyar la vida de 230 millones de personas en todo el mundo.
[3] Informe de IPES, ¿otra tormenta perfecta?, Identifica cuatro compañías que controlan el 70% del comercio de granos a nivel mundial
[4] CONEVAL. Líneas de pobreza por ingresos, septiembre del 2022. México. 2022 [Internet] [Consultado el 22 de febrero del 2023] Disponible aquí.
Injusticia alimentaria 2020-2022. Sin management, sin regulación y sin rendir cuentas, ¿Quiénes se aprovechan del hambre?
Este reporte ofrece un amplio panorama de cómo las 20 empresas agroalimentarias más importantes del mundo (las más grandes en los sectores de cereales, fertilizantes, carne y lácteos) utilizan su poder para proporcionar escandalosas cantidades a sus accionistas mientras millones de personas en el mundo pasan hambre.
“Lo que estamos presenciando es una enorme transferencia de riqueza a unas pocas familias ricas que, básicamente, son propietarias del sistema alimentario mundial, en un momento en que la mayoría de la población global está luchando para llegar a fin de mes. Es simplemente escandaloso e inmoral”, denunció Davi Martins, activista de esta ONG.
Solo cuatro empresas (Archer-Daniels Midland, Cargill, Bunge y Dreyfus) controlan más del 70% del comercio mundial de cereal, resume Martins, quien recuerda que estas compañías “ni siquiera tienen la obligación de revelar lo que saben” sobre el mercado, como las cantidades de grano almacenadas tras la invasión de Ucrania, lo que alimentó la especulación y subida de precios.
Greenpeace denuncia que cuatro empresas controlan 70% del comercio del cereal
Greenpeace analizó para este informe a las 20 corporaciones más grandes en los sectores del grano, fertilizantes, carne y lácteos, que sumaron “más de 53,000 millones de dólares en ganancias a sus accionistas” durante los años financieros 2020 y 2021, cuando la ONU estima que, “con menos, sería suficiente para proporcionar alimentos, vivienda y apoyo vital a los 230 millones de personas más vulnerables del mundo”, recuerda la ONG.
Según la FAO, el número de personas con hambre aumentó en más de 150 millones en 2021, en comparación con 2019.
Greenpeace insta a los gobiernos a actuar para proteger a la población de los abusos cometidos por las grandes empresas, que han “expulsado del sistema a los pequeños agricultores y productores locales, cuyo propósito es realmente alimentar a la gente”, agregó Mónica Parrilla, responsable de biodiversidad en Greenpeace España.
La ONG pide “un cambio a un modelo de soberanía alimentaria”, lo que requiere, entre otras cosas, “considerar los alimentos un bien común y un derecho humano, y no una mercancía más”, además de “gravar los beneficios extraordinarios de las empresas durante las crisis con un impuesto ambicioso para todo el sector”.
Con información de EFE. Y Greenpeace
IAA
‘ The preceding article may include information circulated by third parties ’
‘ Some details of this article were extracted from the following source diariocambio22.mx ’