Aún hay en los rincones más remotos de la geografía restos de la trágica Guerra Civil que nos permiten dibujar los frentes de guerra. Buscarlos, encontrarlos e interpretarlos puede plantearse como un juego para los más pequeños, como una ruta ambiciosa para montañeros, como un pasatiempo para entusiastas de la historia… Además, cada vez afloran más centros de interpretación temáticos, muchos de ellos en refugios antiaéreos rehabilitados.
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