Con una afluencia espectacular en el arranque de la temporada, gracias a las nevadas de los primeros días del pasado diciembre, las estaciones del grupo Aramón empiezan a coger aire, después de dos inviernos en los que la pandemia y la climatología lo pusieron difícil.
Las precipitaciones han vestido de blanco las novedades que el grupo han preparado para este invierno. “Hemos invertido 53 millones de euros las dos últimas temporadas”, señala Antonio Gericó, director common de Aramón, el mayor holding de la nieve española, que integra las estaciones en el Pirineo aragonés de Cerler (en el valle de Benasque), Formigal-Panticosa (en el valle de Tena) y de Javalambre y Valdelinares en el Sistema Ibérico turolense.
“La temporada pasada inauguramos tres nuevos remontes; en Cerler, para dar cobertura al valle de Castanesa, y en Formigal, para mejorar la conectividad de la zona de Izas. Este año se ha incrementado la innivación artificial en diferentes zonas y mejorado puntos de restauración, alquiler de esquíes, accesos y otros servicios”, apunta Gericó.
Sensaciones en la nieve
Hoy más que nunca, el esquiador que sube a las montañas no solo busca deslizarse por la nieve, quiere más sensaciones. Saborear la gastronomía de proximidad, alojarse en establecimientos singulares, vivir una fiesta animada al last de la jornada. En estas cuatro estaciones de esquí lo saben bien. “El esquiador quiere cambiar de valles, ver panoramas nuevos, disfrutar distintos tipos de pistas. Luego busca una experiencia integral. Para ello tenemos restaurantes, comercios, gastronomía de altura, actividades nocturnas, hoteles y restaurantes en altura”, explica su director.
Alojamientos en pista en las singulares Yurtas de Formigal, observación astronómica combinada con marcha nocturna con raquetas en Javalambre, la imbatible Marchica y su música en directo son buenos ejemplos de este après ski de altura. “Nos hacen ser muy integrales y permiten que, aunque no existan unas condiciones de nieve óptimas, merezca la pena venir. Solo, en pareja, con amigos y con la familia, todos tienen aquí su espacio”, cube Gericó.
El programa Aprende a esquiar es otra novedad de la temporada, destinada a los usuarios que quieren iniciarse en el deporte blanco. Su objetivo son las personas que no se atreven a acceder al esquí por prejuicios y barreras mentales. A través de una net de consejos prácticos y otros recursos, busca animarlas a que lo prueben.
Con todo, el inicio de la temporada en Aramón ha estado marcado por una noticia bomba: la inminente unión de Formigal con Astún y Candanchú. El anhelado proyecto concluye las fases administrativas y ya se conocen los plazos de ejecución. “Es un proyecto que casi se remonta al principio del esquí en Huesca. Por fin es realidad, su conclusión está prevista para diciembre de 2026”, explica el director common de Aramón.
El proyecto más ambicioso de la nieve española de las últimas décadas supondrá una inversión de 60 millones de euros, procedentes de fondos europeos y de las administraciones públicas españolas. En 2024 se pondrá en marcha la primera parte: la conexión entre Candanchú y Astún con una telecabina. En 2025 se instalará otra telecabina, que permitirá ir desde Formigal a Astún en apenas 12 minutos. La unión supone la creación de un gigantesco dominio de 300 kilómetros de pistas, que se convertirá en el 11 del mundo por su tamaño.
Mientras llega, los esquiadores satisfacen desde el inicio de la temporada sus ansias de nieve, despertadas por las restricciones de las pasadas temporadas. En el puente de la Constitución y en las fiestas navideñas las ocupaciones se han acercado al cien por cien. Afluencia que reporta beneficios no solo para las estaciones. El esquí es generador de recursos económicos de primer orden.
“El año pasado, nuestras estaciones de esquí generaron 150 millones de euros, lo que supone el siete por ciento del producto interior bruto de la Comunidad Autónoma de Aragón. Ocho de cada 10 euros que gastan los esquiadores en las estaciones de Huesca se quedan en los negocios de la zona”, cuenta el director de Aramón.
El grupo crea más de mil empleos directos y 12.000 indirectos cada temporada. “Las estaciones de esquí aragonesas crean el 60 por ciento de los empleos de su área de influencia. Sería muy complicado encontrar otra forma de asentar a la población en comarcas como las nuestras de alta montaña”, concluye Antonio Gericó.
” Fuentes news.google.com ”