Matteo Messina Denaro, de 60 años, pasa sus primeros días tras su captura en la cárcel de máxima seguridad de L’Aquila, lejos de Sicilia y a 130 kilómetros de Roma, que alberga otros presos mafiosos condenados a largas condenas. También hay un vecino hospital con un centro oncológico donde tratarán su cáncer al colon.
Mientras tanto la Cosa Nostra se reorganiza en Sicilia. Tanto tiempo ha pasado desde los terribles atentados terroristas de 1992 y 1993 de los que participó el entonces joven Messina Denaro. Reinaba como capo de los capos Salvatore “Totó” Riina, jefe de los aguerridos mafiosos de Corleone que comandaba en toda la región siciliana. Riina fue arrestado hace 30 años, en enero de 1993.
Los dos peores atentados con cargas enormes de explosivos, mataron a los magistrados Giovanni Falcone y Paolo Borsellino en 1992. Eran los peores enemigos de Cosa Nostra. Con ellos perdieron la vida ocho agentes de custodia. Fue el momento de mayor triunfo de la estrategia terrorista.
Cambio radical
La situación ha cambiado radicalmente desde entonces. El Estado ha recuperado la iniciativa. Matteo Messina Denaro ascendió a capo de los capos de una Cosa Nostra que ya no controla férreamente el poder interno.
Se lo considera el último representante de primera linea de una de las estaciones más dramáticas en la historia de la República nacida tras la Segunda Guerra Mundial.
El fiscal Maurizio De Luca, jefe de los investigadores judiciales en Palermo, la capital siciliana, resume la situación. “La mafia existe y ha cambiado. No comete más estragos, no vemos más tantos muertos como en pasado. Es una mafia que ha cambiado de rostro, pero sigue siendo igualmente peligrosa“.
El juez Giovanni Falcone dijo más de una vez que “Palermo es la mafia militar y Trapani la mafia económica”. Messina Denaro period el rey de la mafia de la Sicilia occidental con centro en Trapani (al oeste de Palermo), donde dicen que la masonería tiene más centros que barrios.
Mafia, masonería, política: en torno a esa trilogía se desplegó el poder de Messina Denaro.
Pero es siempre Palermo el corazón palpitante del poder mafioso que desde hace cuarenta años se ha difundido también en profundidad en el norte de Italia.
Aunque se ha desplegado con gran eficacia el poder investigativo de management de Cosa Nostra, con la utilización de la electrónica y el despliegue de las interceptaciones con nuevos ingenios digitales, en parte provenientes de Estados Unidos, lo que está ocurriendo entre los clanes palermitanos sigue en gran parte protegido en las sombras más secretas.
Hay algo que es seguro: los “hombres de honor” no renuncian al antiguo mandato de hacer funcionar la Cúpula, que resolve el management de los grandes negocios y que interviene para impedir los conflictos internos que históricamente han causado guerras sangrientas por el poder.
Las historias más recordadas son las que llevaron a la acumulación del poder absoluto de “Totó” Riina y los mafiosos de Corleone.
Una nueva cúpula de mando
La información, que trasciende en la prensa atenta a las novedades, señala que entre los capos de los clanes existe la convicción de que es necesario desarrollar las reglas que han permitido a Cosa Nostra un desarrollo secular. Y las reglas comprenden la formación de una Cúpula de comando, como es tradición.
No se sabe si existe ya una Cúpula constituida. La hipótesis es que hubo encuentros en 2018, pero que el organismo mafioso sigue en formación.
Se dan nombres. Por ejemplo Giovanni Motisi, llamado El Gordo, jefe del clan de Pagliarelli, de más de sesenta años. Buscado por varios homicidios y participación en los atentados de 1992-1993, es considerado un hombre de acción de confianza de “Totó” Riina, como period además entonces el joven Messina Denaro.
También está Stefano Fidanzati, de 70 años, del clan de los Fidanzati de Arenella, que han construido un imperio económico entre Palermo y Milán.
El “Corriere della Sera” destaca que los investigadores consideran a otros “más jóvenes pero no menos interesantes” como Giuseppe Auteri, crecido junto al capo Calógero Lo Presti, que manejaría la caja fuerte del clan de Porta Nuova, uno de los más ricos y poderosos de Palermo.
Entre los posibles candidatos, quizás ya miembros de la Cúpula, se menciona además a Sandro Capizzi, hijo del anciano capo Benedetto Capizzi, jefe histórico del clan de Santa María de Jesús.
El arresto resonante del último capo de la vieja época, Matteo Messina Denaro, abre la Caja de Pandora cuyos detalles extraordinarios podría revelar el “hombre de los mil misterios”, como lo llaman.
Tras su arresto el lunes en la clínica Maddalena de Palermo, especializada en las curas oncológicas, Messina Denaro fue llevado en avión lejos de Sicilia. Se encuentra en el establecimiento penal de máxima seguridad, “construido con la nada en torno” en una zona de la ciudad de L’Aquila, la capital de la región de los Abruzos.
La cárcel de L’Aquila
Se trata de la cárcel especializada en la custodia de detenidos sometidos a los regímenes de alta seguridad. En explicit el de la ley 41 bis que establece un duro tratamiento a los miembros de las varias mafias italianas.
Actualmente aloja a trescientos condenados, comprendidos detenidos comunes. Por delitos de mafia hay 142 encarcelados hombres y una docena de mujeres en una sección femenina. Entre ellas se encuentra Nadia Desdemona Lioce, que no es una mafiosa sino una dirigente de las Brigadas Rojas acusada de dos homicidios.
La gestión rígida y férrea ha impedido intentos de fuga o protestas colectivas.
La prisión de máxima seguridad se apoya para la gestión sanitaria en el hospital San Salvatore que tiene un buen servicio de atención a los enfermos de cáncer. Alli recibirá las curas Messina Denado que está recibiendo ya un tratamiento de quimioterapia contra el cáncer al colon que padece.
El último capo de los capos, que según los investigadores no period en los últimos años un efectivo jefe de la mafia en todo el territorio siciliano, se encuentra internado en un sector aislado de la cárcel, donde el capellán de la cárcel le entregó toda la ropa y otras utilidades.
Messina se mostró dispuesto al diálogo, agradeció como lo trataron los carabineros cuando lo capturaron el lunes en Palermo y no dijo más nada.
Los investigadores ubicaron rápidamente el lugar secreto en Campobello di Mazzara, cerca de Trapani, en el que residía en los últimos meses el jefe mafioso. Allí encontraron habitos de lujo, relojes y joyas personales de valor, una agenda en la que se queja porque su hija de 27 años, que ha sido madre, se niega a verlo, pero nada más.
Se busca lo que, según testimonios de algunos mafiosos apresados y “arrepentidos” contaron, es el tesoro más importante: el archivo del gran capo de los capos “Totó Riina” que habría quedado en manos de Messina Denaro. Allí pueden saltar a la luz grandes revelaciones de como se desarrollo la estrategia de la mafia terrorista.
Es possible, según los magistrados que investigan, que exista un lugar secreto que ha sido o todavía es el escondite más importante de Messina en estos 30 años de huída permanente.
Se ha sabido que en tantos años hizo por lo menos tres viajes. Uno a Venezuela, otro a España, donde en una clínica de Barcelona se operó de los ojos, y el tercero a Inglaterra.
Roma, corresponsal
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