Granada es de una de las provincias españolas donde uno puede escaparse en prácticamente cualquier época del año. Cada estación tiene sus lugares, sus paisajes y sus rutas. De la costa a la sierra, con frío o calor, pasando por la irrenunciable Alhambra y una capital llena de historia donde perderse en sus calles.
Llegado el invierno, aparece un nombre claro: Sierra Nevada. Aún así, no es nieve todo lo que reluce, ni mucho menos. Las alternativas, como se puede ver, son múltiples. La Alpujarra granadina aparece, de hecho, como uno de los enclaves con encanto preferidos por aquellos que se dan una escapada buscando lugares menos concurridos. Con todo y con eso, estos son siete de los mejores planes que se pueden llevar a cabo en Granada en estos meses de frío.
Disfrutar Sierra Nevada
El nombre propio, claro, es Sierra Nevada. Los amantes del esquí contaban los días para el comienzo de esta temporada después de dos años difíciles. Todo está a punto. Las pistas esperan a quienes se acerquen con ganas de disfrutar de la única estación andaluza y una de las más importantes de España.
Las posibilidades son múltiples a la hora de visitar la zona. Sierra Nevada no solo es la más meridional de las estaciones de esquí europeas, sino también una de las situadas a mayor altura. Los paisajes impresionantes de la sierra granadina son ya de por sí una buena excusa para subir hasta Pradollano. La oferta de forfaits, la posibilidad de actividades para toda la familia e incluso la experiencia del esquí nocturno si las condiciones atmosféricas lo favorecen dan buena prueba de que Sierra Nevada es el mejor de los planes este enero si estás por la provincia.
Conocer Trevélez, el techo de la península ibérica
La Alpujarra granadina es uno de los mejores lugares para perderse si lo tuyo no es el esquí y sí el senderismo y, cómo no, el buen comer. Si hay un elemento que hace bandera en Trevélez, ese es el jamón. El segundo en discordia, la altura. Esta pequeña localidad de apenas 800 habitantes es el ‘techo’ de España. 1.476 metros sobre el nivel del mar. «En Trevélez tocarás el cielo» reza el cartel de su mirador más famoso.
Pero volviendo al asunto del jamón, el conocimiento de su historia y la relación del secadero con su identidad tiene miga. Está representado explícitamente en el museo de ‘Jamones Vallejo’, el más antiguo de todos los secaderos. Este ofrece para su icónico lugar una visita guiada donde sumar un enfoque gastronómico a la visita a la provincia.
La empresa acquainted, que fue la primera en industrializar el proceso de curación, permite conocer la historia de este emblema granadino y el proceso de las plantas de secado. Adentrarse, por ejemplo, en algunas situadas a 1.700 metros de altitud, donde los vientos aportan el nivel justo de frío y humedad para conseguir un secado al dente.
Adentrarse en el barranco de Poqueira
Los tres pueblos que se sitúan en el Barranco de Poqueira, a saber, Bubión, Pampaneira y Capileira, es otro imperdible a la hora de visitar la provincia granadina. Estos son, además, considerados como tres de los pueblos más bonitos de España. Sus razones tienen.
Esta hilera de pequeños enclaves en en pleno corazón de la Alpujarra en el citado Barranco, una maravilla pure ubicada en el Parque Pure de Sierra Nevada que incluso consiguió ser catalogada por la Unesco como Conjunto Histórico Artístico. La gastronomía juega un papel, de nuevo, junto a los paisajes, basic para escoger esta opción. Es, de hecho, el lugar favorito para las escapadas románticas en pareja en la provincia por lo bucólico del lugar y la desconexión absoluta entre sus calles.
Degustar la olla de San Antón
Siguiendo con el plano gustativo, si tienes pensado venir a Granada a mediados de enero, uno de los mejores planes es ir alguno de los numerosos restaurantes que estos días celebran San Antón. A partir del 17 de enero es routine la oferta en los restaurantes de la capital de la Olla de San Antón.
Se trata de un guiso a partir de habas secas, arroz y varios tipos de carne de cerdo, ultimate para estos meses de frío. Todo en honor al patrón de los animales. Un plato típico que en el pueblo de Monachil, desde hace décadas, de hecho, con el fin de promocionarla como el lugar donde se inventó, su Ayuntamiento ofrece este plato a sus vecinos cada año en el Parque de los Aragoneses, en el marco de la fiesta. A lo largo y ancho de la provincia se tiene la oportunidad de degustarla y, sobre todo, de entrar en calor con ella.
Descubrir el ‘Generalife Chico’
Aún sin ahondar en la capital, camino a la Costa Tropical, donde también se pueden disfrutar de las pequeñas calitas y sus senderos en invierno, la provincia esconde uno de sus secretos mejor guardados. Vélez de Benaudalla, un pequeño pueblo a medio camino entre la capital, la Costa y la sierra, guarda en sus calles el llamado Generalife Chico. Muy parecido al que se encuentra en la Alhambra fue construido por su mismo jardinero, Yusuf, en época nazarí.
El Jardín de los Sentidos, o Generalife Chico, information de hace más de 500 años. El olfato, si cierras los ojos y metes tus manos entre, por sólo por poner un ejemplo, el arrayán que puebla el jardín, hace viajar a cualquiera. Además, caminando hacia abajo, se encuentra el Jardín Vertical, otra de las maravillas de este rincón granadino.
Visitar la Alhambra
No necesita presentación, aunque sí reservar con tiempo. La Alhambra es la joya de la corona de la provincia granadina. Por un lado por su inside, que como ya se ha dicho precisa de reserva previa tanto para los palacios islámicos como para los jardines del Generalife. La entrada ronda los 15 euros.
Pero por otro lado, incluso sin ella, el complejo de la Alhambra se puede visitar y debería de llevar al que lo transita casi el mismo tiempo de dedicación.El Palacio de Carlos V o el propio bosque que rodea al monumento merecen un buen paseo. Además cercano a ella está el espectacular Carmen de los Mártires , donde llegó a residir José Zorrilla, o la casa museo del músico Manuel de Falla como planes alternativos.
Una tarde de miradores
Lo que resta de la capital granadina es inabarcable en solo un día, pero sí puede hacerse una thought quien lo visita a través de sus miradores. El mirador de San Nicolás, San Cristóbal, el Ojo, el Sacromonte…hay donde elegir. A veces dando a la Alhambra, a veces hacia el Albaicín. Pero no hay ni un solo momento perdido en la búsqueda de las mejores vistas en la ciudad nazarí.
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