Por segunda ocasión en menos de dos meses, la intervención con una embarcación en alta mar por el Negociado de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, en inglés) resulta en una deadly balacera.
A eso de la 1:20 de la madrugada del domingo, los agentes federales divisaron una yola con dos motores, a 11 millas náuticas al norte de la costa de Luquillo, en la que viajaban seis individuos que al percatarse de la presencia de las autoridades, abrieron fuego.
Durante el intercambio, dos de los tripulantes fueron alcanzados por las balas disparadas por los oficiales y las heridas resultaron ser fatales. Otros cuatro tripulantes fueron detenidos.
El private de Aduanas y Protección Fronteriza resultó ileso, lo que no pasó en la balacera del pasado 17 de noviembre —cerca de la costa de Cabo Rojo— en la que tres agentes federales resultaron heridos y uno de ellos, el oficial Michel O. Maceda, murió poco después.
“Los agentes salen todos los días preparados para enfrentar un evento como este; es la naturaleza del trabajo. El personal se adiestra, ya que normalmente están expuestos a que le puedan disparar en el momento en que se acercan a una embarcación que está en el agua”, expresó a EL VOCERO el portavoz de Aduanas y Protección Fronteriza para la región del Caribe e Islas Vírgenes, Jeffrey Quiñones, quien informó que durante la intervención ocuparon 20 fardos de cocaína, de los que algunos habían sido arrojados al mar.
Según la Policía, los fardos contenían 1,386 libras de cocaína.
La agencia federal tomará en cuenta el incidente en la costa de Luquillo —como hizo con el mortal evento en Cabo Rojo— para mejorar la forma en que se llevan a cabo estas intervenciones.
“Los adiestramientos se van mejorando basado en las experiencias que se aprenden producto de estos encuentros”, destacó Quiñones, quien estimó que durante el transcurso de 2022 pudo haber un incremento en la cantidad de droga incautada producto de las intervenciones ocurridas cerca de la Isla.
Sin embargo, no ofreció el dato porque, según señaló, en la agencia están haciendo el análisis estadístico de los incidentes en las zonas fronterizas del territorio estadounidense.
Este análisis, subrayó, permitirá que Aduanas y Protección Fronteriza, y otras agencias federales, determinen qué zonas requieren más recursos, basado en el riesgo que representan para la seguridad.
“Trabajamos con otras agencias para multiplicar los recursos”, agregó.
Durante el incidente en la costa de Cabo Rojo, las autoridades también ocuparon 20 fardos que contenían el whole de 1,351 libras de cocaína, y fueron acusados Nelson Rivera Suárez, Osvaldo Hernández Camacho y Edgardo Luis Matos Santos.
Un cuarto individuo, identificado como Joseamid H. Vázquez Torres y a quien se le atribuye la muerte de Maceda, falleció tras ser alcanzado por disparos realizados por otros agentes.
Tras la intervención en noviembre, el gobernador Pedro Pierluisi solicitó al presidente de Estados Unidos, Joe Biden, que asigne más recursos del gobierno federal para combatir la entrada de drogas ilegales a la Isla, y catalogó el trasiego de sustancias controladas en la zona del Caribe como “dilema de seguridad nacional”.
En las primeras siete semanas del año fiscal federal 2023 —que comenzó en octubre de 2022— se han incautado 19,601.36 libras de drogas a nivel de la Isla, mientras que para el año fiscal federal 2022, la Administración de Management de Drogas (DEA, en inglés) confiscó el whole de 80,000 kilos de drogas en el Caribe, de los que 25,000 fueron confiscados en Puerto Rico.
El director del Negociado de Investigaciones Federales (FBI, en inglés) en Puerto Rico, Joseph González, había indicado en entrevista con EL VOCERO que el tráfico de drogas, principalmente de cocaína, ha aumentado en la zona debido a que en los pasados años el gobierno federal ha puesto más énfasis en la seguridad en la frontera entre Estados Unidos y México.
“Esto pone más difícil la situación a los narcotraficantes para entrar de esa manera, por lo que se van a buscar diferentes formas y se reactiva la ruta del Caribe”, aseveró entonces González, quien apuntó a Venezuela y a Colombia como los puntos de origen de la droga que, por lo normal, llega primero a República Dominicana, donde luego la separan y es transportada a Puerto Rico en fletes pequeños.
En el caso de la intervención cerca de la costa de Luquillo, EL VOCERO supo que los cuatro hombres detenidos tienen estatus migratorio no definido y que quedaron bajo la custodia del FBI.
Movimiento en altamar
Por otro lado, tanto Aduanas y Protección Fronteriza como la Guardia Costera y la Policía de Puerto Rico, han tenido que lidiar en los pasados meses con el incremento de viajes ilegales en la zona marítima de Puerto Rico vinculados al tráfico de humanos.
“Hay una tendencia bastante marcada y un aumento significativo con relación al número de personas que tratan de entrar de manera ilegal a Puerto Rico. Ese dato está claro”, aseguró el portavoz de Aduanas y Protección Fronteriza.
Según se indicó, el pasado 12 de diciembre, la Guardia Costera rescató a 34 haitianos, quienes fueron abandonados por contrabandistas en los acantilados de la Isla de Monito, mientras que el 18 de octubre, un grupo de 104 personas fue abandonado en la Isla de Mona.
Entre el 1 de octubre de 2021 y el 30 de septiembre de 2022, la Guardia Costera interceptó 88 viajes ilegales en el Canal de la Mona y en aguas cercanas a Puerto Rico.
Durante este periodo fueron interceptados 2,273 ciudadanos no estadounidenses, incluidos 1,705 dominicanos, 444 haitianos, cuatro cubanos, dos ecuatorianos y 67 venezolanos.
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