Sevilla hace que tiempo que se ha escapado de sí. Creció más allá de sus fronteras y ahí sigue, ensanchando sus límites, ganando espacio. En ese crecimiento, desde luego, estrena nuevos lugares para la restauración, el ocio y las compras. Por eso, si alguien se hubiese marchado de este mundo hace una década y, de pronto, regresase, requeriría de mucha información para ir de purchasing. Arranquemos esta ruta, por tanto, por las dos últimas incorporaciones en la urbe: Torre Sevilla y Lagoh.
La zona más cercana al casco histórico es el centro comercial es Torre Sevilla. Cruzando el puente del Cachorro, ha reverdecido el área entre Triana y la Cartuja por el movimiento que produce. Tiene varios reclamos: uno de ellos es la tienda Primark. Otro, el polo cultural CaixaForum, con tantísima actividad en la que se programan exposiciones, talleres, conferencias y otros eventos. Torre Sevilla ofrece una zona de restauración con espacios como Subway y Tony Ribs. En las plantas inferiores, además de las mencionadas, podemos encontrar Fnac, Tiger, Casa y otras como Mango, H&M, Springfield y Foot Locker.
El otro centro comercial, de mayores dimensiones, es Lagoh, en Palmas Altas. Cuenta con el cine Yelmo, Mercadona, numerosos restaurantes y un sinfín de tiendas, entre las que encontramos marcas como Zara, Desigual, Benetton, Massimo Dutti, Oysho y El Ganso. También tiene Primark, tienda de Lego y la divertida Milbby, especializada en las manualidades y Bellas Artes.
Pero Sevilla, antes de que llegaran estas últimas incorporaciones, ya tenía centros neurálgicos para el purchasing como Nervión, con un centro comercial junto a El Corte Inglés, y el casco histórico de la ciudad. En las calle Sierpes, Tetuán y las que se ubican alrededor convive un comercio tradicional que resiste con las apreturas de multinacionales que han llegado en los últimos tiempos. Calzado, moda, decoración y una variedad de marcas que en fechas como las Navidades y Rebajas atraen a propios y extraños. Podríamos mencionar, como tienda histórica, la papelería Ferrer.
Después, en Sevilla, se producen curiosas aglomeraciones por temáticas. Por ejemplo, la calle Adriano es idónea para comprar ropa de caballero, para el campo, también sombreros y banderas, junto a la plaza de toros de la Maestranza. Si queremos discos, la calle Amor de Dios es la mejor opción, con File Sevilla, Discos Latimore y TotemTanz a escasos metros unas de otras.
También existen en Sevilla tiendas de ropa de segunda mano, todo un circuito en la línea de los escaparates madrileños de Malasaña o del londinense Soho. Los aledaños de la Alameda, uno de los barrios más alternativos, ofrece la mayor variedad en la ciudad: Flamingos Classic, Ropero Sevilla, Marvel Classic, Crispa2Vintage…
La librería Caótica es un paraíso literario de tres plantas que funcionan como una cooperativa. Cada jueves, El Jueves, saca a la calle antigüedades y otros productos de mercadillo en la calle Feria. Las tiendas de alto standing están en la plaza nueva: Loewe, por ejemplo. Y así, en una paseo por el centro, la capital andaluza deja una amplia variedad de prendas y todo tipo de regalos para todos los bolsillos. Otras de las calles más adecuadas para el purchasing son Puente y Pellón, Albareda, Francos, Regina y la Alfalfa, donde entre Un gato en bicicleta, La importadora, Lamarca y Taranta han hecho una patria chica del cuquismo.
Finalmente, hasta el barrio del Porvenir, junto al Parque de María Luisa, muchos viandantes caminan para comprar moda femenina en espacios como AR y Malmo. De nuevo, la gastronomía, el clima y las zonas verdes y monumentales crean esa simbiosis perfecta que incentiva el consumo.
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