El Sindicato Profesional de Viajes (SPV), mayoritario en la representación sindical en las agencias de viajes, deslizó a finales de noviembre la propuesta que va a llevar a la mesa de negociación para renovar el convenio colectivo estatal, que vence el 31 de diciembre. En ella se incluye un incremento salarial del 22%, repartido en cuatro años: un 8% en 2023, un 5,5% en 2024, un 4,5% en 2025 y un 4% en 2026.
La Confederación Española de Agencia de Viajes (CEAV), que representa a 90.000 trabajadores en la negociación, guarda silencio por ahora y prefiere no pronunciarse hasta que la propuesta sobre el alza salarial sea oficial y se ponga encima de la mesa de la negociación. Fuentes empresariales consultadas por Cinco Días aseguran, no obstante, que la exigencia de los sindicatos choca frontalmente con los planes empresariales y que se avecina un clima de conflicto en los próximos trimestres por lo distanciado de las posiciones.
Los sindicatos quieren recuperar por la vía rápida los 15 puntos de poder adquisitivo que los trabajadores de las agencias de viajes en los últimos siete años si se comparan la evolución de salarios y precios desde 2016. En concreto, las remuneraciones solo han crecido un 4% mientras que los precios lo han hecho un 19,2% en el mismo período. “En esta negociación, la recuperación de los salarios tapa todo lo demás y los trabajadores tienen puesto el foco completamente en ese asunto. En otros convenios las mejoras en reducción de jornadas, incentivos, productividad o permisos retribuidos eran utilizadas como moneda de cambio para reducir los incrementos salariales. Ahora no va a ser así”, remarca José Luis Estevez, secretario basic de SPV.
De esta manera, el margen de negociación va a ser escaso. El último pacto entre empresarios y sindicatos ligados a agencias de viajes se publicó en el Boletín Oficial del Estado el pasado 14 de enero y sirvió para fijar una congelación salarial en 2022 que se incluyó como una adenda al ultimo convenio. Ambas partes pactaron un mecanismo de revalorización en el caso de que se produjera una reactivación económica, que fijaba un alza del 1% para 2022 en el caso de que se recuperará la disaster previa a la disaster. El indicador para conocer la cifra de negocio depende del INE y por lo tanto ese dato correspondiente a 2022 no se conocerá hasta abril de 2023, con lo que, en el caso de que fuera necesaria una compensación, no se liquidaría, con carácter retroactivo, hasta mayo de 2023.
Las perspectivas empresariales sobre la recuperación de la facturación precrisis en las agencias de viajes retrasa esa fecha hasta finales de 2023 por lo que piden que cualquier aumento se aplace hasta esa fecha. La última encuesta realizada por Exceltur, que reúne a 32 de las empresas turísticas más importantes de España, aseguraba que entre las cuatro actividades analizadas (hoteles, agencias de viajes y touroperación, transporte y ocio), las agencias de viajes eran las que más tarde iban a salir de la disaster. A 31 de septiembre de 2022, solo el 12% de las agencias había vuelto a niveles de facturación precrisis, frente a un 34,6% del transporte, un 51,4% del ocio o un 74,8% de los hoteles. La vuelta a niveles de facturación precrisis en las agencias no llegaría hasta el primer trimestre de 2024.
Pero esta cautela para subir los salarios choca con la necesidad de encontrar incentivos retributivos para evitar la fuga masiva de trabajadores hacia otros sectores con mayor estabilidad. En octubre de 2019 había 64.857 trabajadores dados de alta en las agencias de viajes y turoperadores, de los que 47.693 eran asalariados y 17.164 eran autónomos. Tres años después y una pandemia por en medio, la cifra ha bajado a 60.536 trabajadores.
677 despidos entre las dos mayores compañías
Ávoris. El mayor grupo de agencias de viajes, con 6.000 empleados tras la integración de la división de viajes de Globalia, pactó el pasado mes de julio con los sindicatos un ajuste de empleo que finalmente afectó a 202 trabajadores, de los que 155 pertenecían a Globalia. Los afectados cobrarían una indemnización de 28 días por año trabajado con un máximo de 18 meses.
Viajes El Corte Inglés. Con una plantilla de 5.000 trabajadores, la división de viajes de El Corte Inglés acordó en febrero un despido colectivo para 475 trabajadores frente a la propuesta inicial de 620. La indemnización para las salidas voluntarias contemplaba un pago de 33 días por año trabajado y un máximo de 20 mensualidades. Si el despido period forzoso, la contraprestación bajaba a 25 días por año y un máximo de 15 meses.
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