Extremadura es tierra de belleza, sus localidades son historia viva y ciudades como Coria son el claro ejemplo. Al norte de Cáceres y bañada por las aguas del río Alagón encontramos este precioso enclave con una impresionante historia y que al llegar el otoño las actividades culturales, culturales y patrimoniales se multiplican por mil.
Coria te atrapa y te hace vivir con los cinco sentidos… Capital de la comarca de las Vegas del Alagón, es uno de esos rincones de nuestro país, y de Extremadura, que se alza majestuoso por su excelso patrimonio cultural y arquitectónico, pero que, sobre todo, tiene un embrujo especial que le convierte en un destino de deseo. Un municipio donde disfrutar intensamente de unos días de descanso, de un fin de semana intenso o de una escapada sorprendente en la que tienes mil y un plan diferente para todo tipo de viajero, para compartir en familia o para volver a enamorarte este otoño.
Con un sorprendente Casco Antiguo (declarado Bien de Interés Cultural con categoría de Conjunto Histórico en 1993) y una Catedral de esas en las que las piedras hablan y te narran mil historias, recorrer esta localidad cacereña es adentrarte en un mundo de coquetos rincones, callejuelas, plazas, edificios sorprendentes y leyendas ancestrales que te van a ir contando la esencia de un recorrido que se puede comenzar visitando sus Murallas, que se conservan casi en su totalidad, y su Castillo de los Duques de Alba, construido desde 1472, y declarado Bien de Interés Cultural en 1989.
Desde ahí… respira… mira atrás y adelante, a derecha e izquierda y siente… siente su aroma, su luz, sus gentes, su identidad como pueblo, su tradición y su historia… siente su esencia y su vida… siente Coria y accede a su Casco Histórico llegando, en primer lugar, a la Plaza de España. Aquí encontrarás diversos monumentos que no puedes dejar de visitar, como el Antiguo Ayuntamiento (que acoge la Escuela Municipal de Música), la Cárcel Actual (que alberga el Museo de Historia, Arqueología y Etnografía de la Ciudad) o la Iglesia de Santiago Apóstol.
Embriagado de Otoño, de aromas, de historia, de personajes ilustres y de rincones que te van contando secretos inconfesables de siglos atrás, pasea por sus estrechas callejuelas en busca de un momento elegant, de una imagen fotografiada a lo largo de los años y que aún conserva toda su magia, de una postal que en cualquier hora del día te sorprenderá y te dará la bienvenida… es la Catedral de Coria, la cual, comenzó a construirse en 1498, se finalizó en 1748 y regala al viajero un conjunto de estilo gótico, con elementos platerescos y barrocos, entre los que destaca su espectacular campanario, el retablo mayor y una importante colección de pintura y escultura.
Pero, además, para el viajero ávido de conocimiento y sabiduría, de sorpresas y belleza, de alma y religión, en su inside, la Catedral sorprende abriendo las puertas de su Museo de Arte Sacro, donde está expuesta una de las reliquia más valorada de la cristiandad: el Mantel de la Sagrada Cena del Señor… una pieza de lino que mide 4,2 metros de largo, por 92 centímetros de ancho, que information del siglo I, y que reúne a far y miles de fieles, curiosos y visitantes entorno a una historia, la historia más importante que jamás se ha contado.
Pero Coria, este año, este otoño, es mucho más. Coria es arte y festividad, es ocio y gastronomía, es imaginación y talento, es tradición y luz, son personas y hospitalidad, es ese rincón del mundo donde parar, respirar profundamente, sentir, compartir, vivir y empezar a relatar una nueva historia, la de tu próxima escapada, que todos deseamos conocer.
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