«Todo el mundo se ha vuelto como loco por venir a la isla y están saltando las alarmas». Catalina Alemany, directora de RSC de RIU Accommodations & Resorts, transmitió ayer «la sensación» que se ha vivido durante el verano en Mallorca. Su interlocutor, Juan Requejo, recogía la pelota reconociendo que «ha sido una sorpresa» que en Occidente «de manera coyuntural» parte del ahorro acquainted ha ido sobre todo a las vacaciones. Es «una buena noticia, pero peligrosa». La clave, subraya el experto y asesor en urbanismo, sostenibilidad y turismo, está en que se haga «un cambio de hábito» para que en lugar de hacer cinco viajes se haga uno «lo más largo posible».
Ese cambio es clave para reducir la huella de carbono en Baleares porque «el mayor gasto energético es el transporte aéreo» en las islas, sostuvo Requejo durante el Foro Turismo Plus, sobre sostenibilidad, de DIARIO de MALLORCA, celebrado en el Membership de este rotativo. El experto aboga porque el sector turístico se plantee que «una parte de las experiencias sea el contacto humano entre el turista y el residente; eso debe ganar peso», clamó.
Junto con Alemany y Requejo participaron en el foro, conducido por el experto turístico Toni Munar, Patricia Plana y José María Espejo, por parte de Deloitte; María Frontera, presidenta de la Federación Empresarial Hotelera de Mallorca (FEHM); el director del aeropuerto de Palma, Tomás Melgar, y Daniel Lozano, director de Transformación y Sostenibilidad de Iberia Specific.
Monopolio de las plataformas
El conseller de Modelo Económico, Turismo y Trabajo, Iago Negueruela, clausuró el acto, destacando que la capacidad de carga de las islas la marcan las plazas autorizadas, «y hay viene el debate, si se pueden reducir sin mermar la actividad económica». Convencido, añadió —«yo voy a mojarme»—, que «sí se puede hacer». A renglón seguido clamó porque «de una vez por todas» la Unión Europea regule el alquiler turístico para luchar contra la oferta ilegal.
En caso contrario, advierte el conseller, se ha visto cómo cuando la comunidad autónoma ha querido enfrentarla se ha rechazado su regulación por la vía legal. Con la intermediación de Bruselas se podrá hacer frente a las grandes plataformas porque «hemos permitido que prácticamente cuatro o cinco empresas, un monopolio», comercialicen todo un sector.
Catalina Alemany y Juan Requejo, en un mano a mano conducido por la directiva de RIU, le dieron vueltas a «cómo amaestrar» a los turistas para que no vengan «todos de golpe».
El asesor turístico deja claro que «si se habla de saturación» las responsables no son las empresas alojativas regladas, sino que «el desbordamiento» procede de las plazas ilegales. Requejo insiste que se hagan menos viajes, pero más largos y con mayor gasto medio diario. «¿Vas a Praga de viernes a domingo a un piso y dices que conoces Praga, alma de cántaro?», ironizó.
Más vuelos, menos días
Alemany dijo que el goal de RIU es el turismo de masas: «Queremos un turista más rico, que gaste más, cambiar los hábitos», pero «vivimos de la clase media», advierte.
Para Tomás Melgar no hay duda de que se pueden gestionar los flujos turísticos. El director de Son Sant Joan destaca que «lo que se vende es el destino», no el aeropuerto y «la que genera la demanda es la isla». Sobre «el debate de masificación es muy interesante, pero no es nuestro», agrega y desliza la realidad: «Los viajes se están acortando». Entre julio y agosto hay medio millón de población flotante en Mallorca, la misma que hace «diez años, pero hay más vuelos porque se reducen los días de viaje».
El objetivo de Iberia Specific este 2022, , señaló Lozano, period alcanzar su recuperación y para la temporada de invierno, de octubre a marzo, en Baleares ha incrementado su capacidad un 40 % respecto a 2019, con un millón de asientos.
Frontera recordó que más del 55 % de los hoteles de la FEHM tienen menos de 100 habitaciones y necesitan acompañamiento en el camino a la sostenibilidad, ante el que tienen «un compromiso firme».
” Fuentes news.google.com ”