La sostenibilidad es un tema primordial en cualquier industria hoy en día, y el sector naviero no es una excepción. En Costa Cruceros son conscientes de ello, y, por este motivo, en su oferta de vacaciones también va incluido el respeto por el medio ambiente y a las comunidades locales.
La compañía lleva años con la sostenibilidad como bandera. Desde el 2015 desarrollan su negocio al mismo tiempo que generan un impacto positivo en el entorno de acuerdo a los principios de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible de la ONU. Diez objetivos clave entre los que destacan la reducción de la huella de carbono, así como la generación de residuos o la eficiencia en el uso del agua. Todo ello sin olvidar uno de los últimos grandes hitos: su apuesta por el Fuel Pure Licuado (GNL) como flamable para sus navíos, campo en el que son pioneros y que supone un ahorro muy importante tanto en emisiones contaminantes como en flamable, entre otras ventajas.
Avances como estos son recogidos cada año en su Informe de Sostenibilidad, cuya decimosexta edición acaba de ser publicada y outline sus objetivos futuros y el compromiso con el crecimiento sostenible no solo en su compañía, sino en todo el sector de los cruceros.
Este año el poder transformador de los viajes es el hilo conductor. Bajo este concepto, inciden en que además de hacer felices a sus huéspedes, son capaces de generar valor social, ambiental y económico. Así, la visión de futuro de la compañía actualmente se basa en cuatro prioridades: avanzar hacia la neutralidad climática, empoderar a las personas, regenerar los recursos y construir un ecosistema transformador.
La neutralidad climática se centra en la ambición de construir una nueva generación de barcos que operen con cero emisiones netas de carbono en el 2050 y en mejorar la eficiencia energética en la flota precise, así como apoyar la evolución de la infraestructura portuaria. Aparte de ser pioneros en el uso del mencionado GNL, destaca la instalación de los más avanzados sistemas de reducción de emisiones en un 90% de sus buques, además de estar preparados para operar con tecnologías para la alimentación eléctrica desde tierra y así ahorrar energía en aproximadamente un tercio de los buques de su flota.
En segundo lugar, la preservación de los ecosistemas marinos es elementary. De hecho, en todos los buques ya se realiza la recogida selectiva y el reciclaje del 100% de materiales como plástico, papel, vidrio y aluminio.
Cuidar tanto de los empleados como de los huéspedes es la tercera de sus claves: la inclusión y la diversidad en la compañía y que los viajeros sean más responsables en sus elecciones.
La última prioridad estratégica se refiere a la construcción de un ecosistema transformador, lo que se traduce en generar valor en los territorios y comunidades por los que pasan los buques de Costa Cruceros.
En línea con el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) número 11: Ciudades y Comunidades Sostenibles, la compañía ha firmado un acuerdo con I borghi più belli d’Italia, asociación de pequeños pueblos italianos de interés histórico, para acercar sus joyas de manera sostenible a los pasajeros, entre otras iniciativas.
Cuidar, objetivo prioritario
Como parte de los esfuerzos por reducir las emisiones de CO2, este verano el Grupo Costa dio otro paso de gigante con la introducción de biocombustibles a bordo de uno de los barcos de AIDA Cruises, la segunda marca del grupo junto a Costa Cruceros. El AIDAprima se ha convertido así en el primer crucero de gran escala en usar una mezcla de biocombustible marino fabricado con materias primas 100% sostenibles gracias a su socio colaborador GoodFuels, empresa holandesa pionera en este tipo de combustibles ecológicos con la que seguirá trabajando a largo plazo.
Otra parte elementary del compromiso de Costa con el planeta y con las personas tiene que ver con los proyectos de gran impacto de la Fundación Costa Cruceros, una organización sin ánimo de lucro cuyo fin es mejorar la calidad social y medioambiental de las comunidades que visitan los barcos de la compañía desarrollando los valores del Grupo Costa.
Uno de estos últimos proyectos materializados el pasado verano fue la asociación con el llamado chef del mar, Ángel León, galardonado con tres estrellas Michelín por su restaurante Aponiente, en Cádiz. La colaboración no se limita a los menús y platos del chef a bordo, si no que se extiende a un proyecto pionero en todo el mundo por sus aspectos medioambientales, sociales y científicos: el cultivo del denominado grano marino. Una planta marina que beneficia al ecosistema y que es capaz de producir un superalimento que si se perfecciona adecuadamente podría convertirse en la comida del futuro, reduciendo los problemas de hambre y malnutrición en el mundo.
En este mismo ámbito social, Costa Cruceros también lanzó el programa 4GOODFOOD en el 2016, que responde al ODS número 12: Consumo y producción responsables de la ONU, y trabaja por el reconocimiento del valor de los alimentos a bordo y el consumirlos de manera responsable, lo que ha dado beneficiosos resultados. Gracias a esto se ha reducido en un 35% el desperdicio de alimentos a bordo, permitiendo su reutilización para fines sociales. Un ejemplo es que con el dinero ahorrado, se financió la creación de 100 huertos en África en colaboración con la Fundación Gradual Meals para la Biodiversidad así como la concienciación cada vez mayor de los huéspedes.
Así, Costa Cruceros ha abierto el camino a la innovación sostenible para todo el sector de los cruceros y desde la compañía tienen claro que una sólida política de sostenibilidad es imprescindible para la viabilidad del resto de sus operaciones.
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