El papa Francisco viaja mañana, 3 de noviembre, a Bahréin, donde hasta el próximo día 6 intensificará las relaciones con el Islam y enviará un mensaje de diálogo, fraternidad y paz, mientras desde el país se elevan las peticiones de los chiíes y organizaciones para que inste al respeto de los Derechos Humanos
Francisco mostró su deseo de que estos días, “cada encuentro y evento sea una ocasión propicia para sostener, en nombre de Dios, la causa de la fraternidad y de la paz, de la que nuestro tiempo tiene extrema y urgente necesidad”
El papa Francisco viaja mañana, 3 de noviembre, a Bahréin, donde hasta el próximo día 6 intensificará las relaciones con el Islam y enviará un mensaje de diálogo, fraternidad y paz, mientras desde el país se elevan las peticiones de los chiíes y organizaciones para que inste al respeto de los Derechos Humanos.
Francisco es el primer pontífice que visita el reino de Bahréin y su objetivo es profundizar en el diálogo con el Islam tras haber visitado otros países de mayoría musulmana como Marruecos, Azerbaiyán, Egipto, Irak, Turquía o Emiratos Árabes Unidos. Pero también lo es mostrar su cercanía a la pequeña comunidad católica, compuesta en su mayoría por inmigrantes procedentes de Filipinas, India, Sri Lanka, que se encuentran en el país sobre todo como mano de obra.
El Papa adelantó este martes que viaja “bajo la bandera del diálogo” y deseó que “cada encuentro y evento sea una ocasión proficua para sostener, en nombre de Dios, la causa de la fraternidad y de la paz, de la que nuestro tiempo tiene extrema y urgente necesidad”.
Peticiones de los chiíes al Papa
La monarquía que gobierna esta pequeña nación del Golfo Pérsico es suní, a pesar de que la mayoría es chií, y reprimió violentamente las protestas de la Primavera Árabe de 2011 con la ayuda de sus vecinos Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos.
Los opositores, como el partido chií Al Wefaq, disuelto en 2016, han pedido al Papa que urja a un “diálogo nacional serio” y a la puesta en libertad de los presos políticos y los religiosos chiíes encarcelados.
Esa petición también ha llegado desde otras organizaciones, como Amnistía Internacional, que reclama al Pontífice “que encienda un faro sobre las violaciones de derechos humanos en el país y pida la liberación inmediata de los presos políticos y el fin de toda discriminación contra la comunidad chií por parte de las autoridades de Bahrein”.
El secretario de Estado vaticano, el cardenal Pietro Parolin, dijo que el Papa siempre “se hace intérprete de las profundas expectativas de tanta gente que no ve respetados sus derechos, sus derechos fundamentales a la vida, a la inclusión, a compartir los bienes de la tierra”, pero destacó que “estos valores están proclamados en la misma Constitución del país, que habla de evitar toda discriminación“.
Se espera que el Papa haga referencia a estos valores, así como también condene la pena de muerte, en vigor en este país. El año pasado, asociaciones activistas hablaron de un “aumento espectacular” de la pena capital en Bahrein desde los disturbios vinculados a la Primavera Árabe en 2011, con un crecimiento del 600% y con 51 personas ajusticiadas.
Cercanía a los católicos, casi todos inmigrantes
Francisco también quiere mostrar su cercanía a la comunidad católica del país, que representa alrededor del 10% de la población, con entre 80.000 y 100.000, casi todos inmigrantes, y agradecer al rey Hamad bin Isa Al Jalifa la concesión de los territorios para la construcción de la gran catedral de Nuestra Señora de Arabia, la más grande del todo el Golfo Pérsico.
El viaje a Baréin comenzará con la visita de cortesía al monarca y luego el Papa pronunciará su primer discurso ante las autoridades en el palacio actual Sakhir, donde se espera que hable de los problemas sociales. Al día siguiente, Francisco clausurará el “Foro para el Diálogo: Oriente y Occidente para la Convivencia humana”, y por la tarde se reunirá con el jeque egipcio Ahmad al Tayyeb, gran imán de Al Azhar, la mayor institución suní, con quien ha coincidido en varias ocasiones, la última en su pasado viaje en Kazajistán. Posteriormente se encontrará con los miembros del Consejo Musulmán de Ancianos en la mezquita del palacio actual de Sakhir y después se trasladará para una oración por la paz en la Catedral Nuestra Señora de Arabia.
El sábado, presidirá la misa ante cerca 20.000 fieles en el estadio nacional de Baréin y por la tarde se reunirá con cerca de 800 jóvenes de varias religiones. El último día, Francisco tendrá su recurring encuentro durante los viajes apostólicos con los obispos, sacerdotes, consagrados, seminaristas y agentes de pastoral, esta vez en la Iglesia del Sagrado Corazón en la capital.
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