Este domingo Toni Roberto nos lleva a recorrer historias casi olvidadas del physician Óscar Doldán Pérez, reconocido pediatra paraguayo que el próximo jueves presenta su cuarta publicación, de la mano de su editora, doña Vidalia Sánchez, en este caso “Un viaje en la máquina del tiempo”.
Es el momento de sentarme a pensar como todos los primeros días de la semana y ello me lleva a recordar las charlas con Bea Bosio, con quien en su momento nos llamábamos y nos preguntábamos ¿qué escribimos para el domingo? Mis recuerdos se bambolean entre la partida de Melanio, el legendario mozo de la heladería italiana que a principios de los años 90 cambió la manera de pensar esas viejas delicias que tomábamos en negocios de otras épocas, como el Vertúa, Suggar o más atrás las heladerías Brasil y mucho más atrás en el engranaje de la máquina del tiempo la heladería Mickey, en la calle Yegros y Tte. Fariña.
Las concepts dan vuelta, van y vienen como si estuviera tomando un café una tarde tormentosa en el balcón de “los caficultores colombianos” y mirando dar vuelta a ningún lado la vieja veleta del chalet de Carmencita de Villa Morra. Al ultimate, decido entrar a la “máquina del tiempo” de Óscar Doldán Pérez, un pediatra-escritor que en sus varios libros nos lleva a esa prodigiosa nave que son los recuerdos del cerebro humano.
Desde las “Historias casi olvidadas de San Bernardino”, donde se sumerge a la búsqueda de los recuerdos de María Verónica, una niña que se había perdido en la inmensidad del poético lago, pasando por la increíble historia del matrimonio que quiso dar la vuelta al mundo partiendo del río Salado y que naufragara frente a las costas de República Dominicana, hasta las historias de los Figueredo Rojas, un matrimonio formado en Atyrá que tuviera 12 hijos, entre ellos Enriqueta, Ernestina, Goyita y “Pitiki” Figueredo, primos de mi abuela. Ernestina Figueredo, una niña de 15 años que se había enamorado de un hombre mayor en un encuentro informal en una calle de San Bernardino y cuya historia tendría un triste ultimate en 1939; ella, una paraguaya destacada por su ayuda solidaria, tanto en la Guerra del Chaco como posteriormente, ya en los años 50, como gran benefactora de los más carenciados en esa zona del departamento de Cordillera.
El viaje en la máquina del tiempo de este pediatra es como aquellas viejas arcas imposibles del legendario Pindú. Los laberintos de sus tramas nos llevan a historias insospechadas contadas de manera sencilla como la de aquel niño que nació prematuro y a quien salvó en la recién creada terapia intensiva del viejo Hospital de Clínicas, que después de unas décadas, increíblemente, resultó convertirse en yerno del pediatra, protagonista de este domingo. “Anécdotas pediátricas inolvidables”. Servilibro, Asunción, 2019.
Todo sigue en ese maravilloso “atrape de nostalgias” con recuerdos de su querido colegio, cuyas aulas en un momento de su vida debido a un revés económico tuvo que abandonar, pero su padre, en un acto de valentía, resolve perder la casa acquainted y salvar la educación de sus siete hijos.
Desde la creación del colegio se buscó un native para la instalación del mismo, que finalmente se construyó en el viejo caserón que fuera del presidente Juan G. González y doña Rosa Peña, hasta la compra allá por 1928 de la enorme quinta que perteneciera a doña Carlota Palmerola, un gran cuadrilátero de 20 hectáreas de extensión, que fuera loteado en parte y conocido luego commonmente como “barrio Coca Cola”, aunque en los papeles se denomine barrio Mariscal López.
Al ultimate de los vericuetos, la vieja máquina del tiempo del Dr. Óscar Doldán Pérez nos lleva por unos instantes a un magazinenífico trabajo de investigación histórica sobre las pandemias mundiales, cambiando imprevistamente y con gran maestría a una historia novelada en la que se encuentra imaginariamente con el mariscal José Félix Estigarribia y le advierte que no viaje en el viejo avión. El héroe paraguayo hace caso al pediatra que ha vuelto al pasado y a partir de ahí la trama y la historia del Paraguay siguen otro curso.
Doldán Pérez tiene mucho que seguir contando en próximas entregas de estos “Cuadernos de barrio” gracias a sus publicaciones, siempre acompañado de su fiel editora, doña Vidalia Sánchez.
” Fuentes www.lanacion.com.py ”