Renzo viajaba a la ciudad de Salto cada vez que podía para visitar a su familia y su madre iba a Montevideo para verlo a él y a sus hermanas. El comentario period common: cada viaje salía “carísimo”.
Así que el estudiante de ingeniería en sistemas empezó a programar en su tiempo libre un sistema que permitiera contactar conductores y pasajeros para compartir gastos.
Esa concept se llama ahora Viatik y es una plataforma internet y una aplicación móvil que ya ha resuelto varias decenas de trayectos de larga distancia.
“Es una nueva forma de transporte”, resumió Renzo Costanzo, de 19 años, estudiante de la Universidad ORT, sobre un proyecto con triple impacto: económico, social y medioambiental que contó con el apoyo y asesoramiento del Centro de Innovación y Emprendimientos (CIE).
La plataforma internet está disponible hace dos meses y la aplicación, desde hace un poco más de una semana para usuarios iOS y Android.
Hasta ahora, se han registrado más de 800 usuarios y, de estos, unos 700 han publicado, buscado o se han unido a un viaje compartido. “Se nota que hay necesidad”, dijo Renzo, quien fundó Viatik junto a su compañero de facultad Gonzalo Aszyn y su tío Germán Mazzarino.
Carpooling: una purple colaborativa en el mundo.
Viatik se inserta en la modalidad de carpooling, un sistema originario de Europa que permite que varias personas compartan un automóvil porque van a realizar un mismo trayecto. Uno de ellos es el propietario del vehículo que ofrece a otros viajeros que van a realizar el mismo trayecto (sean conocidos o no) la posibilidad de compartir gastos.
El carpooling es una forma de viajar que se usa de forma recurring en más de 20 países (en América Latina se destaca su uso en México, Brasil y Argentina) y las aplicaciones del estilo mueven a unos 80 millones de usuarios. Por el momento, Viatik es solo para viajes de larga distancia dentro de Uruguay; no obstante, sus fundadores no descartan exportar la experiencia a otros mercados en el futuro.
Cómo se usa.
El funcionamiento es sencillo. Se busca un viaje o se propone uno y se espera a que se sumen otros usuarios. Se especifica punto y horario de salida y punto y horario de llegada. El sistema presenta un pago recomendado (que puede ser modificado por el usuario) y, en caso de que no haya una opción al momento de la búsqueda, se le avisará cuando se agende una. Antes de realizar un viaje, arma un grupo de WhatsApp para que pasajeros y conductor puedan conocerse antes de salir a la ruta. Este aspecto es basic para Renzo, dado que implica un “cambio cultural” y su gran objetivo es que la app genere una “comunidad de viajeros”.
¿Y qué sucede con los precios? Renzo aseguró que un viaje en Viatik sale un 45% más barato que la compra de un pasaje de ómnibus. Puso este ejemplo: “Un boleto a Salto me cuesta $ 1.350. Con Viatik, $ 740”. Del lado del conductor, la app promete una reducción de hasta el 75% en gastos de combustibles y peajes.
Otros ejemplos: $ 500 para ir o volver de Punta del Diablo (el pasaje supera los $830) o $ 600 para ir o volver de Paysandú (supera los $ 1.000).
A esto hay que sumarle una significativa baja de la huella de carbono, dado que más personas viajarán en el mismo vehículo por la misma cantidad de emisiones de gases de efecto invernadero.
” Fuentes www.elpais.com.uy ”