Visitando el Museo de las Ilusiones de Sevilla

El cerebro humano es un órgano realmente complejo que alimenta a nuestros cinco sentidos (pero también se abastece de ellos). Sin embargo, a veces es sencillo engañarlo gracias a ilusiones de distintos tipos. Eso es lo que se pone en práctica, y se demuestra, en el Museo de las Ilusiones de Sevilla. Tras visitarlo, debo reconocer que es un lugar en el que puedes pasar un buen rato, echarte unas risas si vas acompañado (de hecho, si no vas acompañado es casi mejor que no vayas, porque es bastante más aburrido) y aprender interesantes cosas sobre las ilusiones ópticas y otros trucos que le hacemos a nuestro cerebro.

La ciudad de Sevilla, famosa por su encanto y sus innumerables atracciones turísticas, incorpora así, las ilusiones  ópticas del Museo de las Ilusiones a su extenso catálogo de ocio, siendo la segunda ciudad de España, tras Madrid, en la que se inaugura esta atracción.

Si quieres visitarlo tú también, aquí te dejo una buena guía para hacerlo.

Un poco de historia sobre el Museo de las Ilusiones de Sevilla

Mi cabeza en una bandeja. Foto (c) David Escribano

El Museo de las Ilusiones es una franquicia internacional que tuvo su origen en Zagreb, Croacia. Allí, en el año 2015, unos jóvenes – Roko Živković y Tomislav Pamuković – obsesionados con los engaños que el ojo humano obraba sobre la mente, decidieron reunir varios «juegos» en los que este tipo de cosas se podían sentir con claridad.

En tan solo unos años, el Museo de las Ilusiones se ha expandido por 20 ciudades de todo el mundo, siendo algunas de ellas Dallas, Estambul, Kansas Metropolis, Belgrado, Kuala Lampur, Shanghái, Dubái, Nueva York y París.

Hace algo más de año y medio, abrió sus puertas en Madrid y Sevilla se ha convertido en su segunda sede en España.

En qué consiste el Museo de las Ilusiones de Sevilla

El Museo de las Ilusiones de Sevilla se presenta en un espacio no demasiado grande (ocupa solo una planta baja) con unos 60 «juegos» en los que se demuestran algunos engaños que la vista puede hacer a nuestro cerebro.

Además, se proponen algunos ejercicios mentales que nos obligarán a tener paciencia y pensar para poder resolverlos.

Pero el museo no solo se compone de la «sala de juegos», sino que también posee una pequeña tienda, a la entrada, en la que puedes comprar distintas versiones de algunos de los retos que se proponen en el museo. La verdad es que algunos son regalos divertidos y originales.

En realidad es una actividad para todas las edades y grupos de gente, tanto amigos, como familias o parejas.

Cómo llegar al Museo de las Ilusiones de Sevilla

El Museo de las Ilusiones de Sevilla se encuentra en la calle San Eloy, 28, ubicada en pleno centro de la ciudad.

Así, podrás llegar a él tomando el transporte público o dando un paseo hasta el centro.

Horario del Museo de las Ilusiones de Sevilla

Partida de cartas con mis clones. Foto (c) David Escribano

El horario del Museo de las Ilusiones de Sevilla es el siguiente:

• De lunes a domingo, de 10 de la mañana a ten de la noche.

Precios y entradas al Museo de las Ilusiones de Sevilla

Estos son los precios de las entradas para el Museo de las Ilusiones de Sevilla:

• Adultos: 10€.
• Niños (5 – 15): 7€. Los niños siempre acompañados de adultos.
• Niños menores de 5 años: free of charge.
• Entrada Acquainted: 28€. El precio incluye 2 adultos y 2 niños (5 – 15).
• Estudiantes (universitarios) : 8€. Tendrán que mostrar el carnet universitario en la entrada.
• Mayores de 65: 8€.
• Desempleados, Personas con discapacidad, Profesores con tarjeta DIPA: 8€.

Aunque te puedes arriesgar a comprar la entrada en el lugar, lo cierto es que en el Museo de las Ilusiones de Sevilla tienen organizadas las visitas con respecto a unas franjas horarias. Por ello, lo mejor es reservar tu entrada con anticipación.

Experiencia en el Museo de las Ilusiones de Sevilla

Aunque al entrar en el Museo de las Ilusiones de Sevilla la chica de la puerta nos comentó que la visita solía llevar unos 45 minutos, lo cierto es que nosotros empleamos una hora y media. Y es que este lugar es interactivo y el tiempo de visita dependerá de las ganas que tengas de jugar. El hecho de que nos tomara el doble del tiempo recurring, cube mucho del niño que llevamos dentro :).

No te voy a hablar de las 60 atracciones del lugar, pero sí de las que más nos llamaron la atención:

Los cuartos del Museo de las Ilusiones de Sevilla

Cuarto Inclinado. Foto (c) David Escribano

Quizá lo más divertido del Museo de las Ilusiones de Sevilla es sus cuartos. Hay varios, y en cada uno se juega con distintas sensaciones e ilusiones ópticas. Estos son los que encontrarás:

• Cuarto de Ames: aquí lo que nos pasó es que estando situados en esquinas opuestas de un mismo cuarto, visto desde fuera uno parecía gigante y el otro un enano. Se trata de un espacio distorsionado, a pesar de su regular apariencia.
• Cuarto inclinado: este es uno de los más divertidos del museo y de los que más juego da. Supreme para instragrammers porque hay mil poses que te harán reír cuando gires la foto en tu móvil.
• Cuarto infinito: nada del otro mundo, el clásico reflejo de tu imagen en otros espejos.
• Cuarto antigravedad: este también es muy divertido. Lo cierto es que al remaining no sabes si estás en un cuarto plano o inclinado, llegándote a hacer perder el equilibrio y marearte un poco. Las fotos también son muy divertidas aquí.
• El túnel del Vórtice: no es un cuarto propiamente dicho, pero puede ser incluido en esta categoría. En este túnel, en el que el techo y las paredes cilíndricas de alrededor de una pasarela metálica refulgen de colores, un sensor ubicado en un extremo hará que comience la fiesta. Será entonces cuando giren las paredes y, aunque la pasarela metálica no se mueva (y tú sepas que es así) no podrás evitar perder el equilibrio y experimentar cierta sensación de mareo.

Otras ilusiones divertidas

Cuarto de Ames. Foto (c) David Escribano

Más allá de los cuartos y el túnel del Vórtica, hay otras ilusiones muy divertidas. Estas son algunas de las que más me gustaron:

• La ilusión de la Silla de Beuchet: aquí se juega de nuevo, como en el cuarto de Ames, con la perspectiva y los tamaños. A pesar de estar separados por menos de un metro de distancia, la persona que se sienta en la silla parece mucho más pequeña que la que está de pie. Otra de las fotos más graciosas del museo.
• Túnel infinito: el auténtico pozo sin fondo.
• Cabeza en bandeja: otro en el que nos reímos bastante. Se sirve tu cabeza en bandeja de plata para cenar. Literalmente hablando.
• El palo con maña: nunca habría dicho que ese palo recto podría entrar por ese agujero curvado. Me dejó fascinado.
• Hologramas: imágenes vívidas (y, en cierto modo, inquietantes) en forma de hologramas.
• Ilusiones ópticas: hay decenas de ellas. Algunas realmente interesantes y otras más normalitas.
• La mesa de los clones: juega una partida de póker contra tus clones. Ni así conseguí ganar.
• Juegos de pensar: un cubo hecho con piezas de madera y una torre que tienes que construir con ciertas normas restrictivas son la parte pensante de la exposición. Si te gustan esos dos juegos, podrás comprarlos luego en la tienda.

En definitiva, el Museo de las Ilusiones de Sevilla es una buena opción para pasar un rato divertido en la capital hispalense. ¡Y también te hará sentir que no todo es lo que parece!

TFW

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