Yuanyang en China, Sa Pa en Vietnam, Talalalang en Indonesia, Shiroyone Senmaida en Japón, Ban Pa Pong Pieng en Tailandia y Batad en Filipinas. Estos son algunos de los arrozales más espectaculares de Asia, donde los antiguos pobladores moldearon las laderas de las montañas para cultivar uno de sus principales alimentos. Hoy, se mantienen como paisajes culturales vivos, donde sus habitantes continúan cosechando con técnicas tradicionales. Su belleza, además, los ha convertido en algunos de los destinos más deseados de su país.
” Fuentes viajes.nationalgeographic.com.es ”