Hasta ahora period la gran desconocida. La hermana mediana, tímida, eficiente e independiente que, siempre a la sombra del poderío de su hermana mayor y de las juergas de la más pequeña, sacaba buenas notas y no daba problemas a papá y mamá. La chica guapa que no se maquillaba jamás porque prefería enseñar al mundo sus pecas y sus cejas pobladas. Esa period Menorca, la isla salvaje y ecológica de las Baleares. Sigue siendo salvaje y sigue, por supuesto, apostando por la economía responsable y sostenible, pero ahora está viviendo un viraje hacia el turismo de lujo que ha llevado a la isla restaurantes, proyectos y turistas de alto standing. La apertura del nuevo proyecto de la marca Gran Meliá, el lodge Villa Le Blanc, en la Playa de Santo Tomás es el mejor ejemplo de cómo Menorca es el nuevo destino predilecto de los viajeros más pudientes.
Ahora, a las puertas del fin de una temporada que, el tiempo lo dirá, pero se antoja gloriosa (según datos oficiales, hasta mayo la isla menorquina había recaudado 256,15 millones del turismo internacional), podría ser un buen momento para que los nacionales nos escapáramos a Menorca y conociéramos el recién inaugurado Villa Le Blanc de Gran Melià, el primer lodge Gran Lujo de la isla que cuenta con el beneplácito de Main Resorts of the World. Este, ubicado en la costa de Migjorn a medio camino entre Maó y Ciutadella, es uno de los pocos hoteles energéticamente neutros en
carbono de la isla.
El Villa Le Blanc de Gran Melià es, en su conjunto, un homenaje a Menorca. Lo es a nivel arquitectónico y especialmente a nivel paisajítico. De hecho, según cuentan desde el establecimiento, el entorno del lodge pretende reivindicar la naturaleza endémica de Menorca, a través de su rica vegetación y su flora con olivos, cipreses, granados, siemprevivas… Esa preservación conecta con el compromiso sostenible del grupo hotelero.
Los restaurantes
” Fuentes www.glamour.es ”