La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, hace tiempo que tiene entre ceja y ceja regular de alguna manera la afluencia de cruceros en la ciudad. A su juicio, son una fuente de contaminación, colapso turístico y poco gasto en la ciudad. Pero necesita aliados. El pasado mes de julio ya se reunió con el Puerto de Barcelona y ahora apremia a ERC a posicionarse. La propuesta de Colau se refleja en en la regulación para el puerto de Palma: “No hay nada cerrado, pero como Ayuntamiento hemos hecho los deberes y hemos hecho propuestas razonables”, explicó entonces la alcaldesa. Barcelona es la tercera ciudad del mundo con más afluencia de cruceristas.
Esta mañana, Colau ha apretado las tuercas a los republicanos para que tomen partido. En una entrevista en TV3, ha criticado que la reunión que debía celebrarse este septiembre entre el Ayuntamiento y la Generalitat “aún no se ha producido”. “Aún esperamos que la Generalitat nos responda”, ha criticado. Colau criticó que los republicanos aún no se hayan decidido al respecto. “Junts no quiere regularlo, pero ERC no me queda claro”, ha dicho durante la entrevista. Pero la alcaldesa espera que tome partido pronto. “Creo que debería responder antes del mes de mayo, que es cuando comienza la temporada alta de cruceros”, avisa.
Los planes de Colau pasan por rebajar a la mitad el número de pasajeros que llegan a Barcelona en crucero, en temporada alta. Si de mayo a octubre pueden llegar hasta 400.000 cruceristas mensuales, el Ayuntamiento propone limitarlos a 200.000 pasajeros al mes. También se ha propuesto un límite de 10.000 pasajeros al día (para evitar lo que se conoce como días rojos, cuando llegan hasta 25.000 cruceristas en el puerto).
Desde el PSC (socios de gobierno de BComú), el concejal de Turismo, Xavier Marcé, explicó tras la reunión de julio que la posición de su partido es “favorecer un acuerdo de autorregulación, no de imposición”. Marcé aseguró que este acuerdo es en el que ya se está trabajando con las navieras y con el Puerto.
Por su parte, el presidente del Puerto de Barcelona, Damià Calvet, ha dicho que “no podemos compartir” el planteamiento de Colau porque “son datos de parte”. En este sentido, se ha conjurado a “trabajar para disponer de los datos correctos” sobre el impacto de los cruceros (los últimos estudios realizados son de 2016) y ha sentenciado que la mejor regulación de la llegada de cruceros es limitar el número de terminales (tal y como ya se acordó en 2018). “Lo más útil para regular es limitar el número de terminales, que es lo que estamos haciendo en el puerto para regular la calidad de la oferta turística”, añadió Calvet.
” Fuentes www.larazon.es ”