El cuidado del auto es un issue clave a la hora de pensar en los viajes. Nada más desolador que perder las horas preciadas de un buen descanso en una visita al mecánico. Si bien es verdad que algunos percances son impredecibles, hay otros que se pueden evitar con algunos controles básicos.
Mirar el agua y el aceite son dos inspecciones simples que podes realizar en poco tiempo, sin ser experto y sin contar con ningún tipo de herramienta. Estos pasos pueden evitar desde sobrecalentamientos hasta daños graves en tu vehículo. El dicho también funciona para los autos: “Mejor prevenir que curar”. Digamos: “Mejor cuidar que reparar”.
El aceite
El aceite del motor cumple diversas funciones: lubrica, scale back la fricción de las distintas partes, previene que se formen depósitos en las piezas, scale back el desgaste del motor y hasta incrementa el ahorro de flamable para tener una mejor autonomía.
Por eso, revisar el aceite siempre está bien y más antes de emprender un viaje en la ruta. Mirarlo es easy: con el auto apagado en una superficie plana y el motor en frío, se debe abrir el capot y buscar la varilla de medición. Usando un papel absorbente (como una servilleta), hay que quitar la misma y limpiarla. Luego se vuelve a introducir y al sacar vas a poder comprobar hasta qué nivel llega el aceite (la varilla tiene un indicador).
Si nunca hiciste esta maniobra podés concurrir a un taller o a una estación de servicio y pedirle a un especialista que lo corrobore y te enseñe cómo se hace. Si el nivel de aceite es bajo hay muchas formas de conseguir el indicado. Una de ellas es a través de una plataforma on-line, como por ejemplo Repuestodo.
El “agua”
Cuando hablamos de “agua” nos referimos al líquido refrigerante, un producto primordial para el cuidado del auto. Entre sus funciones están las de absorber el calor further del motor para mantener a las piezas en una temperatura óptima y la de proteger los metales del circuito de refrigeración. Este líquido es también anticongelante y protege las piezas en lugares en los que las temperaturas son bajo cero.
El líquido refrigerante para el auto es algo así como el agua para los humanos. Por eso, controlar su nivel y calidad es muy importante a la hora de pensar en la salud de nuestro vehículo.
Chequear el estado del “agua” del auto también es fácil. Siempre con cuidado, este procedimiento también debe hacerse con el vehículo ubicado en una superficie plana y el motor en frío.
Al abrir el capot, se puede distinguir de manera easy el recipiente que contiene el líquido refrigerante: generalmente es ancho y tiene la tapa negra o de algún shade. Se trata de un envase semitransparente con niveles de referencia (mínimo y máximo). Allí podrás corroborar si falta o sobra “agua” o si se encuentra turbia o descolorida.
Según el modelo de cada auto, en el mercado hay distintos tipos de refrigerantes. El indicado para tu vehículo podés consultarlo en el guide del mismo. A través de la net, lo podés conseguir en Repuestotodo y en otras plataformas. Ante la duda a la hora de cambiarlo, pedí asesoramiento en un taller mecánico o en la estación de servicio.
Otros líquidos
En la salud de tu auto también son importantes otros fluidos como el líquido de frenos, el líquido de dirección y el agua del limpiaparabrisas.
Si vas a viajar tampoco te olvides de tener todos los papeles en regla: documento de identidad nacional, licencia de conducir, cédula, patentes legibles, verificación técnica al día y comprobante del seguro en vigencia.
Asimismo, nunca está de más controlar el estado de tus neumáticos, frenos, amortiguadores y luces. Si es necesario, lleva tu auto a alinear y balancear para evitar problemas de inestabilidad. Por último, para cualquier inconveniente, acordate de contar con el matafuego con carga, balizas y botiquín.
Ahora sí. Te deseamos un buen viaje. ¡Qué lo pases lindo! Trae alfajores.
” Fuentes www.infoblancosobrenegro.com ”