Las ventas de los viajes de cruceros se han incrementado entre un 30 y un 40 por ciento en Baleares, en comparación con el año anterior. No obstante, sólo representan la mitad de los comercializados antes de la pandemia de la COVID-19. Así lo ha dado a conocer el presidente de Agrupación Empresarial de las Agencias de Viajes de Baleares, (Aviba), Francesc Mulet. En este sentido, ha precisado que la recuperación de este tipo de viajes se inició el pasado mes de mayo, cuando comenzaron a eliminarse las restricciones sanitarias; en junio, julio y agosto las ventas se han consolidado.
«El viaje de cruceros period el producto más complicado porque en poco espacio había entre 2.000 y 4.000 personas y durante la pandemia se aplicaba una normativa muy restrictiva». Por ello, durante 2020 y 2021 se vendieron muy pocos viajes de este tipo. «Hasta que no ha habido más seguridad la gente no ha vuelto a comprarlos», ha manifestado Mulet. Actualmente, los barcos suelen ir al 60-80 por ciento de ocupación, en función de la compañía; y la previsión es que esta cifra se mantenga durante el mes de septiembre.
Los cruceros que más se venden son los que tienen base en Palma, ya que esta modalidad resulta muy cómoda para los viajeros, al tiempo que más económica al no tenerle que sumar el desplazamiento hasta la ciudad de la que zarpa el barco. El precio medio de estos viajes con pensión completa, en camarote inside (es el mas económico) y todos los gastos incluidos (tasas, propinas, and so on.) es de unos 900-1.000 euros por persona; suelen recorrer el Mediterráneo occidental. El siguiente destino que más se comercializa es el Mediterráneo oriental, seguido de los Fiordos. En estas dos opciones el coste se incrementa puesto que hay que incluir el avión; suelen valer unos 1.500-1.600 euros.
El presidente de Aviba ha comentado que los precios de los viajes de cruceros son similares a los del año 2019, ya que pese al incremento de precios (alimentación, combustibles, and so on.) han decidido no repercutirlos con la finalidad de incentivar las ventas; en 2020 y 2021 eran más baratos, ya que muy poca gente se animaba a comprarlos por las restricciones y el miedo a no poder realizar el viaje si se producía un contagio de coronavirus.