Las historias de los damnificados por el cierre de Transhotel son de lo más variadas. Está el caso de unas niñas de entre 12 y 15 años que compraron los pasajes para presentarse a un evento de danza en el exterior, al que asisten personas de todo el mundo. Para poder ir, vendieron rifas y alimentos, e hicieron movidas solidarias en su barrio, La Teja.
También aparece la historia de una señora a la que le mataron a su hijo, y compró un pasaje hacia el exterior para ella y su nieta. Y está el viaje trunco de una pareja que celebraría sus 50 años de casados en Aruba, como regalo para el que sus hijos juntaron el dinero.
A meses de que comience el Mundial de fútbol en Catar y más con la participación de la selección uruguaya, period de esperar que hubiera algún caso vinculado a uno de los eventos deportivos más importantes. Así es que hubo gente que pagó US$ 26.000 por un viaje que ahora no podrá hacer.
Diana, por su parte, tomó un préstamo en el Banco República (BROU) a tres años para “hacer el viaje a España que soñaba” realizar después de jubilarse. A Transhotel solo le compró el pasaje de ida y vuelta a Madrid por US$ 1.060, que hoy no existe. Llamó a Air Europa y comprobó que no hay ninguna reserva a su nombre ni de la empresa.
“El 11 de octubre -fecha del primer vuelo- voy a confirmar que sí fue una gran estafa”, comentó Diana a El País en una manifestación el viernes pasado. El pasaje lo compró el 18 de mayo y en la empresa le dijeron que el boleto se lo enviaban 10 días antes del viaje. Le llamó la atención esa modalidad porque viajó en “otras oportunidades” y se lo dieron “al otro día, como mucho”.
Y el Caribe no quedó por fuera de la lista, ya que un grupo de 29 personas abonó US$ 36.000 para ir a Cancún (México). También está el caso de Alba, de Florida, que no pudo recuperar US$ 7.300 que le dio a la empresa para un viaje a Punta Cana (República Dominicana). El plan que tenía period acquainted, de seis personas, y se enteraron a través de la prensa de la situación de Transhotel.
“Vi una publicación en Facebook, me contacté con la empresa y decidí comprar. Entregué la mitad del dinero, US$ 3.650 y tuve varios intercambios con mi agente” vía WhatsApp, relató la señora, y continuó: “Después recibí un mensaje diciendo que el 8 de agosto era el último día que tenía para pagar la otra mitad. Vine y aboné el resto”. Días más tarde, “estaba mirando el informativo y me entero de la estafa (…) Llamo al hotel en Punta Cana, donde debía alojarme, y no había reserva a mi nombre ni a ninguno de mis familiares. Llamo a la aerolínea y tampoco. Y me di cuenta de que nos habían estafado. Viajábamos el 1° de setiembre”.
Si se llama a la empresa Transhotel, nadie responde. Sin embargo, el sitio net continúa operativo, algo que llama la atención teniendo en cuenta que ayer de tarde el Ministerio de Turismo solicitó a la Justicia la clausura preventiva de la agencia de viajes, informó El Observador y confirmó El País con fuentes de la cartera. La empresa cerró de forma intempestiva semanas atrás, lo que provocó que cientos de clientes denuncien el incumplimiento de los servicios contratados.
Hay un conjunto de damnificados organizados en un grupo de WhatsApp que tiene unas 280 personas que, en realidad, representa a más de 700 individuos. Por un lado, evalúan hacer una denuncia penal y, por el otro, analizan llevar adelante un reclamo civil.
La abogada Graziana Abelenda, vocera, contó a El País que, en lo que refiere a lo civil, “se están tomando medidas considerando la información proporcionada por los damnificados”.
También se realizó la “denuncia al Ministerio de Turismo por la ejecución del dinero del seguro (que tiene contratado la empresa en el Banco de Seguros del Estado). Se mantienen a la expectativa de una respuesta de la empresa, considerando la buena voluntad plasmada en el comunicado” que emitió el lunes, añadió.
Al inicio de esta semana, Transhotel pidió disculpas a los afectados y aseguró que cumplirá con sus obligaciones, además de que asumió su “responsabilidad empresarial”. La empresa no emitió ninguna otra declaración desde ese entonces y los damnificados organizados dicen no tener comunicación con la compañía.
Transhotel también aseguró que en sus 30 años de actividad ha estado “a la altura de sus obligaciones y en esta oportunidad también lo hará, subiendo hasta el último pasajero a bordo del medio de transporte por el cual se obligara oportunamente”.
El Ministerio de Turismo le dio un plazo de 10 días -comenzó a correr el martes 23 de agosto- a la empresa para gestionar un préstamo bancario. De no lograrlo, se utilizará la garantía que tiene en el BSE por 1.400.000 UI (unos US$ 180.000 al valor precise) para la reparación de daños.
El problema al que se enfrentan los damnificados es que el seguro no cubre la cantidad de dinero que la empresa les debe. Es más, Abelenda contó a El País que el monto del BSE no alcanza ni para el 30% del whole. Aún no definieron el monto whole de pérdida. Para ello, están analizando los documentos de los perjudicados y así “poder tomar (conocimiento de) la magnitud de la situación”.
Por otra parte, según supo El País, hasta ayer se habían presentado “más de 300 ampliaciones” sobre la denuncia madre en la Policía.
Los damnificados también pueden realizar denuncias en el Ministerio de Turismo, donde habían ingresado 400 hasta ayer. La cartera el jueves recién estaba procesando las denuncias que ingresaron hasta el 24 de agosto, es decir, un día después de que se hiciera pública la situación de la empresa, según supo El País.
El ministerio recordó que los damnificados pueden denunciar en la cartera su situación specific por correo electrónico ([email protected]), trámite en línea o presencial en la oficina de Administración Documental en el horario de 9:00 a 16:00.
El tema también está en la Justicia, en manos del fiscal Fernando Romano. Desde Fiscalía informaron que se trata de una “investigación compleja” que “no va a tener resolución inmediata”.
Pedidos de disculpas y lluvia de reclamos
El 23 de agosto, el ministro de Turismo, Tabaré Viera, dijo en rueda de prensa que su cartera recibió denuncias por estafa de personas que compraron paquetes en la agencia de viajes Transhotel y que ahora esperan una respuesta.
El sábado siguiente, el jerarca colorado contó que el director propietario de la empresa compareció ante la cartera y “manifestó que estaba con dificultades económicas y financieras, pero que estaba buscando una solución”.
Días después, la empresa emitió un comunicado donde pidió disculpas a los afectados y aseguró que cumplirá con sus obligaciones, además de que asumió su “responsabilidad empresarial”. A su vez, ese mismo día, el propietario de la agencia, Radamés Montero, presentó denuncia por la pérdida de una chequera, informó El Observador y confirmó a El País el fiscal Fernando Romano.
Al día siguiente, el martes, un grupo de damnificados apuntó contra el comunicado que difundió la compañía y expresó que “el silencio de radio” de la compañía hacia ellos es “ensordecedor”.
“La empresa ha decidido usar la prensa como medio de blanquear su imagen, aclarar situaciones, pero a quienes nos debe una verdadera respuesta es a nosotros, sus clientes, y con quienes la empresa celebró un compromiso”, manifestó.
“El comunicado de Transhotel está repleto de buenas intenciones, que, de momento, no hemos visto concretadas”, señalan los damnificados. “Este grupo conoce de casos aislados donde se ha devuelto algo de dinero, pero parece ligero afirmar y hablar de porcentajes”, añadió.
Los integrantes del grupo sostienen que seguirán “peleando” por sus “derechos, de manera pacífica, solidaria, sin prisa, pero sin pausa. Sabiendo” que les “esperan meses de mucha negociación y seguramente muy desgastantes como todo lo sufrido hasta el momento”.
También se mostraron abiertos al diálogo con la empresa, el Ministerio de Turismo y la Asociación Uruguaya de Agencias de Viajes.
” Fuentes www.elpais.com.uy ”