La psilocibina es un componente de las setas alucinógenas que está siendo investigado por sus posibles efectos positivos contra la depresión severa o las adicciones
En NIUS explicamos cómo son esos ‘viajes’ y en qué condiciones tienen que realizarse
“No son fármacos para dejarlos al uso de los enfermos o en una oficina de farmacia, sino para dispensarlos a nivel hospitalario”, explica Víctor Pérez, jefe de Psiquiatría del Hospital del Mar
Se llevan años usando como droga. Se pueden comer directamente, con otros alimentos para enmascarar su sabor, o bebérselas en forma de infusión. Son las llamadas setas alucinógenas, cuyos efectos suelen empezar entre 30 y 45 minutos después de ingerirlas. Un ‘viaje’ que puede ser agradable y suave, pero que también puede provocar alucinaciones, ansiedad, paranoia y nerviosismo. Todo esto lo causa un compuesto de este tipo de setas conocido como psilocibina y que, sorprendentemente, cada vez tiene más aplicaciones en el ámbito médico. Varios estudios han demostrado la utilidad de estos hongos alucinógenos en la lucha contra la depresión severa y el alcoholismo.
Eso sí, tienen que ser ‘viajes’ totalmente controlados por los equipos médicos que estudian en distintas partes del mundo cómo sacarle partido a esa sustancias en materia de adicciones o trastornos mentales. Uno de esos lugares es el Hospital del Mar de Barcelona, donde intentan combatir la depresión profunda con la psilocibina. “No son fármacos para dejarlos al uso de los enfermos o en una oficina de farmacia, sino para dispensarlos a nivel hospitalario para que no haya riesgo de intoxicación ni de uso recreativo ni de dependencia”, explicaba a NIUS Víctor Pérez, jefe de Psiquiatría del hospital.
Para que el paciente tenga una experiencia alucinatoria agradable durante “su viaje” al tomar este tipo de sustancia, es necesario un trabajo específico de psicoterapia anterior. “Hay que formar muy bien al psicólogo que lo hace, para que en citas previas a la administración de la sustancia se induzca a los enfermos a un viaje determinado explicándoles lo que les va a pasar. Durante el ‘viaje’ se intenta que el paciente se encuentre en un entorno lo más confortable posible para que sea agradable”, explica Pérez.
Pero vamos, por partes. ¿Qué son exactamente las setas alucinógenas?, ¿cómo son esos viajes? y sobre todo, ¿qué estudios están en marcha para su aplicación médica?
La psilocibina, el componente clave de las setas alucinógenas
La psilocibina es un compuesto que se encuentra en las setas alucinógenas y que es el responsable del efecto psicotrópico que tienen algunos de estos hongos. Los efectos que causa en el ser humano pueden durar varias horas. La duración e intensidad de cada uno de estos ‘viajes’ son variables, dependiendo de la cantidad de psilocibina que el cuerpo metaboliza. Con las setas alucinógenas es difícil predecir qué efectos tendrá en cada persona, por lo que es esencial (más allá del ámbito recreativo) que se use en entornos cuidadosamente controlados y junto a una evaluación y preparación psicológica.
Ayudan a tratar adicciones, como el alcohol
En esas condiciones se han realizado varios estudios para analizar su efecto en la lucha contra trastornos mentales o adicciones. Por ejemplo, contra el alcoholismo. Una investigación, dirigida por científicos de la Facultad de Medicina Grossman de la Universidad de Nueva York, ha demostrado que dos dosis de psilocibina reduce el consumo excesivo de alcohol en un 83 por ciento de media entre los bebedores compulsivos cuando se combina con la psicoterapia.
En la investigación, participaron 93 hombres y mujeres con dependencia del alcohol que fueron asignados al azar para recibir dos dosis de psilocibina o un placebo antihistamínico.
En un periodo de ocho meses desde el inicio de su tratamiento, los que recibieron psilocibina redujeron el consumo excesivo de alcohol en un 83 por ciento con respecto a su consumo antes de comenzar el estudio. Por su parte, los que habían recibido antihistamínicos redujeron su consumo de alcohol en un 51 por ciento.
Entre otros resultados clave, el estudio demostró que ocho meses después de su primera dosis, casi la mitad (48%) de los que recibieron psilocibina dejaron de beber por completo, en comparación con el 24 por ciento del grupo de placebo.
“Nuestros resultados sugieren claramente que la terapia con psilocibina es un medio prometedor para tratar el trastorno por consumo de alcohol, una enfermedad compleja que ha demostrado ser notoriamente difícil de manejar”, cube el autor principal del estudio y psiquiatra Michael Bogenschutz.
Es eficaz contra la depresión profunda
También se ha demostrado eficaz contra la depresión. Un ensayo clínico ha dado resultado muy esperanzadores para combatir la depresión profunda en aquellos pacientes que no habían logrado mejorar con otros medicamentos. El ensayo está financiado por el laboratorio farmacéutico Compass Pathways, con sede en Londres, y en él participa el Hospital del Mar de Barcelona.
En total han participado 233 pacientes, separados en tres grupos, a los que se administró una única sola dosis de psilocibina, pero en distintas cantidades: 1, 10 y 25 miligramos. El grupo al que se le administró un único gramo (dosis muy baja) se le consideró el de control.
A los participantes se les indujo un ‘viaje’ durante seis horas en una habitación específica, que nada tiene que ver con los hospitales, con alfombras y plantas y en todo momento estuvieron acompañados por dos terapeutas.
El resultado fue que muchos de estos pacientes se sintieron mejor de su depresión al día siguiente y, lo más esperanzador, en algunos esta mejoría se mantuvo en el tiempo. Es decir, no tuvieron que esperar entre las seis y las ocho semanas que tardan en hacer efecto los medicamentos antidepresivos actuales.
“De los nueve enfermos que participaron en el Hospital del Mar, hubo algunos que con una sola toma mejoraron y estuvieron hasta nueve meses bien”, asegura Víctor Pérez, jefe de Psiquiatría de este centro hospitalario de Barcelona. “Eso es algo que no habíamos visto con ningún tipo de estrategia para el tratamiento de la depresión”, añade.
Optimismo de los científicos
Las buenas noticias sobre la psilocibina no se quedan ahí. Según los autores del estudio sobre alcoholismo, investigaciones anteriores ya habían identificado el tratamiento con este componente de las setas alucinógenas como un medio eficaz para aliviar la ansiedad y la depresión en personas con las formas más graves de cáncer.
“A medida que crece la investigación sobre el tratamiento psicodélico, encontramos más aplicaciones posibles para las condiciones de salud psychological”, dice Bogenschutz. “Más allá del trastorno por consumo de alcohol, este enfoque puede resultar útil para tratar otras adicciones, como el tabaquismo y el abuso de cocaína y opioides”, añade.
Bogenschutz afirma que el equipo de investigación tiene previsto realizar un ensayo multicéntrico más amplio, y advierte de que “hay que seguir trabajando para documentar los efectos de la psilocibina y aclarar la dosis adecuada antes de que el fármaco esté listo para un uso clínico generalizado”.
“Soy muy optimista con este medicamento”, reconoce Víctor Pérez, que lidera el estudio del Hospital del Mar. “Llevo treinta y tantos años en la psiquiatría y siempre me he dedicado a la depresión resistente, es decir, a enfermos que no mejoran con la medicación ordinary. Y tanto con la psilocibina como con la ketamina y la esketamina, es donde he visto cambios más radicales. Estoy convencido de que son medicamentos que van a ayudar a muchísimos enfermos”, señala.
” Fuentes www.niusdiario.es ”