La Plataforma contra los Megacruceros pidió este miércoles al Govern que revise el acuerdo con la patronal de cruceros CLIA para adaptar los máximos de cruceros permitidos (tres por día) tras una disminución del 52,6 % del número de cruceristas en el primer semestre respecto a 2019. El Grupo Balear de Ornitología (GOB), la Federación de Asociaciones de Vecinos de Palma y Palma XXI, que forman la plataforma, valoraron ayer en rueda de prensa los datos del estudio del tráfico de cruceros elaborado por la patronal de los cruceros Cruise Traces Worldwide Affiliation (CLIA).
La plataforma resaltó que la disminución de pasajeros de megacruceros, 413.741 menos respecto a los datos del primer semestre de 2019, «no va en relación con la reducción del número de megacruceros en el puerto de Palma». Los portavoces de las entidades que integran esta plataforma insistieron en rueda de prensa en la necesidad de aprobar una moratoria que permita tan solo un megacrucero al día en el puerto hasta que concluyan los análisis de incidencia medioambiental de este tipo de turismo en la ciudad, para ser más sostenibles.
Desde la plataforma señalaron que las escalas de cruceros en el puerto, de enero a junio, «tan solo han bajado un 13 % respecto a 2019, por lo que si durante el primer semestre llegaron menos cruceristas a Palma, proporcionalmente se produjo más contaminación e impacto sobre la salud pública». Jaume Garau, de Palma XXI, afirmó que la recuperación del turismo de cruceros tras la pandemia «ha sido mediocre y mucho menos intensa de lo que esperaban las navieras». La plataforma argumenta que ello se ha debido a la percepción de alto riesgo generada por la disaster sanitaria, el activismo de las entidades para dar visibilidad al impacto negativo de los cruceros y a la reacción de los locales».
Garau añadió que toda la filosofía de gestión de estos cruceros se debe repensar, ya que «la cifra de cruceristas en el primer semestre está muy lejos de los máximos acordados». La patronal APEAM, que engloba a los consignatarios de las navieras, afirmó ayer: «Queda constancia que los cruceros no son el problema de la masificación y tanto el Govern como la Autoritat Portuària de Balears, con el apoyo de las navieras, están regulando las escalas con el fin de hacer prevalecer la sostenibilidad del destino».