No resulta fácil llegar al paraíso. De hecho la única forma de acceder a esta isla de casi el mismo tamaño de Manhattan es a través del mar en un ferry que la conecta con Ibiza en aproximadamente media hora de trayecto. Es posible que haya sido su mala comunicación lo que ha resguardado de las masas, el desgaste y la globalización, aunque en ningún caso hay que olvidar la conciencia responsable de los habitantes de Formentera a la hora de lograr que este destino paradisíaco se mantenga prácticamente intacto a lo largo de los años.
” Fuentes viajes.nationalgeographic.com.es ”