La plantilla de la Policía Native de Altafulla vuelve a funcionar al 100%. Después de dos años con falta de private, el cuerpo de seguridad vuelve a estar completo con la incorporación de diez agentes cuya presentación oficial se hizo este lunes. El caporal jefe de la Policía Native, Jordi Gil, explicó que la precise plantilla está compuesta por una plaza de sargento, tres caporales, 16 agentes y tres agentes de refuerzo de verano. «Hasta ahora hemos estado trabajando doce efectivos. Las nuevas incorporaciones implican la llegada de tres agentes que han vuelto a la escuela, cuatro agentes que cubrirán bajas de larga duración y los tres agentes de refuerzo de verano», apuntó.
No solo eso, sino que Altafulla dispone también de una bolsa de trabajo para casos en que se produzcan bajas. En este sentido, la alcaldesa, Montse Castellarnau, señaló que «hacía mucho tiempo que no teníamos la tranquilidad de tener todas las plazas cubiertas y esto nos da mucha estabilidad».
La alcaldesa también incidió en que «Altafulla es un municipio con pocas incidencias a nivel policial», pero reconoció que la recuperación de la totalidad de la plantilla se lleva a cabo «en un momento complicado como es verano, con un incremento notable de visitantes y la consecuente subida de pequeños delitos que se ve plasmada en los informes policiales de cada día». Los delitos que más se han cometido en lo que llevamos de verano son, según señaló Jordi Gil, «robos en interiores de vehículos y algún hurto, pero nada que esté fuera de lo regular».
Finalmente, tanto el caporal jefe como la alcaldesa de Altafulla destacaron el papel «amable» y de «proximidad» que deben ejercer los agentes del cuerpo: «Pido vuestra mejor cara amable con la ciudadanía, paciente, pero con mano firme», señaló Castellarnau. «No por ser ‘amigo’ de los ciudadanos hay que consentirles todo. Debe haber disciplina, pero siendo agradables», sentenció, a lo que Gil añadió que «es importante que la ciudadanía vea la cara amable de la administración, y eso es tarea nuestra siempre que la situación lo permita. Hay que ser tolerantes hasta un cierto punto».
El efecto de los Mossos
La llegada, prevista para dentro de dos años, de la comisaría de los Mossos d’Esquadra a Torredembarra, es algo con lo que cuentan los cuerpos de policías locales de toda la zona que se verá afectada. Aun así, Jordi Gil reconoció que «no garantizará que tengamos un número de efectivos de Mossos determinado, porque tendrá que dar un servicio a todo el Baix Gaià». A día de hoy, prosiguió, «en verano todos los cuerpos de policías locales encontramos una falta de efectivos de Mossos. La nueva comisaría no solventará el problema pero ayudará, aunque por suerte tenemos una plantilla muy bien dimensionada».
” Fuentes www.diaridetarragona.com ”