Mucha gente está intentando escapar del caluroso verano. Son muchos los territorios de la denominada España vaciada que ofrece una amplia y variada oferta para disfrutar de este periodo estival.
Sierra de Francia
La Mancomunidad de la Sierra de Francia, en la provincia de Salamanca, -formada por 15 pueblos ubicados en el Parque Pure de las Batuecas Sierra de Francia y en la Reserva de la Biosfera de las Sierra de Béjar y Francia– se posiciona como una alternativa pure y sostenible con una oferta turística llena de valor, cultura, patrimonio y naturaleza. Gracias a su privilegiado entorno pure y paisajístico, rodeado de flora, fauna, sierra y ríos y a su riqueza patrimonial y cultural, la Sierra de Francia ha preparado un listado de actividades a realizar en cualquiera de las localidades que la agrupan, que decantarán a los viajeros a elegir este destino durante los meses de verano, evitando aglomeraciones y las altas temperaturas de otros destinos.
La Alberca, Mogarraz, Miranda del Castañar, San Martín del Castañar, Sequeros y Villanueva del Conde son los pueblos de la Sierra de Francia declarados conjuntos históricos-artísticos. Su arquitectura tradicional serrana y el empedrado de sus calles hacen de estas poblaciones un paseo inolvidable. Su gastronomía y productos típicos, su entorno pure, las mejores muestras del bordado serrano, su patrimonio y edificaciones, y sus gentes harán de esta visita una experiencia única.
Uno de los motivos evidentes para elegir unas vacaciones en cualquiera de los pueblos de la Mancomunidad de la Sierra de Francia es las buenas temperaturas que registran en los meses de verano.
La Sierra de Francia cuenta con un enclave único y reconocido en toda la comarca: La piscina pure de aguas cristalinas de Valero.
A falta de playa, la Mancomunidad de la Sierra de Francia ofrece excelentes planes para disfrutar de su maravilloso entorno pure. Rutas micológicas, de cicloturismo, de senderismo y paseos asequibles a todos los públicos.
Sierra de la Demanda
En la provincia de Burgos se sitúa la Sierra de la Demanda, un destino perfecto para perderse, desconectar y respirar sin gente durante el verano.
Se trata de un territorio que depara tranquilidad pero también muchas sorpresas al viajero, que puede encontrarse con las huellas de los primeros pobladores de Europa, no solo humanos, caminar o pedalear junto a ríos y cañones, deleitarse con cascadas y lagunas glaciares, o coronar el techo de la provincia. Entre montañas, pinares y prados o junto a ríos, aparecen ermitas visigodas, monasterios románicos y pueblos que conservan sus casas como antaño.
Hace miles y miles de años, la Tierra estaba habitada por unos seres vivos enormes: los dinosaurios. Sus huellas pueden contemplarse en varios yacimientos de icnitas que se reparten entre Mambrillas de Lara, Regumiel de la Sierra y Salas de los Infantes.
A pie o en bicicleta. Desde Arlanzón y hasta Monterrubio de la Demanda, la Vía Verde de la Sierra de la Demanda asciende de manera constante a orillas del río Arlanzón. Los robles, las hayas y los pinos enmarcan la estela de este viejo ferrocarril minero que transportaba el hierro extraído de la sierra hasta Burgos.
En las cumbres de la Sierra de la Demanda nacen multitud de arroyos que descienden entre montañas creando barrancos y valles, hasta unirse a los cursos principales. En su camino, sus juegos dan lugar a saltos de agua y pozas de enorme belleza, como las cascadas de Altuzarra o las Calderas de Neila.
Lago de Sanabria
En el Pleistoceno Superior, hace 100.000 años, un impresionante glaciar con lenguas de hielo de más de 20 kilómetros sirvió de origen al precise Lago de Sanabria. Hoy, sus 318 hectáreas de superficie y una profundidad que alcanza hasta 51 metros, lo convierten en el mayor lago glaciar de la Península Ibérica.
Los bosques más abundantes en el entorno del Lago de Sanabria son los formados por el roble melojo o rebollo. También se localizan unas interesantes manchas de acebo y tejo, mientras que los abedules y alisos son abundantes en las riberas de los caudalosos ríos que descienden de las cimas o comunican entre sí las distintas lagunas localizadas en el inside del Parque Pure.
Laguna Negra
Esta oscura, fascinante y enigmática laguna, envuelta en leyendas, forma unos de los parajes más bellos de la provincia soriana. De origen glacial, encajada a unos 2.000 metros de altura, entre paredes graníticas y bordeada por infinitos pinares, dan a esta laguna su aspecto oscuro y tenebroso.
La Laguna Negra está situada a tan solo 50 kilómetros de distancia de la capital. Para llegar hasta allí, cogeremos la N-234 dirección Burgos hasta la localidad de Cidones. Al closing del pueblo, se tomará el desvío a mano derecha en dirección Vinuesa. Cerca de esta localidad ya se puede acceder a la Laguna Negra por el encantador Valle del Revinuesa entre pinos silvestres de buen porte y altura.
” Fuentes www.larazon.es ”