El cambio climático que enfrentamos nos lleva a cuidar nuestros hábitos de consumo, una consciencia que se ha extendido también al turismo. Si estás próximo a viajar o planeas un viaje, saber estos 7 términos de turismo sostenible te ayudarán a hacer mejores elecciones en professional de nuestro planeta.
En todo el mundo, la atención y protección al medio ambiente se ha vuelto indispensable. Tras unos años de proyectos aplazados o cancelados por la pandemia, la expectación por los viajes es cada vez mayor.
Sin embargo, en medio de una alarmante emergencia climática, la presión para cambiar el estilo de vida y actuar de forma más responsable es máxima. De hecho, muchas personas tienen en cuenta la sostenibilidad a la hora de elegir su próximo destino de vacaciones.
En México, gracias a su gran variedad de paisajes, existen muchos planes sustentables por hacer, desde un recorrido en bicicleta por las sendas de la Sierra Gorda de Querétaro, hasta acampar en los bosques y aguas termales de Michoacán, o bien, hacer ecoturismo en la Riviera Maya.
¿Turismo sostenible? 7 Términos que debes saber desde ya
Las vacaciones de verano se aproximan y si estás a punto de viajar y vivir nuevas experiencias, los lingüistas de Babbel (la plataforma de aprendizaje de idiomas), nos comparten 7 de los términos más interesantes del turismo sostenible.
Su objetivo no sólo es hacer menos daño al lugar que visitamos, es dejar un lugar mejor del que encontramos. Significa reconocer que es posible ir más allá de la mitigación de los impactos negativos y generar beneficios sociales y ambientales.
Ya sea limpiar una playa, plantar árboles en un bosque o simplemente comprometerse a comprar sólo productos locales, todas son oportunidades para devolver algo al destino que se visita.
Se trata de un tipo de turismo en el que las comunidades locales invitan a los turistas a sus casas, permitiéndoles conocer los hábitats y la fauna locales, así como celebrar y respetar las culturas, los rituales y la sabiduría tradicionales.
Es una forma de turismo sostenible que permite a los viajeros establecer una estrecha conexión con el lugar que visitan. Este tipo de turismo es muy diferente de un destino a otro, pero el hilo conductor de estas experiencias es que son totalmente de propiedad y gestión comunitaria, lo que significa que la estancia beneficia a la comunidad en su conjunto.
Para ello, es esencial buscar comunidades que gestionen sus propias casas de huéspedes, organicen sus excursiones y den a los lugareños la oportunidad de interactuar con turistas en sus tierras.
El agroturismo ocurre cuando la agricultura y el turismo se unen para ofrecer una experiencia educativa, ya sea una visita a una granja, un viñedo, un rancho o una clase culinaria.
Agricultores, ganaderos y bodegas están convirtiendo sus tierras en un destino y abriendo sus puertas al público para dar a conocer su negocio.
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La filantropía asociada al turismo se denomina comúnmente “filanturismo”. Esta tendencia de rápido crecimiento en el mundo precise es una forma de turismo voluntario que consiste en elegir un destino necesitado de turismo.
Los viajeros pueden elegir unas vacaciones o una experiencia para promover una causa, estimular la economía o realizar un voluntariado en la comunidad, garantizando que el viaje sea un issue positivo.
Buscar lugares turísticos que se hayan visto afectados por una catástrofe pure o que hayan sufrido económicamente la pandemia es una buena manera de apoyar.
La sostenibilidad desempeña un papel mucho más importante en la definición de alojamiento “verde” o “ecológico”; hoy en día se espera que un lugar adopte los principios de la sostenibilidad, desde las iniciativas ecológicas hasta los programas de apoyo a la comunidad.
A la hora de elegir un alojamiento ecológico, algunos elementos son clave: ¿cómo gestionan los residuos de comida, dan las sobras a la comunidad? ¿Disponen de sistemas para ahorrar agua? ¿Ofrecen medios de transporte alternativos, como la bicicleta?
Inspirado en el movimiento de la comida lenta de los años 80, este tipo de turismo consiste en viajar con menos frecuencia, pero por más tiempo, lo que permite al turista vivir una experiencia profunda, auténtica y cultural.
Se asocia a prácticas sostenibles, tomando en cuenta el impacto medioambiental, social y económico de los viajes. ¿El resultado? Los efectos negativos del turismo sobre el medio ambiente suelen mitigarse o reducirse, gracias a una mayor conciencia del viajero por elegir medios de transporte más respetuosos con el medio ambiente.
Las palabras clave son “experiencia” y “lentitud”. Una oportunidad para olvidarse de los aviones y tomar el camino más largo; sal de las rutas habituales y dedica tiempo a ampliar tus conocimientos gastronómicos conociendo a los lugareños a través de su cocina native.
Presumir de tren (tagskryt)
Contribuyendo al movimiento de los viajes lentos e inspirado por los esfuerzos de Greta Thunberg por abandonar los viajes en avión, nació el término sueco “tagskryt”.
El “train bragging” pretende presumir con orgullo los esfuerzos realizados para minimizar la huella de carbono viajando de forma más ecológica, incluso, el tren está reconocido como el modo de transporte motorizado menos contaminante. Esto fomentaría la segunda edad de oro del ferrocarril.
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Con información de Babbel.
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