De un tiempo a esta parte las noticias no son nada halagüeñas en lo económico, tanto por la inflación como por la incertidumbre generalizada causada por la guerra de Ucrania. Esta circunstancia, unida a un importante aumento de precios de vuelos y hoteles, ha frenado en julio la demanda de viajes en las agencias de Vitoria, que habían vivido una primera mitad del año de sobresaliente actividad, debido a que tras la pandemia la ciudadanía alavesa necesita salir.
“Se ha notado que se ha parado la venta porque están todos los medios de comunicación hablando de la inflación, del otoño, de que no va a haber ni para calefacción, de que los vuelos están carísimos y los hoteles también”, explica a DIARIO NOTICIAS DE ÁLAVA María Jesús, de Viajes Olárizu. Eso sí, según señala, en los últimos días “el hotelero y las compañías aéreas notan que esto se ha parado y hay que vender las camas que quedan. Ahora vuelves a mirar Peñíscola o cualquier sitio del Mediterráneo y ha bajado con respecto a hace diez días”, afirma.
Coincide con ese análisis Ana, de Viajes Araba, quien recuerda que “a este sector le influye todo”, y “así como en los cinco primeros meses del año había mucha alegría y muchas ganas de salir, y se ha trabajado bien, sí es verdad que en junio, ya con la guerra en Ucrania y la subida del petróleo ha habido un parón, se nota que ya no tenemos esa alegría. Todo está mucho más caro que otros años”. Ana explica, en ese sentido, que a raíz de los reajustes en los precios de los carburantes “algunos programas en Egipto han subido, y en general se nota que los hoteles en la costa, o los paquetes de vuelo más hotel” están más caros. “Además –añade–, las compañías aéreas todavía no tienen el nivel de rutas o las frecuencias que había otros años, y los vuelos de larga distancia también han subido un montón”.
Por otro lado, con la pandemia los hábitos de reserva cambiaron, y los clientes esperaban a última hora para cerrar sus vacaciones “por si te acababan ingresando”. Ahora, cube María Jesús, eso va cambiando. “Ya este año en febrero, marzo y abril la gente reservaba con cancelación gratuita, y por eso el que ha venido a última hora va a pagar mil euros más que el que lo hizo en marzo. También se hacen seguros de cancelación, nosotros la semana pasada tuvimos que cancelar dos viajes, uno porque a una clienta le dieron unos vértigos muy fuertes y el otro porque le habían ingresado un familiar, y eran reservas de mucho dinero. Un seguro que tenga una buena cobertura ante una causa justificada te permite estar tranquilo hasta el final”, advierte.
En Viajes Samarkanda, Eneko también ha notado un descenso de las reservas en los últimos días, pero cree que mas allá de las subidas de precios la razón es que la gente tiene ya preparadas sus vacaciones con antelación. “Estamos ya a 11 de julio y el que no ha reservado ya para el verano o anda tarde o no sabe cuándo va a tener vacaciones, y además en mayo y junio se ha trabajado a tope”. Hay menos reservas, apunta, “pero porque venimos de un tsunami. Llevamos diez días más tranquilos, pero porque ya se ha vendido todo antes”.
Eneko señala, por otro lado, que es ahora cuando se repercute en los vuelos la subida del precio de los carburantes, y por eso quien reservó en primavera no se verá afectado. “De todos modos –asegura–, esto no ha provocado un retraimiento de la demanda, la gente está tirando la casa por la ventana porque venimos de una pandemia en la que no se ha no ha podido viajar y nadie sabe si nos vendrá otra el año que viene”.
“Playa, playa y playa”
En todo caso, y pese a los vaivenes, hay ganas de salir fuera, sobre todo a destinos de sol y playa. “Los destinos que más estamos vendiendo son a las islas, tanto Canarias como Baleares, y luego fuera se vende muy bien Egipto, porque hay vuelo directo desde Vitoria y si no le coincide a la gente por fechas también hay otro desde Bilbao”, señala Ana, que subraya destinos como Turquía , Azores, Madeira o Cabo Verde, y algunos no tan demandados pero también valorados por los clientes, como África o la República Dominicana.
María Jesús dibuja un escenario muy related. “Se vende todo lo que opere directo desde Bilbao a la playa. La gente quiere playa, playa y playa, Canarias Baleares, Malta, Madeira, y también hay vuelos internacionales a Egipto, Turquía o el Caribe. Hay familias enteras que tras no salir durante tres años quieren irse todos junto a un todo incluido a disfrutar y pasarlo bien, a Punta Cana o la Riviera Maya”, explica. Además, como consecuencia de la subida generalizada de precios mencionada, “la gente está echando más el resto. Salou está carísimo y decide irse al menos a Andalucía, a Cádiz, que aquí siempre tira muchísimo”.
En Viajes Samarkanda los destinos más vendidos son los del Mediterráneo, la anhelada playa. “Funcionan Grecia o Turquía, como todos los años, igual que el Mediterráneo nacional y Canarias, no hay un cambio de tendencia con respecto a antes de la pandemia”, afirma Eneko.
Coletazos de la pandemia
Al margen de la situación económica, todavía está fresca en la memoria de la ciudadanía la dura experiencia de la pandemia, y en mitad de una nueva ola, en las agencias de viajes notan ciertos cambios de hábitos en sus clientes. “Los circuitos en Europa han caído bastante. Creo que todavía la gente no se plantea el circuito de cincuenta personas en autobús, eso frena un poco”, explica Ana. Así, ahora se opta más por estancias en Londres o Praga, pero no en grupo. “En un circuito no sabes si van a ir veinticinco personas o cincuenta. Eso se ha frenado desde el principio, no ahora porque esté subiendo el covid en todos los lados”, apunta.
María Jesús, por su parte, asegura que en Viajes Olárizu han vendido para este verano vacaciones en “Costa Rica, Tailandia o Estados Unidos”, pero no en el resto de Asia, en “Sri Lanka, Japón, Vietnam o Camboya. A África –prosigue– ha habido alguna luna de miel”, pero en common hay zonas y países, como Perú, Colombia o los mencionados países asiáticos, que todavía crean reticencias en el cliente. “Además –recuerda María Jesús–, los vuelos transoceánicos están caros”.
Por otro lado, y al igual que ocurre en Viajes Araba, en Viajes Olárizu destacan la escasa demanda de vacaciones en el norte de Europa. “Escandinavia siempre se vendía y ahora no, tampoco Polonia, destinos de siempre de verano. Tenemos algunos clientes que van a Rumanía, a Bulgaria, pero es raro”, afirma.
Eneko, por su parte, ha percibido los efectos de la pandemia en las reservas de viajes de larga distancia. “Para cuando se reservaba, en abril o mayo, muchos países estaban cerrados o exigían PCR o cuarentenas. Se ha quedado la gente a medio radio, aprovechando los destinos del Mediterráneo y Europa, lo cual no quiere decir que también se hayan vendido viajes de safari, o a Nepal o Estados Unidos, pero son los menos, básicamente porque no ha dado tiempo”.
Foronda
Desconfianza hacia Ryanair
Clientes “tirados”. En agencias como Viajes Olárizu evitan trabajar con Ryanair porque, como comenta María Jesús, “es una aerolínea que no responde, te deja tirado a un cliente que tiene un hotel detrás sin ninguna solución. Vueling puede sobrevender un vuelo pero te saca el siguiente, o te lo hace vía Barcelona. Ryanair te deja tirado en Foronda y el cliente se tiene que ir con las maletas para casa”, critica. No ocurre así con otras firmas que operan desde el aeropuerto vitoriano, como Binter, que trabaja “muy bien”. Por ello, considera que la Diputación alavesa “se debería plantear a quién da las ayudas”.
Los datos
Un buen año. Las agencias de viaje consultadas afirman que durante la primera mitad del año las reservas para las vacaciones de verano se han ido cerrando a muy buen ritmo, tras una pandemia que ha impedido viajar con normalidad durante más de dos años.
Descenso. En las últimas semanas, como consecuencia del incremento de los precios de vuelos y hoteles y de que gran parte de las reservas ya estaban realizadas, en las agencias han notado un descenso de la demanda de viajes.
Sol y playa. De cara a este verano, la mayoría de los alaveses opta por destinos turísticos de sol y playa, tanto en el Mediterráneo como en las islas Canarias. Cádiz, por otro lado, sigue siendo un destino con tirón en Álava.
Las frases
Ana “en los cinco primeros meses del año había mucha alegría, pero en junio ha habido un parón”
Viajes Araba.
María Jesús “el hotelero y las compañías aéreas notan que esto se ha parado, y hay que vender las camas que quedan”
Viajes Olárizu.
Eneko “Hay menos reservas, pero porque venimos de un tsunami, ya se ha vendido todo antes”
Viajes Samarkanda.
” Fuentes www.noticiasdealava.eus ”