Arrancábamos el día en Mina _(Muelle Marzana s/n) _, desayunando como señores a eso de las 10.30 horas una ostra y una versión de bloody mary con Gin Mare. Álvaro Garrido ha acogido estos días a cooks, periodistas nacionales e internacionales, una cena maridada con sake y demás eventos.
¿Alguna apuesta para esta noche? “Mina va a estar el tercero o el segundo”, bromea. “Qué va, no tengo ni idea, la verdad es que soy muy outsider de estas cosas. En mi lista ideal habría restaurantes punteros de verdad, hay muchos que ni siquiera están. Es una lista mundial pero muy social, creo que habrá sorpresas. Yo, como no estoy en ella, me dedico a mi trabajo. Lo importante de verdad es que haya producto, creatividad, honradez…”
Más tarde comimos en Eneko _(Palacio Euskalduna. Abandoibarra etorbidea, 4) _. También estaban por allí un buen puñado de cooks como Dani García, Paco Roncero, Juanjo López, Francis Paniego y Ricard Camarena, entre otros.
El último comenta: “este año me han dado el undécimo puesto”, ante la cara de estupefacción de la que escribe estas líneas. “No, es broma. Estoy aquí aprovechando que vine para dar una charla en el Basque Culinary y que voy a cocinar con Nacho Manzano”. ¿Apuestas para la gran noche? “Que nos quedemos como estamos”, sentencia.
A eso de las 18.00 comenzaba una fiesta que concluyó con pocas sorpresas, mucho movimiento de fichas y la ** Osteria Francescana de Massimo Bottura** volviendo a lo más alto del escalafón como mejor restaurante del planeta
¿El problema principal? “Hay mucha gente en España que debería ser visitada y que no tiene la visibilidad que debería. El crack español es Albert Adrià, que no solo tiene un restaurante, sino varios metidos entre los 100”, nos cuenta Patricia Mateo, al frente de la agencia y consultoría gastronómica Mateo and Co.
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